Hace justo ahora 21 años -que se dice rápido- que Sir Daniel Fortesque llegaba a nuestras flamantes nuevas consolas PlayStation. En mi caso, siendo un criajo -aunque ya con más edad de la que me gusta aparentar-, en forma de demo con la propia consola. Uno, que venía de los correctos gráficos que podía tener un Alex Kidd o un Sonic Chaos en su Master System 2, se quedó prendado enseguida de ese juego protagonizado por este simpático esqueleto. Y es que MediEvil no solo tenía grandes gráficos para la época, además su diseño artístico lo podía firmar perfectamente un tal Tim Burton. Un Tim Burton del que por aquel entonces yo no tenía aún mucha constancia de quién era, pero sin duda el juego desarrollado por  SCE Studio Cambridge ayudó a que acabase siendo fan de sus diseños.

Porque además, MediEvil no eran solo los gráficos. MediEvil era jugabilidad, era puzles, era variedad de situaciones, era variedad de escenarios que podían ser laberínticos -esa cueva de las hormigas…-, era variedad de enemigos, que perfectamente podían ser unas ranas, unos demonios, o unos espantapájaros. MediEvil era sonrisas, era el carisma de cada aliado, ¡era el caballero andaluz!, era el héroe fracasado, era el héroe que buscaba su redención.

Por lo que hace dos años, cuando se anunció por parte de Sony este remake, no tuve más opción que alegrarme y celebrarlo, y más aún viendo como iban saliendo grandes remakes de sagas ya olvidadas, como Crash Bandicoot o Spyro The Dragon. Y por fin lo tenemos en nuestras manos. De ello se ha encargado Other Ocean, responsables de distintos ports a consola de otros juegos como Minecraft o Thimbleweed Park.

Sabemos que MediEvil era muchas cosas. Pero… ¿lo sigue siendo este remake?

VUELVE SIR DANIEL FORTESQUE

Pongámonos en antecedentes: Hace años, el ejército real ganó la batalla contra Zarok el Nigromante. El campeón del reino, Sir Daniel Fortesque, murió en pleno combate de forma heroica. O, bueno, eso es lo que se dice. Realmente murió de un flechazo en el ojo sin poder siquiera llegar a la línea enemiga. Por desgracia para el reino, y por suerte para el caballero, Zarok ha vuelto para crear un nuevo ejército con el que poder conquistar el reino alzando a los muertos de sus tumbas. Muertos entre los que se encuentra Fortesque, claro está, que va a intentar aprovechar esta segunda oportunidad que le ha brindado el destino para demostrar la clase de héroe que es.

En general, el primer MediEvil era un Hack&Slash en el que había que superar distintos niveles luchando contra enemigos de distinta índole, y resolviendo algunos puzles. Para ello, Fortesque iba obteniendo diversas armas y accesorios que le iban a ayudar su aventura. Como comentaba anteriormente, su apartado artístico le diferenciaba de otras aventuras en 3D de la época, y sus valores de producción eran especialmente altos, con un gran doblaje que acompañaba a los personajes y una BSO que era de lo mejorcito del mundillo. Pero ¿por qué hablamos tanto de aquel juego y tan poco de este remake? Fácil. Porque este MediEvil es prácticamente copia 1:1 de la versión original.

Como nota curiosa, Sir Daniel siempre va a intentar mirar a la cámara para las capturas de pantalla

UN REMAKE CON ALMA DE REMASTER

No dudamos que el objetivo principal de Other Ocean era mantener la esencia del original. Y así ha sido. El juego ha recibido un enorme remodelado gráfico para adaptarlo a los tiempos que corren, dando como fruto unos gráficos resultones. No estamos delante de un referente gráfico, pero el estilo artístico tan marcado del juego hace que visualmente siga destacando. Y es que los diseños, tanto de los personajes como de los enemigos, entran por los ojos y constituyen un entorno bonito de ver.

El juego tiene un estilo burtoniano muy marcado

Los mapas de los distintos escenarios se han mantenido tal cual estaban en el original. El que recuerde los caminos, los secretos, y las soluciones de los puzles en el juego de PSX no va a tener que calentarse la cabeza demasiado porque aquí se va a encontrar exactamente con los mismos desafíos, para lo bueno y para lo malo. También se mantiene el overworld, que servirá para elegir las misiones a efectuar, pudiendo haber de vez en cuando distintos caminos a elegir tras completar una de estas.

Cada mapa tiene una duración bastante variable, teniendo algunos en los que la puerta final se encuentra prácticamente delante de nuestras narices, y otros en los que nos perderemos dentro de un laberíntico mapeado. Además, dentro de cada mapa podemos tener nuestra ración de puzles que, sin ser demasiado complicados en su conjunto, aportan variedad al desarrollo de cada misión. Ni faltará tampoco nuestra ración de secretos que se perderán si no exploramos concienzudamente el entorno en el que nos encontramos. No solo por los accesorios que nos podamos encontrar, sino para rellenar el caliz que nos da acceso a la galería de héroes.

La galería de héroes es un salón especial que visitaremos tras terminar cada misión siempre que recojamos el cáliz que aparecerá en cada una de estas, estando más o menos escondido dependiendo del mapa, cáliz que no será sólido -y, por tanto, no podremos recoger- hasta que no hayamos eliminado a un número determinado de enemigos. En este salón conoceremos a los héroes de antaño, algunos más recelosos del bueno de Daniel, y otros menos, y obtendremos distinto tipo de armamento y objetos que nos ayudará en las siguientes misiones. Es importante recoger los cálices del juego, puesto que los objetos obtenidos serán de gran ayuda en el transcurso de las partidas, teniendo además una sorpresita si los reunimos todos.

Donde quizá ha envejecido peor el juego es en la jugabilidad. Decimos que el juego mantiene prácticamente toda la esencia del MediEvil original, y esto incluye una jugabilidad que puede parecer un poco ortopédica a los jugadores de hoy día. Tenemos dos tipos de ataque, flojo y fuerte, más un tercero que utilizaremos pulsando el ataque fuerte para cargar el arma. Uno de los problemas que nos encontraremos es que los impactos contra los enemigos no se sienten, a veces nos veremos corriendo por el mapeado pulsando el botón de ataque sin parar y sin saber si realmente le estamos dando a alguien o no. Aún así, tenemos distintos tipos de arma, tanto cuerpo a cuerpo -espadas, martillos, porras…- como a distancia -ballesta, cuchillos…-. Tanto las armas a distancia como parte de las armas potentes del juego necesitarán recarga, ya sea de proyectiles, como de energía mágica, y para ello tendremos que tratar con unas no tan simpáticas gárgolas que nos venderán distintos objetos por el precio que crean oportuno.

Otra de las consecuencias de haber intentado acercarse lo máximo posible al original es la cámara. La cámara nos va a jugar unas cuantas malas pasadas. Si bien se ha mejorado respecto a la versión de PlayStation, sigue teniendo carencias, y seguiremos teniendo momentos en los que nos está atacando un enemigo y somos incapaces de verlo. Un añadido interesante que aparece en este remake es la cámara al hombro, que se muestra pulsando el gatillo izquierdo, y nos servirá para inspeccionar de forma más exhaustiva el escenario, habiendo cofres y objetos que puede que se nos pasen si no hacemos uso de ella, aunque por norma general no la echaremos en falta.

La cámara al hombro nos puede dejar bonitas estampas

Otro añadido interesante a la jugabilidad respecto a la versión de PlayStation es la posibilidad de equipar una arma secundaria, de forma que podamos cambiar entre las dos con un simple botón. Así podremos tener como arma primaria un arma cuerpo a cuerpo  y como secundaria una a distancia por ejemplo, y podremos ir alternando entre ellas sin necesidad de pasar por el inventario, como ocurría en el juego original. Esta será posiblemente la novedad que más agradezcamos, ya que dinamiza el juego de forma notable.

Además ahora tenemos un diario que hará las veces de bestiario y nos ofrecerá descripciones de bestias, de amigos, y de enemigos, leídas por la narradora y que muy de vez en cuando nos harán esbozar una sonrisa.

En cuanto al framerate, por norma general, se mantiene bastante estable, aunque, como ya se había visto en algunos videos prelanzamiento, por lo que no viene de sorpresa, de vez en cuando tendremos algunos bajones. Nada importante, no llega a afectar a la jugabilidad, pero sí que es cierto que se echa en falta una mejor optimización, sobretodo teniendo en cuenta que el juego técnicamente no es gran cosa.

Mención especial se merece el apartado sonoro. Con todos los temas orquestrados, sin duda hace notar los altos valores de producción que tiene el título. Además, el doblaje conserva las voces originales en gran parte, lo que es de agradecer, y todos los libros que nos encontremos por el camino, así como las descripciones del diario están leídas por una nueva narradora. Sí que es cierto que alguna voz puntual nos ha parecido algo sobreactuada, pero ha sido la excepcion a la norma.

En conclusión estamos ante un remake que sin duda satisfará a los nostálgicos, ya que se conserva la gran mayoría de elementos que hicieron destacar al juego original. No tenemos claro si atraerá a jugadores nuevos, ya que el combate se ha quedado algo anticuado, quedándose un poco simple y no dando sensación de impacto frente a los enemigos. Pero aún así MediEvil ofrece una experiencia que, aunque corta, es divertida y variada, por lo que quien compre el juego no va a quedar decepcionado.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Precision Spain