Si Sony tiene a God of War o Uncharted y Nintendo tiene a Super Mario o Legend of Zelda, la saga estrella de Microsoft es sin duda Halo. El buque insignia de la compañía tuvo dos primeras entregas que salieron tanto en la primera Xbox como en ordenadores, a partir de ahí la saga pasó a la exclusividad en consolas -excepto spin offs como Halo Wars-. A principio de año se anunció que Halo: The master chief collection, que ya había salido en Xbox One años atrás, llegaría también a PC poco a poco, saldando al fin una cuenta pendiente con los usuarios de Windows. Y la primera entrega en llegar ha sido uno de los juegos más queridos como es Halo: Reach.

Tengo que admitir que nunca antes había tocado la saga Halo salvo un par de horas al primer juego en su momento, por lo tanto escribo este análisis sin estar bajo el influjo del prisma de la nostalgia y del tiempo, para mí es un juego totalmente nuevo y me referiré a él como tal. ¿Qué tal se juega en la actualidad a un juego de hace casi 10 años? vamos a descubrirlo.

Halo: Reach es el primer juego de la saga cronológicamente hablando, el 5º según el orden de salida, y nos pone en la antesala de las que serán las aventuras del Jefe Maestro. Esta entrega nos habla del equipo Noble, un grupo de soldados spartan que durante una misión de investigación descubre que el covenant -los aliens enemigos- se ha hecho con el control del planeta Reach y cuentan con un arma muy poderosa capaz de decantar la guerra a su favor. A los mandos de un soldado conocido simplemente como «Noble 6», nos embarcaremos en una misión suicida para darle a la humanidad una última esperanza.

Como hemos comentado anteriormente, este recopilatorio de la saga no llega toda de golpe, sino que Microsoft ha decidido ir lanzando los diferentes juegos tanto de Bungie como de 343 industries poco a poco para que nos dé tiempo a disfrutarlos como se merecen sin pegarnos el atracón y aprovechar todos sus modos de juego. Se decidió que el orden de salida se hiciese de manera cronológica según el argumento de la saga, de manera que jugaremos desde los primeros acontecimientos con Halo: Reach hasta los más recientes con Halo 4. Por desgracia, Halo 5: Guardians se queda fuera de la ecuación, aunque no descartamos que tanto éste como el futuro Halo Infinite acaben saliendo por separado.

Lo primero que hay que hacer es aplaudir la maravillosa adaptación a ordenadores, pues la optimización es sencillamente perfecta. Halo: Reach es capaz de moverse a resoluciones de 4K y 60fps sólidos como rocas incluso en los equipos más modestos, en ningún momento sufriremos bajones de frames o ralentización alguna. Esto es algo que debería ser la norma en adaptaciones de juegos tan antiguos, pero teniendo en cuenta otro tipo de adaptaciones de juegos clásicos que se han llevado a cabo -con resultados horribles-, no queda otra que alabar la excelente labor. Por otra parte, hay que decir que estamos ante un port directo del juego original sin apenas novedades, de hecho ni siquiera nos dejará configurar los gráficos a nuestro gusto, dejándonos simplemente con la opción de elegir la resolución y dos tipos de gráficos preconfigurados: «clásico» y «mejorado».

La jugabilidad del juego es impresionante, lo era en 2009 y lo sigue siendo ahora, dando toda una lección de buen hacer. El primer Halo lanzado en 2001 dio un golpe sobre la mesa en el aspecto jugable, ofreciendo un revolucionario manejo con mando que marcaba un antes y un después en los first person shooter en consolas. Halo: Reach hereda el mismo manejo y lo termina de pulir hasta tal punto que es igual de cómodo jugar con pad que con teclado y ratón sin que se resienta la experiencia. Esto se aplica tanto al gunplay como al uso de los vehículos, en ambos casos no tendremos problemas de manejo aunque algunas decisiones nos van a parecer cuestionables, como por ejemplo no poder disparar haciendo zoom desde la mira -excepto con los rifles de precisión-, rompiendo con el estilo habitual al que nos tienen acostumbrados los shooters actuales y dando sensación de ser un paso atrás.

También ha sabido envejecer en el combate, ofreciendo una IA enemiga que a día de hoy sigue asombrando y no se limita a hacer de dianas andantes, sino que son capaces de rodearte y buscarse las castañas para crear sus propias estrategias de defensa. El sistema de armas se mantiene igual: solo tendremos dos huecos para armas y la munición no se encuentra fácilmente, por lo tanto constantemente tendremos que ir deshaciéndonos de armas y recogiendo otras nuevas tanto de los covenant como del UNSC. Una de las novedades introducidas en Halo: Reach fue el uso de las habilidades, en los que podíamos encontrar módulos para nuestra armadura que nos permitían usar poderes especiales como por ejemplo crear una barrera, esprintar o utilizar el jet pack.

En términos audiovisuales el juego sigue aguantando el tipo. Es cierto que se le nota un poco el paso de los años como es evidente, pero gracias al trabajo realizado en el apartado gráfico podría pasar perfectamente por un juego de esta generación actual en todos sus apartados. Mención especial al tema del audio, pues Martin O’Donnell es la banda sonora de la saga lo que el propio Jefe Maestro al argumento: todo un icono de la franquicia, y en esta entrega vuelve a crear una de las mejores bandas sonoras que se han hecho nunca con temas totalmente épicos que convierten cada momento en un enfrentamiento inolvidable.

En la parte negativa respecto a este apartado, el volumen no está bien calibrado ni ecualizado, esto hace que apenas se oigan las voces de los personajes o la música, mientras que los disparos y el resto de efectos de sonido son los que predominan. Tampoco está muy logrado el doblaje español, con voces que no terminan de cuadrar con los personajes y entonaciones un poco desganadas, definitivamente es uno de sus puntos más flojos.  Otro tirón de orejas se lleva el apartado de los subtítulos, pues aunque decidamos activarlos, solamente los tendremos disponibles en las cinemáticas y no aparecerán durante las conversaciones ingame, aunque al estar doblado a nuestro idioma no es algo que lleguemos a echar en falta salvo en momentos en los que haya mucha acción y no lleguemos a escuchar las voces.

Y por supuesto no podía faltar otra de las joyas de la corona: el modo online. No es solo que podamos jugar la campaña en modo cooperativo junto a otras tres personas -aunque por desgracia perdemos el multijugador local-, sino que ofrece uno de los PvP más aclamados por los usuarios que estaban deseando volver a echarle el guante. Aquí nos encontramos una amplia variedad de modos de juegos que van desde los habituales deathmatch en solitario, por equipos, captura la bandera, etc.…hasta otros tan singulares como supervivencia por oleadas o incluso un partido de fútbol a balazo limpio.

En esta ocasión Microsoft se ha decantado por un nuevo sistema de recompensas basado en temporadas, de manera que cada X tiempo tendremos disponibles nuevos objetos cosméticos y rangos que irán rotando, lo que nos obliga a estar jugando constantemente si queremos conseguirlo todo. El gran ausente de este modo online es sin duda el modo Forge, el increíble editor de niveles que nos permitía crear nuestros propios mapas y modos de juego personalizados, aunque es de esperar que lo acaben incluyendo en futuras actualizaciones.

En definitiva, Halo: Reach vuelve a la vida para seguir demostrando por qué es una de las entregas más queridas de la saga y darle una segunda vida a una saga que no pasa por su mejor momento. Microsoft se ha currado muchísimo esta versión de manera que los jugadores del original volverán a revivir todos los buenos momentos que pasaron frente al televisor, mientras que los nuevos jugadores descubrirán una de las franquicias más populares que han podido pasar por alto. Seguiremos esperando que vayan apareciendo el resto de entregas, próxima parada: Halo Combat Evolved.