Hay sagas que marcan una época, y luego hay otras que se convierten en culto. S.T.A.L.K.E.R. pertenece a este segundo grupo, una franquicia que ha sabido capturar la esencia de los shooters de PC con alma soviética, una ambientación opresiva e inolvidable, y una mezcla de acción, supervivencia y rol que en su momento fue toda una rareza. En 2024, GSC Game World nos ofreció la trilogía completa en consolas por primera vez con S.T.A.L.K.E.R.: Legends of the Zone Trilogy para PlayStation 4 y Xbox One, con resultados muy sólidos y posteriormente una versión para Nintendo Switch con los necesarios recortes. Ahora, un año después, llega la Enhanced Edition, una versión pensada para la actual generación de consolas y PCs actuales, con mejoras visuales y de rendimiento que, aunque no reinventan la experiencia, sí la refinan lo suficiente como para justificar una nueva visita a la Zona.
Esta reedición no incluye contenido inédito, ni cambia mecánicas o añade funciones revolucionarias, pero sí pule lo que ya teníamos. Texturas de mayor calidad, mejores efectos de luz, una tasa de frames mucho más estable y un acabado general que deja atrás las limitaciones del hardware anterior. No es un remake ni un reboot, pero sí el punto de entrada ideal para quienes quieran sumergirse en este universo por primera vez sin sufrir las asperezas técnicas del pasado. Además, quienes ya jugaron la trilogía en PlayStation 4, Xbox One, o las versiones originales de PC notarán inmediatamente la diferencia, especialmente en fluidez, carga de escenarios y estabilidad.
La propuesta sigue siendo la misma: tres juegos, tres campañas independientes pero conectadas entre sí, un mundo que mezcla lo real con lo paranormal, y un diseño que prioriza la inmersión, la supervivencia y la tensión constante. No es un first person shooter al uso, ni un juego de rol tradicional. S.T.A.L.K.E.R. exige calma, planificación y nervios de acero. Y ahora, con esta Enhanced Edition, lo exige con gráficos mucho más potentes.
El primero de los tres juegos, S.T.A.L.K.E.R.: Shadow of Chernobyl, nos pone en la piel de un stalker amnésico apodado el Marcado. Despertamos sin recuerdos en la Zona, una versión ficticia del área que rodea la central nuclear de Chernobyl, afectada por un segundo desastre aún más extraño. Desde ese momento, nos vemos envueltos en una historia que mezcla experimentación científica, conflictos militares y elementos sobrenaturales.
A nivel jugable, Shadow of Chernobyl presenta un mundo semiabierto lleno de peligros, donde cada paso puede ser el último. Las armas se encasquillan, la munición escasea, las anomalías invisibles nos destrozan en segundos, y los enemigos humanos no tienen piedad. La clave está en moverse con cuidado, explorar, comerciar con otros stalkers y decidir en qué conflictos nos involucramos. La atmósfera es única, y aunque su IA y su control tenían sus taras, el diseño general sigue funcionando sorprendentemente bien.
S.T.A.L.K.E.R.: Clear Sky es el segundo juego en orden de lanzamiento, pero funciona como precuela. Aquí controlamos a un mercenario llamado Scar, que se ve atrapado en medio de un conflicto entre facciones en la Zona. Su objetivo será frenar la expansión de una peligrosa energía que amenaza con devorarlo todo. Aunque la historia intenta profundizar en los eventos previos a Shadow of Chernobyl, no está tan bien hilada ni tiene el mismo impacto.
En cuanto a mecánicas, Clear Sky introduce varios sistemas nuevos, como el control territorial entre facciones y una personalización más compleja de armas y equipo. La idea era ambiciosa, pero en la práctica el resultado fue desigual. Las mecánicas de facciones se sienten algo forzadas y no acaban de cuajar del todo, además la curva de dificultad está peor medida que en el resto de la trilogía. Aun así, sigue siendo una pieza interesante para quienes quieran conocer más del trasfondo del universo S.T.A.L.K.E.R., y con las mejoras visuales actuales se disfruta más que nunca.
El cierre de la trilogía, S.T.A.L.K.E.R.: Call of Pripyat es el más equilibrado. Aquí asumimos el papel de un agente del gobierno ucraniano infiltrado en la Zona tras un fallido intento de invasión. A diferencia de los juegos anteriores, Call of Pripyat se estructura en varias zonas interconectadas, con mayor libertad desde el principio y un sistema de misiones más abierto.
Lo que destaca en este juego es la sensación de estar en un ecosistema vivo: los stalkers tienen rutinas, los monstruos cazan entre sí, y los eventos dinámicos hacen que cada partida sea un poco distinta. Las anomalías y artefactos siguen teniendo un peso importante, y la exploración se ve recompensada constantemente. En conjunto, es el más amigable para los jugadores que se acercan por primera vez a la saga, y también el que mejor se adapta a los estándares actuales de jugabilidad.
Las mejoras de esta Enhanced Edition se notan desde el primer minuto. No hablamos de un salto gráfico al nivel de un remake, pero sí de una limpieza a fondo que beneficia mucho a la experiencia. Las texturas tienen más definición, los modelos de personajes y armas han sido retocados con más detalle, y la iluminación, ahora con reflejos en tiempo real y efectos como godrays o iluminación global, consigue crear atmósferas todavía más creíbles y opresivas. El agua y las superficies mojadas tienen ahora reflejos más realistas, los cielos son más dinámicos, y todo encaja perfectamente con la estética del juego. No han querido alterar la apariencia de los originales, pero sí se nota una actualización visual coherente y muy bien medida.
Más allá del apartado gráfico, lo que más se agradece es la mejora en el rendimiento. Las caídas de frames ocasionales que lastraban la versión de PlayStation 4 y Xbox One han desaparecido, los tiempos de carga son más cortos, y en general todo se siente más estable y fluido. En PlayStation 5, Xbox Series X|S podemos elegir entre varios modos de imagen y rendimiento, desde uno de calidad nativa hasta opciones que priorizan los 60 o incluso 120 frames por segundo, siempre que tengamos una pantalla compatible con VRR. Hay también un modo equilibrado a 40 frames por segundo para quienes buscan un punto medio. Detalles como un HUD más legible o una respuesta al control más precisa ayudan a que el conjunto se sienta mucho más cómodo y actual.
En la versión de PC también se han hecho los deberes. Se incluye compatibilidad total con Steam Deck, integración con Steam Workshop para facilitar el acceso a mods, guardado en la nube y soporte completo para mando. Además, por primera vez, los jugadores de consola pueden aprovechar el soporte para teclado y ratón si lo prefieren, y existe compatibilidad con mod.io para compartir y descargar mods entre usuarios de PC y consolas.
Si nunca has jugado a S.T.A.L.K.E.R. y tienes una consola de nueva generación o un PC actual, esta Enhanced Edition es sin duda la mejor forma de estrenarse. Recoge lo mejor del inicio de la saga, le da una capa de pintura, y lo presenta todo en un solo paquete a un precio más que razonable. La ambientación, el diseño de misiones, la tensión constante y ese toque soviético que lo impregna todo siguen siendo tan absorbentes como hace casi dos décadas.
Si ya jugaste la versión de PlayStation 4 o Xbox One en 2024 o a las originales de PC, la decisión es más matizable. Las mejoras técnicas son evidentes y agradecidas, pero no hay contenido nuevo ni cambios estructurales. Aun así, para los más fans o quienes quieran rejugar la saga en mejores condiciones, seguramente lo disfrutarán más. Además si dispones de las versiones de Xbox One, PlayStation 5, o los juegos originales en Steam, estos se actualizarán a sus versiones Enhanced Edition gratuitamente, todo un detalle de parte de GSC Game World, y que también invita a cuando completemos esta trilogía, seguir con S.T.A.L.K.E.R. 2: Heart of Chornobyl.