2024 comenzó hace relativamente poco y precisamente no lo hizo cargado de muchos juegos, aún así hubo títulos que han conseguido sorprender bastante. Uno de esos juegos, del que no esperaba nada y ha roto con todo, ha sido Pacific Drive, título que a pesar de ser un lanzamiento reciente, ya posee más de 5000 reseñas en la plataforma de Valve y cuenta con más de 200.000 copias vendidas. El título del debutante Ironwood Studios y co-editado por Kepler interactive, parece ser uno de esos títulos que dan que pensar ¿estaremos ante uno de los juegos del año? -para mí, sí lo es-. En 33bits nos hemos adentrado en este universo lleno de anomalías y hemos salido con vida y aquí os cuento como.
Lo primero si hablamos de Pacific Drive es hablar sobre su historia, es bastante normal que no seamos capaces de entender nada, el juego nos bombardea con muchas mecánicas desde el segundo 1 y por suerte, toda esta información estará guardada en un diario, lo mismo ocurre con las grabaciones de audio que sonarán por nuestro cassete. Esto es interesante, ya que conforme avancemos seguro necesitamos echar un vistazo atrás y es que la historia comienza de una forma un poco extraña, pero es que esa es la magia de este Pacific Drive, un título que ánima a explorar lo desconocido. Los diálogos de personajes son interesantes e ir descubriendo la historia de nuestro viejo cachivache de 4 ruedas tiene su aquel.
Por ponerlos en contexto, a pesar de ser un juego de supervivencia, género que últimamente está de moda con lanzamientos como Nightingale o Enshrouded, Pacific Drive va muchísimo más allá, ya que no estamos ante el típico juego donde estamos en una isla desierta y no tenemos más que nuestros puños. Está infernal historia comienza en la zona de exclusión Olímpica del Noroeste del Pacífico de Estados Unidos, que parece estar en constante modificación.
Por circunstancias del destino, nuestro carro no soporta esos cambios y acaba en el otro barrio. Por suerte, nuestro protagonista consigue una camioneta vieja y mugrienta. La misión es simple, escapar de la zona de exclusión. Aunque hay algo mucho más importante, sobrevivir, nuestro corcel de acero será nuestro escudo, nuestro salvavidas, no solo será nuestra máquina de viajes, sino que será nuestro centro de operaciones.
Llevaremos la casa a cuestas, no solo nos transportará, sino que también puede ser nuestro almacén e incluso tenemos una mesa de crafteo. A medida que avanza el juego y vamos consiguiendo mejoras, cada vez esta carrocería con ruedas forma más parte de ti de lo que puedes imaginar.
Pero no todo lo podemos realizar desde aquí, nuestro bólido solo podrá ser mejorado en zonas seguras, lugares donde las anomalías no perturben la tierra. En estas zonas sin peligro, la atmósfera será completamente diferente. Al igual que ocurre en la saga Resident Evil, en este caso también sonará una melodía mucho más tranquila cuando estemos en estos lugares. Están repartidas por todo el mapa, son zonas donde podremos curar nuestras heridas, personalizar nuestro vehículo, repararlo o incluso restablecer nuestras provisiones antes de realizar una incursión.
En estas incursiones nuestro inventario se encuentra limitado, esto no es un problema excesivo, aunque nos limita, Pacific Drive aprovecha a la perfección la gestión de inventario y aprovecha el «Si no es necesario, tíralo». No puedes por lo general llevarte todo lo que veas en las incursiones, aunque sí hay algo vital, ya que no somos nada sin nuestro vehículo y hay algo que resulta imprescindible: la gasolina. Sin ella nuestro auto de poco servirá y más teniendo en cuenta que todo el entorno es destructivo, incluso el aire está contaminado y nos hará disminuir la salud. Por suerte en las zonas seguras y en los coches destartalados, podremos conseguir gasolina, también hay gasolineras y bidones tirados pero escasean.
Si una pega hay que ponerle al título únicamente la encontraríamos en la optimización. Sobre todo cuando ocurren fenómenos meteorológicos en plena partida y es en estos momentos es donde la gráfica sufre, la temperatura de la CPU se dispara y se producen caídas de frames.
Sin embargo, como dije, está es la única pega que posee pues no es solo el ambiente, la banda sonora de este Pacific Drive también es un escándalo. Cada cierto tiempo, la radio reproducirá pistas aleatorias, lo sorprendente es que la melodía siempre coincide con la escena mostrada. No esperaba menos de Wilbert Roget, II, músico de cátedra que normalmente pone la parte sonora en grandes títulos como el reciente Mortal Kombat.
Sin lugar a dudas, perderme en la zona de exclusión olímpica no ha tenido desperdicio alguno, al principio cuando comencé esta aventura no esperaba nada de lo que ocurrió. Tanta fue la sorpresa que generalmente saco tanto puntos positivos como negativos pero Pacific Drive es excepcional. Mecánicamente estamos ante un survival de los que las dan y las toman pero es que no es solo eso, su banda sonora y su ambientación también ayudan pero la joya de la corona la encontramos en su modo historia, como dije bastante más arriba, no quiero desvelar nada de esta, es mejor que te tomes tu tiempo y lo descubras por tu propio pie. La trama tiene un ritmo excelente y presenta una trama adulta llena de misterio.
Si eres fan de lo misterioso, te gustan los juegos de supervivencia o simplemente quieres probar algo completamente diferente, Pacific Drive -disponible en PS5 y PC- es tu juego. Nosotros hemos disfrutado muchísimo la experiencia, tanto que vamos a seguir perdidos por su mundo. ¿Aún sigues leyendo, porqué no vas y lo compras?