Shadow Man fue uno de esos juegos que, sin tener excesiva publicidad y llegando al final de generación de la era 32 bits, llegó a causar sensaciones increíbles entre el público, convirtiéndose a día de hoy en uno de esos llamados «juegos de culto». La aventura desarrollada por Acclaim en 1999 supo ganarse el corazón de la gente gracias a su alta calidad y su peculiar jugabilidad. Han pasado 22 años desde el lanzamiento de la entrega original en PSX, Nintendo 64, Dreamcast y PC y, como no podía ser de otra forma, nos llega ahora una de esas remasterizaciones tan de moda en la actualidad a cargo de Nightdive Studios. Bienvenidos a Shadow Man Remastered.

Me gustaría comenzar diciendo que cuando este juego llegó a la redacción, mi intención era que se encargase de su análisis alguien que hubiese jugado al juego original en su momento para poder hacer una mejor comparativa, ya que yo nunca llegué a jugarlo ni sabía nada sobre el mismo, pero al final la tarea terminó recayendo en mí. Por lo tanto, en este análisis le vamos a dar otro enfoque diferente al asunto, el de una persona que juega a Shadow Man por primera vez en su vida, por lo que también será útil para quien lo juegue ahora por primera vez ¿Cómo habrá tratado el paso del tiempo a este juego tan querido por los usuarios? ¿seguirá manteniendo el tipo en pleno 2021? Es hora de descubrirlo.

Shadow Man es una adaptación de la serie de cómics homónima de 1992, publicado por la editorial Valiant y teniendo como protagonista al antihéroe creado por Jim Shooter y Steve Englehart. En este caso controlaremos a Mike Leroy, el segundo Shadow Man, perteneciente a una estirpe de guerreros que se encarga de proteger el mundo de amenazas sobrenaturales con sus poderes vudú. Una noche, su mentora Nettie tiene una visión en la que ve como llega el día del juicio final a manos de Legión, un poderoso demonio, por lo que Mike debe viajar a la zona muerta y evitar el terrible desenlace.

Lo que nos ofrece este juego es una aventura de acción en tercera persona que personalmente me recuerda mucho a Legacy of Kain: Soul Reaver -aunque el juego del vampiro es posterior a este- tanto en su jugabilidad como en su temática. Tendremos que recorrer las diferentes localizaciones para conseguir objetos y poderes que nos permitan acceder a nuevas áreas a las que antes no podíamos en escenarios góticos y tenebrosos con montones de rincones por explorar.

Como remaster en sí, hubiese sido muy fácil lanzar el juego con un simple aumento de resolución y texturas mejoradas, sin embargo Nightdive Studios no se ha querido quedar ahí y nos brinda una de las remasterizaciones más trabajadas que se han visto en mucho tiempo. Además de la evidente mejora visual, se ha añadido una buena cantidad de contenido descartado en forma de nuevas zonas, enemigos, armas y objetos, audio mejorado y la inclusión de diálogos censurados, acceso rápido al equipamiento, mejoras en el control y algunas cosas más. Si hablamos en términos de la saga Kingdom Hearts, podría considerar esta remasterización como la versión «Final Mix».

La base principal del juego es el backtraking, además en el sentido más bestia de la palabra, y pronto nos daremos cuenta de ello. Aquí explorar cada rincón será crucial, hasta tal punto que asomarse por ese hueco por el que aparentemente no hay nada podría llevar al camino correcto o contener ese objeto necesario para avanzar que llevamos un buen rato buscando. Los templos, o lo que vendrían a ser las mazmorras clásicas de este tipo de juegos, parecen no seguir el esquema clásico de mazmorra>boss> recompensa, de hecho habrá ocasiones en las que al final de la mazmorra no hay absolutamente nada, ni siquiera un boss, y las recompensas serán los coleccionables que hayamos conseguido durante el trayecto.

Estos coleccionables son las llamadas «almas oscuras», habiendo 120 de ellas en total en todo el juego, y conseguirlas será muy importante para seguir avanzando ya que algunas puertas necesitan un buen número de ellas para ser abiertas. En cierta forma pueden recordar a las 120 estrellas de Super Mario 64, solo que en versión adulta. Y esto nos devuelve al tema del backtraking, ya que en ocasiones estaremos tan apurados que revisitaremos constantemente los escenarios para poder arañar aunque sea una o dos almas extra que nos van a venir muy bien, y es que céntimo a céntimo también se consigue una fortuna.

Respecto al manejo del personaje reconozco que era uno de mis mayores miedos, ya que en el fondo sigue siendo un juego con más de 20 años a sus espaldas y la mayoría de títulos de dicha generación no han envejecido bien, haciéndose muy duros de jugar a día de hoy. Sin embargo, el problema se ha resuelto de manera increíble, el manejo del personaje es muy bueno y cómodo tanto a la hora de avanzar como en el plataformeo, con unos controles precisos que rara vez nos van a dejar vendidos, tanto jugando con pad tradicional como con teclado y ratón. Incluso los controles de buceo, que tenía todas las papeletas para dinamitar todo el juego y ofrecer una experiencia horrenda, no solo resultan muy satisfactorios sino que me atrevo a decir que es uno de los más cómodos que he visto en juego alguno. No podemos decir que es un manejo perfecto, todavía se sigue encontrando cierto lastre que arrastra de su jugabilidad original, pero dentro de lo que supone adaptar un título clásico a día de hoy el resultado es fabuloso, tampoco se pueden hacer milagros.

El diseño de niveles es absolutamente genial, con unos escenarios muy bien diseñados, laberínticos pero sin llegar a ser caóticos, además con un estilo visual tremendamente bueno. Estamos ante un juego de la vieja escuela, tanto en el buen como en el mal sentido, lo que quiere decir que no tendremos ningún tipo de mapa o indicaciones para orientarnos más allá de nuestra propia memoria, lo que hará que nos sintamos bastante perdidos en las primeras horas de juego. En cuanto a lo malo, los niveles pueden llegar a hacerse muy pesados en el caso de que nos maten, ya que nos obligará a comenzar casi desde el principio de la zona y nos cansaremos de repetir el mismo camino una y otra vez, pero para eso tendremos la ayuda del guardado y cargado rápido con el que podremos reaparecer fácilmente en el lugar exacto en el que salvamos la partida.

Es hora de hablar ya del apartado gráfico, el elemento clave de esta remasterización. Sin ni siquiera haber jugado al juego original, desde los primeros minutos de juego ya pude darme cuenta del increíble trabajo realizado no solo a nivel de aumento de resolución, sino también con el añadido de nuevos shaders que hubiesen sido imposibles en su época y le dan al juego un aspecto muy resultón. Se ha añadido también mejoras como iluminación dinámica, oclusión ambiental, motion blur o profundidad de campo que le dan al juego un aspecto más propio de haber sido desarrollado en esta época imitando el aspecto retro que el de un juego retro mejorado. Por supuesto, corre perfectamente a 4K y 60fps sin caída alguna. Sí que me gustaría avisar de cierto defecto a la espera de ser solucionado y se trata de pequeños crasheos ocasionales que harán que se nos cierre el juego, muy molesto en el caso de que llevemos largo rato sin guardar, pero como ya digo se trata de un problema infrecuente que se solucionará en breve.

Sobre el apartado de sonido, también me ha parecido uno de sus puntos fuertes, en especial gracias al nuevo sonido binaural añadido que hará que sea fácil identificar la dirección de los sonidos en un radio de 360º, por lo que recomiendo altamente jugar con auriculares para disfrutar de una experiencia única. El juego viene doblado al castellano y además con un gran nivel, pues nuestro protagonista cuenta con la voz de Fernando Hernandez, uno de los más reconocidos actores de doblaje en España pero que lamentablemente siento que no terminar de pegarle del todo una voz como esa al personaje. El resto del voces varían, unos personajes cuentan con un doblaje excelente y otros tantos lo hacen por cumplir, pero en general roza un nivel alto.

Pero lo que más quiero destacar es sin duda la «banda sonora», si es que la podemos llamar así. En cada zona que visitemos no dejaremos de oír música formada principalmente por sonidos perturbadores tales como llantos, gritos, sonidos de taladro y demás efectos de sonido que no solo provocan sensación de incomodidad, sino incluso de miedo. Por contraparte, tendremos algunas melodías conocidas que le dan el toque excelso al juego, pues combatir contra Jack el destripador mientras suena una versión invertida de Claro de luna de Beethoven no podría ser más maravilloso, o incluso una versión adapta de The end de The doors en una zona que recuerda a Vietnam. Se nota mucho el esfuerzo de Acclaim por experimentar con el sonido para provocar sensaciones específicas en los jugadores y puedo decir que lo consiguieron con creces.

Conclusión final: Shadow Man es un juego al que el paso del tiempo ha tratado bastante bien, en gran parte propiciado por las innumerables mejoras añadidas en este remaster. Habiéndolo jugado por primera vez dos décadas después, puedo entender mejor el cariño del público por este juego y lo increíble que tuvo que ser jugarlo en su momento, ya que incluso a día de hoy es una obra que me ha tenido pegado a la pantalla hasta que lo he completado. Si vais con temor de que sea un juego solo para nostálgicos o no apto para la generación Z, desterrad ese pensamiento porque es perfectamente disfrutable por cualquier jugador, aunque por supuesto hay que tener una mentalidad abierta y asumir nuevamente que estamos ante un juego de una época en la que las cosas se hacían de otra manera.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por UberStrategist