Hoy nos toca jugar una partida de golf, pero no una partida de golf cualquiera sino un golf plataformero. ¿Que como es posible esto? pues gracias al concepto que nos propone Golf Zero, un nuevo juego de nuestra afamada Ratalaika Games y desarrollado por el autor independiente Brad Erkkila -responsable también de Castle Pals, que ya analizamos aquí- y su estudio Colin Lane Games AB , que nos ofrece otra forma más particular de practicar este deporte. Coged vuestros palos que empezamos.

Como ya hemos mencionado, estamos ante un juego que mezcla el noble deporte de césped con el género de los plataformas, incluso con el de los puzles. Nuestro objetivo será el de meter la pelota en el hoyo como viene siendo habitual, pero en esta ocasión tendremos que valernos de nuestras habilidades físicas para ello y hacer virguerías para conseguirlo, ya que en ocasiones no va a ser nada fácil.

Al ser un juego mayoritariamente de plataformas, la vista en esta ocasión pasa a ser en dos dimensiones, al contrario que en los habituales juegos de golf donde teníamos una panorámica del lugar y la cámara se colocaba detrás de nuestro jugador. Y en esta ocasión no controlamos a ningún ser humano o golfista famoso, sino más bien a una especie de muñeco antropomórfico muy simple que será el que lleve a cabo las distintas pruebas a las que tendrá que enfrentarse.

En cuanto a la jugabilidad, podríamos decir que estamos ante una especie de «Everybody’s Golf meets Super Meat Boy», en especial por las semejanzas con este último. Controlaremos a nuestro personaje directamente, moviéndonos con el pad de dirección, un botón de salto y otro para lanzar la pelota. La idea es llegar hasta el final del nivel y colar la pelota en el hoyo como no podía ser de otra forma, pero para ello habrá que superar los diferentes obstáculos que se nos presenten.

Cada nivel estará plagado de trampas tales como pinchos en suelos y paredes, sierras mecánicas móviles, muelles y demás parafernalia que acabará con nosotros en un instante. Tendremos tres oportunidades -es decir, tres pelotas- para hacer hoyo, y si nos fallamos o morimos por el camino, nos tocará comenzar el nivel desde el principio. Aquí es donde entra en juego la habilidad del jugador, pues como ya digo, Super Meat Boy es el juego con el que más se asemeja este Golf Zero y tendremos que reintentar cada nivel montones de veces hasta memorizar los obstáculos o los movimientos correctos. Por suerte para nosotros, contaremos con un botón de reinicio rápido para no tener que esperar a que acaben las animaciones de morir o de fallo y comenzar directamente en cuanto lo pulsemos.

Para lanzar las pelotas, bastará con pulsar el botón correspondiente y el tiempo se ralentizará durante unos segundos, tiempo del que dispondremos para elegir el ángulo que queramos con el stick y conseguir anotar. La verdad es que el manejo es un tanto confuso, pues no será posible lanzar la pelota seleccionando el ángulo directamente con el stick en 360 grados, sino que tendremos que pulsar izquierda o derecha para hacer que el ángulo suba o baje hasta elegir el deseado. Si nos arrepentimos o vemos que no hay forma de hacer hoyo, podremos cancelar el lanzamiento pulsando el botón de salto, pero claro, eso devolverá el tiempo a la normalidad y nos puede costar la vida si hemos calculado mal el salto.

Hay que decir que en este caso, morir o suicidarse también puede servirnos como estrategia para ganar, ya que mientras haya pelotas en movimiento y consigamos hacer hoyo no importará que hayamos caído al vacío o nos haya matado algún enemigo de antemano. La partida no acaba hasta que la pelota lanzada deje de moverse completamente, para lo cual puede sernos de ayuda lanzarla hacía rampas o desniveles y hacer que siga moviéndose.

Contaremos también con objetivos extra durante los niveles, como por ejemplo superar el nivel utilizando una sola pelota o romper el globo que se encuentra en cada escenario. En cada nivel podremos conseguir una calificación en forma de medallas de oro, plata y bronce dependiendo de que hayamos cumplido estos objetivos o no, lo cual ofrece bastante reto y rejugabilidad. Además de eso, habrá algunos niveles especiales donde tendremos que enfrentarnos contra otro personaje controlado por la CPU en una carrera para ver quien consigue superar el nivel antes. Si aun así queremos más y exprimir el juego al máximo, el modo speedrun nos permite jugar los 80 niveles del juego intentando superar el tiempo objetivo, que ya os adelanto que es una auténtica proeza.

Golf Zero me ha sorprendido para bien, tanto en su planteamiento como en su dificultad. Es cierto que puede pecar de tener una variedad de situaciones y obstáculos más bien escasa, al igual que su pasado en smartphones y su manejo ha influenciado claramente el port de las versiones de consolas que podría haber sido mejor, pero por lo general es un juego que nos puede ofrecer buena cantidad de horas si sabemos pillarle el rollo. Se podría haber incluido un editor de niveles o incluso un modo multijugador para mejorar la experiencia, pero por los tan solo 5 euros que vale y el tipo de juego que es, tampoco se le pueden pedir peras al olmo.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Ratalaika Games