Ya hace unos cuantos meses de la salida de Port Royale 4, y, como es obvio, la gente de Gaming Minds no ha estado parada. Así que extrañó a pocos cuando, a principios de Mayo se anunciaba su primer contenido descargable para poco más de dos semanas después. Contenido que se titula Port Royale 4 – Buccaneers, título que puede ayudarnos a ver por donde van a ir las cosas: sí, hablamos de pirateo. Y sí, puede que os venga una pregunta a la cabeza: «¿Pero el juego original no ofrecía ya sus dosis de pirateo?». Y la respuesta es también sí, pero aquí nos retorcerán las reglas un pelín para que ser pirata sea más restrictivo y más satisfactorio a la vez.

Si os preguntáis de qué iba Port Royale 4 podéis mirar el análisis enlazado en el párrafo anterior, pero básicamente consistía en ponernos al mando de un navío -o una flota de estos- en el Caribe en la famosa época de los exploradores del Nuevo Mundo. La teoría es fácil: compramos barato, vendemos caro, y ganamos dinero. Ah, pero en la práctica muchas veces no es tan sencillo, porque habrá que buscar los puertos donde hay excedentes de según qué productos, los puertos donde hay escasez de los mismos productos, ver que el viaje es lo suficientemente «corto» para no perder dinero con los gastos de mantenimiento en el barco… En general, había cierta necesidad de gestión que nos permitiría obtener beneficios. Eso sí, el juego nos permitía simplificarlo al máximo y darnos todas las ayudas posibles para que, si no queríamos, no calentarnos la cabeza.

Además podíamos «comprar» ciudades y pasar a gestionarlas para que produjeran y dejaran de producir lo que nosotros quisiéramos. Y si somos nosotros los que compramos y vendemos en estas ciudades, el negocio es redondo. En una ciudad metemos una plantación de algodón, la explotamos al máximo, compramos algodón ahí y la vendemos en la ciudad de al lado, donde hemos generado escasez anteriormente. Profit. Eso sí era capitalismo y no lo de hoy en día.

Y claro, teníamos a los piratas. Ya en Port Royale 3 apareció una expansión centrada en estos, Dawn of Pirates, que básicamente te restringía ciertas opciones del juego para obligarte a jugar como pirata. Buccaneers es algo parecido, pero al menos amplía el juego original en algunos apartados. Y aparece a un precio más que asequible.

En Port Royale 4, si queremos piratear con cierta impunidad, tendremos que comprar patentes de corso a los distintos países para convertirnos en… bueno, en corsarios. Con esta expansión podemos piratear libremente, sin restricción alguna. ¿Que queremos atacar? Atacamos.

Solo se podrá activar el contenido de la expansión en el modo Partida Libre, marcando una opción para jugar como piratas. Es una lástima y una oportunidad perdida, porque se podría haber hecho perfectamente una campaña centrado en estos, con la intención de llegar al tesoro de algún capitán legendario, y con cierta narrativa. Todos sabemos lo que gustan los piratas, ahí están los éxitos de Piratas del Caribe o La Isla del Tesoro, por lo que aprovechar una historia del estilo no hubiera estado mal.

En modo Bucaneros se nos aplicarán ciertas restricciones a la partida: esta vez la patente de corso viene dada por defecto por nuestra nación, así que no podremos atacar a los barcos y las ciudades de esta. Eso sí, cualquier otra nación es susceptible de ser atacada y, de hecho, la manera de ganar fama esta vez será saqueando convoyes y ciudades de los enemigos. Y de hecho, esta será casi la única manera de ganar fama, ya que esta vez comerciar entre ciudades no aportará fama a nuestra nación. Aquí hemos venido a piratear, no a comprar y vender.

La otra manera de ganar fama será cumpliendo objetivos. Y como no puede ser de otro modo, esta vez los objetivos estarán enfocados al pirateo, pidiéndote que saquees un número determinado de mercaderes enemigos, ciudades, o que derrotemos a los militares.

En general, y siendo sinceros, Buccaneers no aporta demasiado que no podamos hacer en el juego normal. Siempre podemos comprarnos una patente de corso y decidir ser piratas por nuestra cuenta. Pero es una manera de «obligarnos» a jugar de una forma que altera relativamente el juego original, dejándonos de comercios y dedicándonos a atacar y saquear, una experiencia que será mucho más directa y puede que satisfactoria para el usuario que tenga ganas de más acción. El modificar los objetivos y misiones de este modo ayudan a ello e incitan a jugar de esta manera.

Eso sí, como aporte, también podemos formar nuestra nación soberana, libre de cualquier otra nación, y poder ofrecer corso a otros navíos para que luchen por ti. Es un añadido interesante, pero de nuevo, nada que altere especialmente nuestra experiencia original.

En general, Port Royale 4 – Buccaneers es un DLC que nos aportará acción directa si nos hemos cansado del comercio del juego original o si nos apetece otra cosa, acercándonos más a una especie de Sid Meyer’s Pirates. Eso sí, no esperemos un cambio radical, porque no lo hay. Se puede quedar corto como contenido descargable, pero su muy bajo precio -4 euros a la hora de escribir este artículo- lo hace más atractivo. Y oye, ¿a quién no le apasiona la idea de ser un pirata?

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Kalypso Media