Cuando se anunció un juego de Indiana Jones, no sabía qué esperar. Los antiguos juegos de la saga tiraron por lo típico, aventuras gráficas que le iban a la saga cinematográfica como anillo al dedo. Han pasado muchos años desde aquello, y aunque después de eso hubo algunos intentos, nada cuajó. Así que la llegada de un juego de la mano de MachineGames era, como poco, una apuesta arriesgada. Casi tanto como cambiar el ídolo por un saco lleno de arena del mismo peso. Pero al contrario que en la película, los desarrolladores financiados por Microsoft han dado en el clavo, e Indiana Jones y el Gran Círculo es un éxito.

Estamos ante un juego de aventuras, plataformas, sigilo y acción en primera persona, cada una en su justa medida. Indiana Jones y el Gran Círculo es un acierto en casi todas las propuestas que ofrece, todo ello rematado por un aspecto visual potentísimo y una historia de lo más interesante. Comenzando por esto último, este juego sigue los estándares de la saga de películas. Empezamos con un misterio menor, la desaparición de un ídolo en el museo donde Indy trabaja, y todo se irá complicando poco a poco. El título del juego da una pista de lo que vamos a ir descubriendo, y se junta con ese elemento paranormal tan típico de los filmes.

Pero aunque la historia atrapa al jugador, no es en absoluto su mayor virtud. De hecho, he pasado muchísimo tiempo explorando las zonas del juego, alejado de esa misión principal, porque el juego ofrece mucho más que eso. Personajes secundarios de lo más memorable, muchos de ellos completamente secundarios, inundan El Vaticano, Egipto o Sukhothai, un lugar de Tailandia, entre otros. Todos los personajes están perfectamente doblados, así que es una pena no hablar con ellos y que te expliquen su historia.

La misión principal y las secundarias variarán, pero os podéis imaginar de qué va a ir el asunto: recuperar antiguas tablillas para que no caigan en malas manos, explorar polvorientas tumbas llenas de peligros, colarnos sin permiso en campamentos llenos de enemigos sin que nos vean o resolver puzles para poder entrar en la siguiente habitación de la caverna. Muchos de los objetivos podrán ser resueltos de varias formas. Podemos batirnos en duelo con varios soldados, pero también usar el sigilo para pasar desapercibidos. El juego ofrece al jugador las herramientas para que haga con ellas lo que quiera.

El combate cuerpo a cuerpo es interesante, podremos usar los puños -con diferentes movimientos- o usar armas para golpear con más fuerza. He acudido a ellos en muchos momentos, sobre todo cuando hay enemigos en solitario que no suponen grandes amenazas. También podemos usar armas de fuego, siendo la pistola de Indy la principal, pero pocas veces ha surgido el momento de usarla. Por último, el látigo también puede usarse para atacar a los enemigos, pero se me olvidaba su presencia en un gran número de ocasiones. Lo importante es que la acción está trabajada y si queremos que Indiana aporree a sus enemigos, lo conseguiremos.

Por otro lado, tenemos el sigilo, que también funciona muy bien, aunque con ciertas discrepancias. Los enemigos reaccionan a lo que hacemos, pero nos dan mucho margen, quizás demasiado. Es bastante fácil pasar desapercibido, incluso en las dificultades altas. También es sencillo acabar con uno solo de los enemigos sin que los demás se enteren. Este es, quizás, el mayor problema que ofrece el título. Aunque es divertido pasar desapercibido y engañar a los enemigos, creo que necesita de más reto. 

Pero bueno, esos enemigos a los que nos enfrentamos, ¿Quiénes son? Pues como no podía ser de otra forma en un juego de Indiana Jones y el Gran Círculo nos enfrentaremos a nazis. Dado que el juego se ambienta en los años treinta, obviamente los nazis están haciendo lo de siempre; intentar amasar poder. Está en las manos de Indi, con las herramientas antes mencionadas, detenerlo.

Dejando atrás la acción, podemos hablar del plataformeo. Aquí es donde el látigo cobra verdadera importancia. Lo usaremos para balancearse por todos los lugares, o para llegar a zonas inalcanzables para los hombres sin látigo. También tendremos que usar saltos y demás florituras, todo ello con la pericia que caracteriza al Doctor Jones.  Los mapas están perfectamente configurados para este tipo de exploración, y  la aventura está servida para todos aquellos que tengan ganas de ver recreaciones históricas e investigarlas en todo su esplendor. Podría pasar horas por los lugares que Indiana Jones y el Gran Círculo ofrece. Y tiene un buen número de objetos coleccionables para que esa exploración sea aún mas intensa.

Todo este ajetreo en forma de combate, sigilo o plataformeo puede ser mejorado a lo largo del título, de una forma muy interesante. La exploración ofrece libros que tienen temáticas parecidas a la habilidad que queremos mejorar. Mejor atletismo para huir de los nazis, ser más sigilosos al andar, mejorar nuestra mochila o muchas otras cosas. Pero no vale con descubrir y coleccionar el libro, necesitamos puntos que conseguiremos explorando y avanzando en la trama. 

Una vez hemos usado el látigo para llegar a ese templo escondido, llega la hora de enfrentarnos a los puzles. El juego tiene un selector de dificultad también para los puzles, separado del de combate. Personalmente, no me ha parecido que los puzles fueran difíciles, además de que tiene un sistema de pista muy interesante. En las primeras horas de juego, Indiana tiene acceso a una cámara de fotos, que tendrá doble labor a lo largo del juego; por una parte, sirve para documentar ciertos eventos y situaciones -y darnos puntos necesarios para la subida de nivel nombrada en el párrafo anterior-. Por otra parte, si nos quedamos atascados en un puzle, la cámara nos irá dando pistas cuando las necesitemos.

La interfaz de Indiana Jones y el Gran Círculo es sin duda otra de sus virtudes. La mayoría de cosas se hacen visualmente, como por ejemplo los mapas. El juego no pone pegas para encontrarlos, y para abrirlos, Indy lo abrirá en el propio juego, de forma muy natural. Para activar mecanismos u observar objetos, tenemos que pulsar el botón correcto o girar la pieza. Aunque tenemos ciertos elementos de la interfaz que necesitan de ser más director, en momentos me ha recordado al juego de King Kong donde la interfaz era casi inexistente; está todo tan bien integrado que te sientes dentro. 

Visualmente estamos ante una obra maestra. Todo está muy elaborado, animaciones -como las necesarias para abrir una puerta o saltar-, recreación de los lugares o personajes, todo roza la perfección. De hecho, estamos ante un juego que no se inicia si no tienes una gráfica bastante moderna. Indiana Jones y el Gran Círculo ha puesto a mi RTX 4060 Ti de rodillas, a pesar de la buena optimización. El ray tracing luce espectacular, junto a unos diseños casi perfectos. Por otro lado, la banda sonora suena cuando tiene que sonar, sin abusar del tema principal, y con temas que casan perfectamente con lo que el juego busca. El doblaje, ya mencionado, es una clase magistral de como hacer las cosas. Si hay algo en lo que no se puede poner pegas, es en esto.

En resumen Indiana Jones y el Gran Círculo es el videojuego de aventuras que estabas esperando. Si no te gusta la saga o no has oído hablar de ello, tienes un juego de aventuras muy competente, divertido y variado. Pero si has crecido con la trilogía, este juego te va a encantar. No suelo hacer declaraciones tan categóricas, pero este juego es lo que un fan de los juegos de aventuras se merece. Ni más, ni menos.