Indivisible era un juego que nos tenía en ascuas. Proveniente de una campaña de micromecenazgo en Kickstarter en 2015 y por parte de los creadores de Skullgirls, los californianos Lab Zero Games, nos llega su más reciente obra, donde han demostrado que lo suyo no pasa únicamente por crear y dibujar escenarios y personajes a mano de forma brillante, sino que también han demostrado ser lo suficientemente valientes como para experimentar con varios géneros hasta encontrar una mezcla lo suficientemente interesante como para apostar todas sus ideas a ella, y podemos decir que, en esta ocasión, han ganado. Aunque vamos a centrarnos en tres mecánicas en partícular: Las plataformas, el backtracking, y los elementos RPG.

En Indivisible conoceremos las historia de Ajna, una joven muy especial que vive con su padre en una tranquila aldea. Su padre se encarga de entrenarla día a día, algo que Ajna no comprende, y que le lleva tener ciertas situaciones de tensión con su progenitor. Uno de esos días, y después de una discusión con su padre, Ajna se aleja de la aldea, justo para darse cuenta al poco tiempo que su aldea esta en llamas. Al llegar, puede observar aterrorizada como su padre cae vencido de la mano de un caballero desconocido, al servicio de Lord Ravannavar, y en un ataque de furia, Ajna se lanza contra al caballero a la vez que se activa su poder latente. Este poder, no es ni más ni menos que la capacidad de absorber gente y transportarla a un mundo interior, desde el cual se podrán invocar para combatir, y que además, conferirán a Ajna ciertos poderes y habilidades.

Es así como comienza Indivisible, con nuestra nueva habilidad recién adquirida, y Dhar, el caballero que asesinó a nuestro padre en nuestro interior, el cual se verá obligado a ayudarnos en contra de su voluntad y guiarnos hacía Lord Ravannavar para culminar nuestra venganza. Pero no será Dhar el único personaje al que podremos alojar en nuestro mundo interior, nos encontraremos a varios personajes que se nos unirán de buena gana o después de realizar alguna sencilla misión, y pronto tendremos un equipo competente para combatir. Además, algunos personajes le darán a Ajna ciertas habilidades, o la posibilidad de usar ciertas armas, cuando no estemos en combate. En el tema de los combates, veremos a los enemigos en pantalla, y al acercarnos a ellos nos llevaremos la grata sorpresa, de que se ha desarrollado un sistema de combate fuertemente inspirado en el sistema de combate del juego Valkyrie Profile, donde cada botón del mando esta asignado a cada uno de los personajes, y atacaremos y defenderemos pulsando el botón adecuado, en el momento adecuado, y creando variantes de nuestros ataques con la cruceta.

Es un sistema de combate original, que entenderemos fácilmente, pues quitando los ataques combinados que podremos hacer con algunos compañeros, y la experiencia obtenida en cada combate, que sube de nivel, y las estadísticas con él, pocos elementos RPG más vamos a encontrar. El resto del tiempo manejaremos a Ajna por unos escenarios en 2D, donde se enfocan las mecánicas de plataformas y exploración. Lo que en principio parece circunstancial, las plataformas, acaban convirtiéndose en parte fundamental del juego, con auténticas secciones exigentes, donde tendremos que medir muy bien nuestros saltos y planificar nuestros movimientos. La parte de exploración se apoya en mecánicas de backtracking, e iremos encontrando áreas o pasillos a los que no podremos acceder hasta otro momento en el que poseamos el ítem o habilidad necesaria para ello. En estas zonas podremos encontrar mejoras de vida y defensa, u otros personajes que añadir. El conjunto de mecánicas funcionan mejor de lo esperado, y el desarrollo de la aventura, de entre 15 y 20 horas, nos dejará un buen sabor de boca.

El apartado audiovisual de Indivisible es francamente asombroso. No por lo técnico, sino por lo artístico. Después de ver Skullgirls sabíamos que a Lab Zero Games se le daba muy bien la animación, y dibujar todos los elementos a mano, pero este trabajo es un salto exponencial desde su anterior trabajo, se han superado a si mismos con unos sprites de buen tamaño, buena animación, con bastantes detalles, y lo han unido con escenarios de gran belleza, también dibujados a mano. El Z-Engine, motor del juego, creado por la propia desarrolladora, muestra de lo que es capaz, con unos movimientos totalmente fluidos, incluso en momentos de mayor carga, con varios personajes en pantalla, realizando varias acciones a la vez, y los efectos gráficos que estas producen. Será fácil creer que estamos ante un anime en movimiento, no en vano el Studio Trigger y Yoh Yoshinari se han encargado de crear la introducción.

Para el apartado sonoro, el estudio californiano ha contado con un invitado de lujo, Hiroki Kikuta, creador de la banda sonora del gran Secret of Mana y su secuela, recientemente bautizada en occidente como Trials of Mana, ya que hasta hace poco no había sido lanzada oficialmente en occidente, y se le conocía como Secret of Mana 2. Nos obsequiará con temas de corte alegre y perfecta ejecución, ideales para el aspecto desenfadado del título.

Es evidente que la fusión de géneros que Indivisible nos propone es bastante satisfactoria. El punto débil de esta amalgama es el desarrollo argumental, demasiado sencillo y superficial para un RPG. No es que la historia este necesariamente mal, pero en ocasiones falta coherencia, en otras reclutaremos aliados sin razón aparente, y luego comprobaremos que estos aliados son planos al no tener desarrollo ni evolución durante el desarrollo de la historia. Supondremos que Lab Zero Games ha profundizado tan poco en estos elementos voluntariamente, y que su foco eran las mecánicas jugables. así se podría entender que la sencillez del argumento y sus premisas, sirvieran para proveer de elementos a las mecánicas en lugar de para profundizar en la historia y sus personajes.

A pesar de todo esto, el juego sigue funcionando a la perfección, los sectores de plataformas empiezan siendo un mero acompañamiento y acaban cobrando un protagonismo refrescante, y a la vez, la exploración se apoya en estos sectores para ir consiguiendo mejoras, y cumpliendo misiones secundarias. Pronto disfrutaremos del backtracking del que tampoco se abusa en demasía, y siempre es interesante volver a aquel pasillo que no pudimos cruzar, o a aquella planta que no cortamos. Todo tiene su recompensa, y eso es bastante satisfactorio. Y del combate poco más vamos a decir, totalmente inspirado por la obra de Tri-Ace, y la gran estrella del juego. Todas estas características hacen que Indivisible sea un juego muy recomendado, pero sabiendo que nos vamos a encontrar, no sería justo decir que es un plataformas, pero tampoco llamarlo RPG, lo mejor, como siempre, es jugarlo y juzgarlo por uno mismo.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por 505 Games