La saga LUNAR es una de las grandes joyas del JRPG clásico, un ejemplo perfecto de cómo la narrativa, los personajes y la música pueden combinarse para crear una experiencia inolvidable. Aunque no alcanzó el mismo nivel de popularidad que franquicias como Final Fantasy, dejó una huella indeleble en el género, convirtiéndose en un título de culto para los amantes de las historias bien construidas y cargadas de emoción. Su primera entrega, LUNAR: Silver Star Story, fue lanzada originalmente en Mega-CD y estableció las bases de este universo fantástico con una historia de aventura, sacrificio y amor, mientras que su secuela, LUNAR: Eternal Blue, fue publicada en Mega-CD en 1995 y llevó estos conceptos a un nivel mucho más profundo, con una trama más madura y melancólica. Ambos juegos fueron publicados posteriormente en PlayStation a finales de los años 90 añadiendo algunas pequeñas mejoras, siendo estas las versiones que se ha tomado como base para LUNAR Remastered Collection.

LUNAR: Silver Star Story narra la historia de Alex, un joven aventurero que sueña con convertirse en el próximo Dragonmaster, siguiendo los pasos de su héroe Dyne. En su viaje, está acompañado por Luna, su amiga de la infancia, junto con otros personajes como Nash, Mia, Kyle y Ramus, quienes aportan dinamismo y profundidad al desarrollo de la trama. Lo que comienza como una aventura juvenil pronto se convierte en una épica sobre el sacrificio, la lucha por la justicia y la búsqueda de la verdad detrás de la Diosa Althena, una figura central en el universo de LUNAR. La relación entre Alex y Luna es el corazón del juego, construida de manera excepcional a lo largo de la aventura, generando momentos de gran impacto emocional. Este desarrollo de personajes es una de las razones por las que LUNAR sigue resonando entre los jugadores décadas después de su lanzamiento.

A nivel jugable, LUNAR adopta un sistema de combate por turnos con un componente táctico que, a diferencia de otros JRPGs de la época, permite a los personajes moverse dentro del campo de batalla, agregando un componente táctico a la estrategia del jugador. La posición de los personajes influye en el alcance de los ataques y en la capacidad de esquivar o evitar habilidades enemigas, lo que obliga al jugador a pensar de manera más dinámica en cada enfrentamiento. Aunque no es un sistema complejo, su accesibilidad y fluidez hacen que el juego se centre más en la historia y en el desarrollo de los personajes, sin que el combate se convierta en una barrera.

Cada personaje en el juego tiene habilidades únicas que evolucionan con la historia. Alex, como protagonista, es un experto en ataques físicos y habilidades con la espada, además de aprender técnicas mágicas a medida que avanza su viaje. Luna, por su parte, cumple un rol de apoyo con habilidades curativas y potenciadores que pueden cambiar el rumbo de una batalla difícil. Nash destaca por sus hechizos eléctricos, que son poderosos pero requieren un uso estratégico debido a su consumo de MP. Mia, la maga elemental, puede infligir daño a múltiples enemigos con sus hechizos, mientras que Kyle actúa como un poderoso combatiente cuerpo a cuerpo con ataques devastadores pero menor velocidad.

El diseño de los enemigos también juega un papel importante en la experiencia del combate. Mientras que algunos enemigos menores pueden derrotarse fácilmente con ataques físicos, otros requieren un uso más astuto de las habilidades mágicas para explotar sus debilidades elementales. Los jefes, en particular, presentan mecánicas únicas que exigen planificación y adaptación constante. Algunos de ellos poseen habilidades que pueden afectar a varios personajes si no se gestionan bien las posiciones en el campo de batalla, lo que refuerza la importancia de la mecánica de movimiento introducida por el juego.

Uno de los mayores logros del juego es su banda sonora, compuesta por Noriyuki Iwadare. La música juega un papel fundamental en la construcción de la atmósfera, desde los temas de batalla hasta las melodías que acompañan los momentos más emotivos. Luna’s Boat Song, en particular, es una pieza icónica que captura la esencia del juego: melancólica, hermosa y profundamente significativa dentro de la narrativa. La dirección artística del juego también merece reconocimiento, con un estilo visual vibrante y una ingente cantidad de escenas animadas de alta calidad que elevan la inmersión y refuerzan el impacto emocional de la historia.

Si bien LUNAR: Silver Star Story estableció un estándar elevado para los JRPGs narrativos, LUNAR: Eternal Blue llevó la franquicia aún más lejos, ofreciendo una historia más profunda, compleja y emocionalmente devastadora. En lugar de repetir la fórmula del primer juego, esta secuela optó por un enfoque más maduro, con personajes que enfrentan conflictos morales y desafíos más difíciles. Hiro, el nuevo protagonista, es un aventurero que se encuentra con Lucia, una joven que busca llegar a la Torre de Althena para prevenir un desastre inminente. Su relación, a diferencia de la de Alex y Luna, es mucho más difícil y marcada por la distancia emocional. Lucia, inicialmente fría y ajena a los sentimientos humanos, atraviesa una transformación extraordinaria a lo largo de la historia, convirtiéndola en uno de los personajes más memorables de la serie.

El tono de LUNAR: Eternal Blue es más oscuro y pesimista que el de su predecesor, abordando temáticas sobre el sacrificio, el miedo al cambio y la lucha contra el destino. La historia no solo se centra en la aventura de Hiro, sino que explora las emociones y las consecuencias de sus decisiones, ofreciendo un nivel de profundidad narrativa poco común en los JRPGs de la época. La evolución de los personajes es mucho más compleja, y las relaciones entre ellos están construidas de manera que el jugador realmente siente el impacto de cada momento clave.

En términos de jugabilidad, el combate mantiene la estructura del primer juego, pero con mejoras que lo hacen más desafiante y estratégico. En Eternal Blue, los enemigos son considerablemente más difíciles que en el primer juego, con patrones de ataque más complejos y mayor resistencia. Esto obliga al jugador a usar objetos de manera más táctica y a gestionar el uso de MP con mayor cuidado. Además, el sistema de posicionamiento sigue siendo clave, ya que ciertos ataques enemigos afectan zonas específicas del campo de batalla. La distribución del equipo es esencial para minimizar el daño y maximizar las oportunidades de ataque.

El sistema de progresión en Eternal Blue también es más exigente, con habilidades que requieren un uso más inteligente para optimizar los combates. Los hechizos mágicos tienen efectos más poderosos, pero también mayores costos de MP, lo que añade un factor de administración de recursos en cada batalla. Además, las batallas contra jefes no solo requieren una planificación cuidadosa, sino que también incluyen mecánicas específicas que obligan a cambiar estrategias sobre la marcha.

La música, nuevamente a cargo de Noriyuki Iwadare, es otro elemento que eleva la experiencia. Los temas reflejan la intensidad emocional de la historia, desde las piezas más melancólicas hasta las composiciones épicas que acompañan los momentos de mayor tensión. La calidad de la banda sonora y su papel en la inmersión del jugador son prueba del cuidado que se puso en todos los aspectos de la producción.

Visualmente, ambos juegos tienen una identidad artística muy característica que se ha conservado en esta colección de remasterizaciones. Inicialmente se nos presenta la opción de escoger entre dos modos: un modo clásico, que permite disfrutar de los juegos con los gráficos de la versión original para PlayStation permitiendo la posibilidad de añadir filtros CRT, y un modo remasterizado que incluye nuevos efectos, mejoras en la interfaz, aumento de resolución y soporte para formato panorámico. Así mismo se han regrabado las voces de los personajes, tratando de mantener la fidelidad con respecto a las voces de los actores originales, y mejoras de calidad de vida como la posibilidad de aumentar la velocidad de los combates.

El legado de la saga LUNAR sigue vigente, aunque la franquicia no tuvo tantas entregas como otras sagas de JRPG. Su enfoque en la narrativa y el desarrollo de personajes sentó las bases para futuros juegos que buscaban integrar elementos cinematográficos en su estructura. Aunque no alcanzó el éxito comercial de títulos más grandes, sigue siendo un referente en cuanto a la combinación de historia y jugabilidad dentro del género. Esta colección remasterizada supone la primera oportunidad de disfrutar de forma oficial en Europa de las versiones originales de unos auténticos clásicos que ayudaron a definir las bases del género, además gracias a Clear River Games tendremos una edición física. Incluso hoy, si bien han sido muy superados a nivel de mecánicas y gráficos, todavía tienen la magia y el encanto suficiente como para convertirse en relatos que resonarán en vuestra memoria como jugadores mucho después de haber sido completados.