Hace casi tres años Kena: Bridge of Spirits llegaba a los sistemas de Sony y a la Epic Games Store, y un año después lo hacía a Steam junto a una actualización gratuita -también disponible para el resto de sistemas- que contenía la opción de Nueva Partida+, accesorios varios, Pruebas de Guía de Espíritus, más trajes, mejoras en el modo foto y algunos añadidos en materia de accesibilidad. Los usuarios de sistemas Xbox han tenido que esperar todo este tiempo pero por fin reciben este notable título que hay que admitir que mantiene el tipo perfectamente hoy en día, sobre todo por su impresionante apartado visual que ya sorprendió en su lanzamiento, y todo esto teniendo en cuenta que proviene de un estudio indie.

Ember Lab es un estudio fundado en 2009 por los hermanos Mike Grier y Josh Grier en Orange, California. Con un pasado enfocado en la creación de animaciones, cortometrajes y publicidad, Ember Lab probó suerte en el sector de los videojuegos con Kena: Bridge of Spirits, y no les pudo ir mejor con su primer título. Kena: Bridge of Spirits, que la propia Sony utilizó para enseñar músculo de su consola PlayStation 5 en sus primeros compases en el mercado, fue aclamado por la crítica por su impresionante estilo visual y sus secuencias de video donde se notaba la experiencia en animación de los chicos del estudio desarrollador, además de una jugabilidad bastante solida.

Kena: Bridge of Spirits nos presenta la historia de Kena, una joven guía espiritual que debe atravesar un bosque mágico en busca del acceso al santuario de la montaña. Pero este bosque que debemos explorar está plagado de espíritus atrapados a los que debemos guiar a seguir su camino hacía el más allá, y de una muerte y corrupción que ha afectado a la tierra y deberemos eliminar con ayuda de los Rots. A medida que Kena interactúa con los espíritus y resuelve los conflictos que aún tienen pendientes, descubre una historia profunda sobre la naturaleza del bosque y su propia relación con él. La narrativa esta bien desarrollada a pesar de que la historia pueda ser algo simple, aunque esto no es un problema si la historia esta bien contada, como es el caso.

El juego combina elementos de plataformas, acción y aventura con un enfoque en la resolución de sencillos puzles para poder avanzar o abrir nuevos caminos, además de un combate con elementos que nos resultarán más que familiares. El bosque en el que se desarrolla la aventura y la aldea que hace de nexo a las diferentes áreas del bosque forman un mapeado de un tamaño considerable donde se premiará la exploración debido a los distintos coleccionables disponibles – lugares de meditación para aumentar nuestra vida, gorros para personalizar a los Rots y gemas que son la moneda del juego- y a los propios Rots que deberemos de encontrar. Y hablando de Rots, estos son unas pequeñas criaturas que pueden sintonizar con el poder de Kena y que conforme las vayamos encontrando pasarán a formar una parte indispensable de la jugabilidad.

Los Rots que ayudan a Kena, juegan un papel crucial en varias de las mecánicas principales del juego permitiendo la manipulación del entorno y la realización de tareas específicas al más puro estilo Pikmin. Podremos mandar a los Rots a mover objetos pesados, a activar interruptores, a purificar los núcleos de las zonas corruptas, etc. También de los Rots depende conseguir nuevas habilidades que iremos desbloqueando en un sencillo árbol de habilidades -que depende del número de Rots encontrados, de los 100 disponibles- y además serán parte fundamental del combate como veremos a continuación.

El esquema del combate de Kena: Bridge of Spirits nos va a resultar muy familiar, cualquier jugador de la saga Souls o de juegos similares enseguida identificarán que aunque de forma no tan profunda, todos los elementos que están en este juego, dos tipos de ataque, fuerte y débil, la opción de fijar al enemigo, saltar -doble salto en este caso-, esquivar, defensa con opción a parry si la activamos en el momento indicado, y como novedad, se añade el uso de los Rots, a los que podremos mandar a molestar a los enemigos dándonos ventaja a la hora de atacarlos o tiempo a realizar otra acción. Para completar las opciones de combate, Kena dispondrá de un ataque a larga distancia a través de un arco espiritual que le permite lanzar flechas espirituales y si lo usamos en pleno salto el tiempo se ralentizará el tiempo al más puro estilo Breath of the Wild.

Audiovisualmente Kena: Bridge of Spirits es un título sobresaliente, con un apartado visual muy bonito, lleno de detalles, con entornos exuberantes, iluminación dinámica, efectos de oclusión ambiental, y una dirección artística de primera. Mención aparte de las secuencias de video, donde se nota y mucho el buen hacer de los desarrolladores y su pasado vinculado al mundo de la animación, no vamos a nombrar a Pixar pero casi. En cuanto a rendimiento tampoco nos vamos a poder quejar, con un Modo Rendimiento que garantiza los -necesarios- 60 frames por segundo y un Modo Fidelidad que da prioridad a la calidad gráfica y a la resolución a costa de jugar a 30 frames por segundo. La banda sonora compuesta por Jason Gallaty, ofrece una mezcla de melodías orquestales, ambientales, y tribales que refuerzan la atmósfera mágica y emotiva del juego.

Kena: Bridge of Spirits es un juego con alma, que a pesar de que la historia no sea su mayor reclamo, luce una atractiva narrativa apoyada por las magistrales secuencias de video, muy por encima de la media en elaboración y dirección. Esto ayuda a que el resto de apartados del juego, notables por si solos, formen un título sin grandes fisuras y con pocos fallos a tener en cuenta -quizá la IA enemiga podría dar más de sí, el sistema de combate aunque solido no tiene mucha profundidad, o la simpleza de la historia que ya hemos mencionado-. Sin conocer el motivo para que Kena haya tardado tanto en llegar al ecosistema Xbox, no podemos más que recomendar encarecidamente a sus usuarios el hacerse inmediatamente con el juego, es una gran y bonita experiencia que merece ser jugada.