Vivimos un momento en la historia del videojuego en que las facilidades -relativas, por supuesto- que ofrecen las plataformas de publicación digital de contenidos, así como motores como Unity, permite a muchos pequeños estudios independientes sacar adelante sus proyectos en GOG, Epic o Steam, y desarrollar versiones para todas las plataformas habidas y por haber. Esto es lo ocurrido con el interesante Moons of Darsalon, que el pasado 19 de Abril de 2023 vio la luz en PC y, por fin y menos de un año después, hace lo propio para Nintendo Switch, Sony PlayStation 4 y 5, Xbox Series e, incluso, la a veces olvidada en los lanzamientos multiplataforma, Xbox One.
Moons of Darsalon viene de la mano de Dr. Kucho! Games que, de hecho, está integrado por un desarrollador único, con un perfil interesante y poco común, dicho sea de paso. Tras este alias se encuentra Daniel Manzano, más conocido por su faceta como productor de música electrónica que ha trabajado en piezas como “Belmondo Rulez”, “The Chase” o “Can’t Stop Playing”. En el mundo del videojuego, tuvo su primera aproximación en 2019 con un título algo menor pero igualmente interesante y al que os recomendamos que echéis un vistazo, PIlots of Darsalon, ambientado en el mismo universo aunque con una aproximación distinta y más limitada.
Pero centrémonos en el título que nos ocupa. Moons of Darsalon nos pone en la piel de un darsanauta de los accidentados en una de las lunas de Darsalon. Nuestra misión será conseguir que el máximo de nuestros compañeros regresen sanos y a salvo a la base más cercana de la luna en la que nos encontremos.
Bajo esta premisa tan sencilla nos encontraremos un juego con poca carga argumental pero cargado de toques de humor. Habrá momentos en que los darsanautas interactúen entre ellos verbalizando lo que piensan o sienten, a menudo con un toque ácido, e incluso nos encontraremos momentos de rotura de la cuarta pared.
La forma en que guiaremos a nuestros compañeros nos recordará a títulos clásicos como Abe’s Oddysee o Lemmings con momentos de acción y plataformeo, dependiendo de las dificultades que nos encontremos y tengamos que superar, y que pueden ser de índole diversa y por tanto requerir de distintas aproximaciones jugables para ser afrontadas. Básicamente, podremos dar órdenes sencillas -seguirnos, esperar, avanzar o retroceder- que ellos seguirán con cierta autonomía, aunque a veces requerirá de cierta actuación directa por nuestra parte como situar algún objeto que les ayude a superar un obstáculo o que iluminemos su camino, pues no avanzarán si no ven por dónde lo hacen.
Deberemos tener, además, cuidado y agilidad para evitar ser los causantes de precipitar a nuestros compañeros a un destino fatal, puesto que, cual Lemmings en su propio videojuego, si bien los darsanautas poseen cierta inteligencia propia de la que harán gala, si les ordenamos avanzar hacia un lugar que les supondría la muerte, lo harán sin dudarlo. Además, a estas inclemencias del terreno, que supondrán uno de los principales obstáculos a superar, habrá que añadir que Moons of Darsalon hace un uso inteligente de la climatología para añadir un extra de dificultad, ya que esta no se limitará a ser un agregado estético sino que influirá en el devenir de nuestro avance.
El otro aspecto, digamos, definitorio de la jugabilidad de Moons of Darsalon, es la existencia de alienígenas hostiles que nos complicarán la vida a menudo y que tendremos que despachar personalmente, añadiendo no solo un toque original a la mezcla sino bastante dinamismo al juego, en una muestra de lo que es inspirarse en clásicos del género, pero dándoles un enfoque propio y adquiriendo una identidad propia en el camino.
En cuanto a las misiones a seguir, nos encontraremos con que, a menudo, habrá modificaciones de nuestros objetivos a medida que vamos avanzando en la misión principal, según las necesidades que vayan surgiendo de mano de los darsanautas. Al comienzo de cada misión, se nos indicarán unos objetivos básicos que nos otorgarán estrellas según el número de darsanautas rescatados, si lo has hecho sin que sean dañados de ninguna forma, si has conseguido superar la misión en un tiempo bastante reducido y puntos extra si has conseguido todos los anteriores.
Para conseguir llevarlo todo a buen puerto no sólo contaremos con la habilidad de dar órdenes al resto de compañeros, sino que dispondremos de diversas herramientas como un láser para dar buena cuenta de los alienígenas, un jetpack para desplazarnos con cierta libertad por el escenario, linternas para iluminar los lugares oscuros, así como otras herramientas y vehículos que podremos usar para, incluso, modificar el terreno y crear rutas seguras donde no las hay.
Hablando del aspecto visual, no podemos negar que llama la atención.Moons of Darsalon bebe de la experiencia de su desarrollador con los micro ordenadores de 8 bits pero va más allá, ofreciendo un juego enmarcado en aquellos que, si bien se inspiran en una máquina concreta del pasado, no serían realmente posibles en sus circuitos, aunque haya llegado a imitar mediante filtros la visualización en un monitor CRT de forma bastante convincente, e incluso se hayan copiado las pantallas de carga de los juegos de cinta de la época. Hay que decir que, en algunos casos, hay juegos en los que el resultado es tan parecido a la máquina original que se puede llegar a dudar de si sería posible, pero este no es el caso. Dr. Kucho! ha hecho un gran trabajo al traernos un juego que, al mismo tiempo, nos trae a la mente el Commodore 64, pero sin embargo está muy alejado de lo que podríamos ver en aquella mítica máquina. Para ello se ha valido del uso de personajes bastante pixelados y de pequeño tamaño, pero con unas animaciones bastante fluidas, como era marca habitual en las versiones o ports del C64 con respecto a los, a veces enormes pero más ortopédicas, que mostraban máquinas como el Spectrum o el AMSTRAD CPC. También ha optado por una paleta de colores muy característica y que, de nuevo sin ser la propia del C64, sí que nos recuerda a ella, con predominancias de algún color concreto, y alejados del excelso colorido de máquinas como el AMSTRAD CPC o las escasez del mismo del ZX Spectrum.
El sonido, esta vez sí, imita a la perfección el chip original del C64. Además, podemos notar la mano del desarrollador y su oficio como productor musical, dejándonos unas melodías que no solo acompañan perfectamente al juego, sino que se quedarán en nuestra cabeza una vez terminemos de salvar darsanautas.
En conclusión, Moons of Darsalon nos trae un homenaje a varios títulos míticos, mezclando y añadiendo su propio toque o identidad, y todo con un aspecto audiovisual retro aunque con mejoras adaptadas a los tiempos, y todo eso realizado por una sola persona, lo cual lo hace más meritorio. Si eres de los que navegan la nostalgia y además las propuestas en las que se inspira te convencieron en su día, no puedes dejar pasar este Moons of Darsalon.