Indienova y Ratalaika Games nos presentan Rush Rover, un twin stick shooter donde manejamos a un pequeño robot y nos vamos adentrando en nivel tras nivel derrotando a robots enemigos mientras nuestro robot mejora y se va volviendo más poderoso. Un roguelike sencillo pero muy movido. Aquí en 33Bits os decimos qué tal es.
ROBOT A LA CARGA
Cada partida genera niveles propios proceduralmente, lo que incluye también items y armas. Como pasa en tantos Roguelike, hay un cierto factor de suerte para conseguir armas y objetos más efectivos en diferentes rondas. Pero en general, funciona bien sin descompensaciones serias entre diferentes partidas.
Hay una historia poco importante sobre la proliferación de la minería llevada por robots a lo largo de la galaxia, y cómo parte de esos robots han decidido revelarse y volverse hostiles. Nosotros debemos detenerlos, pero todo es muy parco narrativamente, al comienzo y final del juego. Realmente no hace mucha falta este apartado, pero tampoco creo que cueste mucho meter algunas pantallas con más información al comienzo y final del juego. Como digo, no es importante.
Desde una vista cenital controlamos a un robot con el cual debemos destruir a los robots enemigos e ir explorando sala tras sala cuya dificultad va en aumento. Para poder ir superando las cada vez más difíciles salas de combate, tendremos que ir acumulando la experiencia que sueltan los enemigos derrotados y la que podemos encontrar dentro de cajas. Además también encontraremos armas secundarias para esquivar o atacar mientras esquivamos. La arma principal puede ser modificable y potenciada con los puntos de experiencia que conseguimos, además de aumentar nuestro escudo máximo.
Contamos también con un dron independiente que también puede recibir mejoras, y es una valiosa ayuda complementando a nuestros disparos y acciones, especialmente cuando nos tocan momentos de esquivar mucho, sin poder centrarnos en la acción. Además hay retos, monedas y recompensas para enriquecer un poco el desarrollo.
A medida que sigamos avanzando y se vayan haciendo las cosas más difíciles nos encontraremos jugando una especie de «bullet hell» donde habrá que esquivar los ataques enemigos, el jefe de los primeros niveles es una buena prueba de ello. Además del modo Arcade, el juego también cuenta con un modo Esquive para que tengamos sesiones de prácticas de esquive de ataques bullet hell durante el mayor tiempo posible. Los controles no están mal si bien el direccionamiento del apuntado de las armas del robot se siente demasiado sensible a impreciso, los controles movimiento y de acciones especiales son inmediatos, rápidos y cómodos. El juego se domina en un par de minutos.
Como último detalle, cuenta con un modo cooperativo para jugar con otro amigo en la misma consola, por lo que se puede hacer más disfrutable. El segundo jugador, controla nada menos que al dron, en una suerte de juego cooperativo asimétrico curioso.
APARTADO TÉCNICO
Es sencillo y básico, imitando a los juegos de 16-bits, y son bastante coloridos y vistosos. Un pixel-art muy aparente y resultón al menos, con múltiples elementos en pantalla con ritmo rápido sin caídas. En lo referente a la banda sonora no destaca mucho: los chiptunes van en modo lista de reproducción con un tema tras otro sin llegar a engancharnos ninguno en general, este es otro de los puntos donde canta lo limitado de la producción.
CONCLUSIÓN
Rush Rover es un juego extremadamente básico pero entretenido, sobre todo si lo jugamos con alguien más. No destaca fuertemente en nada que hagan otros juegos del mismo género si bien el toque bullet hell que le dan en determinados momentos muestra algo de originalidad.
Como suele acostumbrar Ratalaika, logros/trofeos facilones -en unos quince minutos limpamos el juego-, como aliciente para los cazadores de estos hitos. Recomendable si se quiere disfrutar de una sesión de juego amena una tarde, favorecido también por su bajo precio.
Este análisis se ha realizado con un código cedido por Ratalaika Games