Se ha hecho de rogar pero la continuación de uno de los sleepers de 2020 por fin esta aquí. Hablamos de Ghostrunner 2, cuya primera entrega nos sorprendió hace justamente tres años con un juego que mezclaba elementos diversos de forma magistral, consiguiendo un plataformas de acción frenética en primera persona con mecánicas de parkour, instant kill y reaparición inmediata, y altas dosis de planificación, pues cada segmento de los niveles no podían ser abordados a lo loco. Todo esto adornado con una buena historia de ciencia ficción en un futuro distópico post-apocalíptico y una estética ciberpunk de primer nivel. El estudio polaco One More Level y 505 Games vuelven a aliarse para traernos esta secuela que promete estar a un nivel tan alto como la entrega anterior.

Sin entrar en spoilers para los lectores que no hayan disfrutado aún de la sobresaliente primera parte, la acción de Ghostrunner 2 continua los eventos de Ghostrunner con un deux ex machina como no podía ser de otra forma visto como concluye la historia del juego anterior. Después de acabar con el Arquitecto y liberar la torre Dharma -la ciudad post-apocalíptica donde se refugian los restos de la humanidad-, volveremos a encarnar a Jack, un Ghostrunner -una unidad de élite que mantenía el control de la población- reprogramado por los antiguos rebeldes -que ahora son el Consejo de gobierno-. Ha pasado un año y el vacío de poder dejado por el Arquitecto y sus fuerzas ha propiciado una guerra por el poder entre bandas criminales y misteriosos cultos, además de la aparición de otra fuerza enemiga inesperada del exterior.

Como hemos dicho anteriormente, Ghostrunner 2 puede ser denominado como un plataformas de acción frenética en primera persona al igual que su primera entrega, la base jugable es bastante continuista pero se han añadido nuevos elementos que enriquecen la experiencia con nuevas posibilidades. Jack es rápido y brutal, y los niveles que nos esperan alternan magistralmente los segmentos de plataformas con los segmentos de combate, y por supuesto, también los mezcla. Cada segmento exige ser abordado de manera frenética y habilidosa a la vez que bien planeada, pues fallar en las plataformas o en el combate se traduce en una muerte instantánea. Eso sí, volveremos a la vida instantáneamente en el último de los abundantes puntos de control para que la acción no decaiga de ritmo.

Jack vuelve a recuperar sus habilidades básicas como el parkour: puede correr por las paredes, deslizarse al ras del suelo, hacer un pequeño impulso hacia delante y entrar en un modo de estimulación sensorial que le permite esquivar enemigos o disparos casi parando el tiempo -una especie de tiempo bala-. Para el combate Jack, se sirve de una katana que obligará a atacar a los enemigos cuerpo a cuerpo, al menos al principio. Podremos cubrirnos aunque tendremos una barra de aguante que solo nos permite hacerlo un número limitado de veces y se regenerará cuando dejemos de hacerlo, hacer paradas perfectas si nos cubrimos en el momento perfecto lanzando un tremendo contraataque y usar habilidades especiales que iremos desbloqueando y que nos permitirán muchas más opciones de combate y de defensa, aunque todas dependientes de un generoso tiempo de recarga.

También vuelve el gancho para las secciones de plataformas y con uso también en ciertos combates, y se introducen los shurikens capaces de inmovilizar enemigos fuertes o incluso acabar con enemigos más débiles, a la vez que también tienen otros usos como romper ciertos elementos del escenario para crear una plataforma o accionar mecanismos eléctricos. En secciones de plataformas los shurikens serán ilimitados, no así en las secciones de combate donde tendrán que recargarse después del uso de un par de ellos. Además, Jack podrá mejorar sus habilidades y características con un nuevo sistema de mejora basado en chips especiales que compraremos con «datos» -obtenidos por eliminar enemigos- y que activaremos colocándolos sobre nuestra placa base también mejorable.

La estructura de los niveles es muy similar al primer juego, aunque ahora tendremos segmentos más variados con mapeados semiabiertos que aumentarán las posibilidades de encarar cada situación de más formas posibles, y también algunas misiones con múltiples objetivos que nos permitirán decidir cual afrontamos primero. El juego no ofrece guardado en mitad de los niveles -aunque sí puntos de control, y bastante numerosos-. Si algún segmento se nos resiste tendremos que repetirlo probando nuevas posibilidades o mejorando nuestra habilidad, de ahí que todo el progreso se base en la mecánica de ensayo y error. Volveremos al Ciberespacio, tendremos niveles en el exterior de la torre Dharma y una de las novedades más potentes, tendremos segmentos de niveles en motocicleta que pondrán nuestros reflejos a prueba.

Entre niveles accederemos al cuartel general donde podremos interactuar con nuestros aliados, recibir nuevas habilidades, comprar mejoras y recibir nuevas ordenes mientras se desarrolla la historia de Ghostrunner 2. El juego también premia la exploración y además de mejoras para la placa base, ofrece un buen número de coleccionables y de secretos. Hay tres tipos de coleccionables: espadas, mensajes de voz y artefactos. Aunque vengan marcados en nuestro mini mapa, acceder a ellos no siempre será sencillo, y requieren de trabajo por parte del jugador. Los artefactos y los mensajes de voz solo añaden más trasfondo a la historia, pero las espadas podremos equiparlas aunque solo actúen como una skin sin propiedades propias.

Audiovisualmente Ghostrunner 2 es más impresionante que el primero, y aún puede serlo más porque la versión que estamos jugando aún no tiene el trazado de rayos implementado -en PC llegará de salida, en consolas más adelante- y en PC aún no tiene soporte de DirectX 12. Artísticamente es tan bonito y bien ambientado como era el juego anterior, con una de las estéticas ciberpunk más convincentes que recordamos. En cuanto a opciones gráficas disponemos de un modo Calidad, un modo Rendimiento, y un modo de alto rendimiento donde podremos alcanzar los 120 frames por segundo y nuestra pantalla lo permite. En cuanto a la banda sonora, volvemos al estilo synthwave con grandes nombres como de Daniel Deluxe, We Are Magonia, Gost, Dan Terminus o Arek Reikowski, una maravilla para quien le guste la música electrónica.

En definitiva, si te gustó Ghostrunner, su secuela es una obligación. Es cierto que el core jugable es el mismo, pero si algo funciona ¿para que cambiarlo?, y a las mecánicas conocidas se le han añadido bastantes elementos adicionales que hacen a esta entrega menos encorsetada que la primera, con un desarrollo un poco menos lineal y con grandes sorpresas, como las partes en motocicleta. A nivel argumental es cierto que es capaz de despertar el interés del jugador, y es interesante visitar el centro de operaciones entre niveles para poder comprar nuevos chips de mejora o hablar con nuestros aliados, algunos de los cuales podrán ayudarnos durante el juego o con algún jefe de nivel, pero es evidente que han abierto la historia ya cerrada del primer juego para darle sentido a una secuela.

One More Level hizo un juego muy bueno y tres años después repiten la jugada, nosotros no podemos más que alegrarnos y recomendar este título a todos los amantes de la acción y las plataformas.