Hablar de Shadowgate es hablar de un clásico bastante conocido pero que curiosamente no ha tenido una larga descendencia, pues remakes y ports aparte, la saga la componen solo tres juegos. El primer Shadowgate es una aventura gráfica de point & click en primera persona, que fue publicada en 1987 para Macintosh con versiones posteriores para PC, Apple II, Amiga, Atari ST, y Nintendo NES. Un primer remake sería publicado para Game Boy Color y Pocket PC en 1999, y un segundo remake, el juego que nos ocupa, llegaría en 2014, siendo esta versión la que acaba de desembarcar en Nintendo Switch. Como curiosidad, la segunda parte, Beyond Shadowgate, fue lanzada para PC Engine CD y TurboGrafx CD, y la tercera parte, Shadowgate 64: Trials of the Four Towers, para Nintendo 64.

Los padres de este remake son Zojoi, LLC, un estudio de Virginia, Estados Unidos, creado por David Marsh y Karl Roelofs, antiguos desarrolladores de ICOM Simulations, la desarrolladora original del primer Shadowgate. En 2012 buscaron financiación en Kickstarter, cosa que lograron y este remake pudo ver la luz en 2014. Esta versión para Switch ha corrido a cargo de Abstraction Games.

Por supuesto, traer una aventura del 87 hasta la actualidad, ha requerido un buen lavado de cara y tener que suavizar ciertas mecánicas que hoy en día se hacen bastante durillas, y hay que admitir que lo han conseguido con la introducción de distintos niveles de dificultad, y con varios atajos en la navegación por los menús que nos hará la vida más fácil, pues conforme avancemos, estos se vuelven mucho más densos.

 

 

Argumentalmente, Shadowgate nos presenta una historia muy simple. Somos el héroe denominado «la semilla de la profecía» y tenemos que adentrarnos en Shadowgate, el castillo viviente, para acabar con el mal que allí acecha: Talimar, el Lord Warlock. Simple y efectivo, quizá haya que mencionar que nos manda el mago Lakmir, y que el objetivo es encontrar el Staff of Ages para poder enfrentarnos a Talimar y al Behemoth. Con esta premisa nos adentraremos en Shadowgate a traves de transiciones de salas en 2D, donde deberemos observar e interactuar con lo que se nos presente.

El castillo está formado por salas de diversa índole, las habrá meramente transitivas, como un cruce de caminos, otras con un enemigo o enemigos a batir, y otras con puzles y acertijos, estas últimas muy abundantes, que mezclarán puzles de la versión original, con otros de nuevo cuño, con lo que los veteranos de la franquicia podrán aún verse sorprendidos.

Nuestra forma de interactuar con las salas será un puntero con el que podremos avanzar si señalamos una puerta o salida, o abrir el menú, esta vez giratorio donde podremos elegir entre acciones como ver, combinar o usar, items, que hayamos conseguido, como llaves, o hechizos que iremos aprendiendo conforme encontremos y leamos distintos pergaminos. Muchas veces cuando no sepamos como avanzar, no nos va a quedar más remedio que probar todo sobre el objeto o area a interactuar, lo cual, sobre todo al principio, se va a convertir en algo muy pesado, aunque los desarrolladores han intentado paliar esto con un segundo menú de acceso rápido donde se irán quedando las acciones que más utilicemos para agilizar el proceso.

Los puzles siguen manteniendo un alto nivel de dificultad y a veces nos va a requerir más tiempo del habitual dar con la solución, y tiempo es algo que el que haya jugado al juego original, sabe que no tenemos, pues una peculiaridad de Shadowgate es que si no tenemos antorchas para iluminarnos, la pantalla quedará totalmente a oscuras y moriremos sin remisión, por lo que hay que ir recogiendo todas las que veamos, o estratégicamente dejarlas en ciertas habitaciones iluminándolas, y tener en cuenta en todo momento nuestras existencias para no dar más vueltas de la cuenta. También hay que decir que en el nivel más fácil incluido en este remake, la mecánica se suprime al ser las antorchas ilimitadas.

También se ha añadido un NPC, Yorick, una calavera parlanchina que nos acompañará en nuestro inventario y a la que podremos preguntarle pistas en caso de que nos quedemos atascados. Por lo demás hay que admitir que el juego sigue siendo difícil, que entrar desprotegido a una sala puede significar la muerte inmediata, aunque para ello se ha añadido también un botón de salida inmediata, y que este tipo de juego puede no ser tan amigable para todos los públicos, aunque se ha intentado suavizar.

 

 

Shadowgate es un juego que por su propuesta se hace casi imposible de valorar en su plano técnico y recae todo el peso en su plano artístico, pues cada estancia es prácticamente una imagen estática sobre la que interactuaremos. Tendremos algunos efectos que actúan sobre la imagen, niebla, agua, fuego, pero generalmente será la imagen estática lo que se muestre ante nosotros y poco más. Sin embargo hay que decir que estos fondos dibujados a mano son de una gran belleza y realización. Consiguen ser creíbles y hacernos sentir que estamos en un castillo oscuro y decadente, que ha conocido tiempos mejores y algunos de ellos están exquisitamente detallados.

La banda sonora también ha sufrido un cambio muy importante, pues ha sido orquestada. Tendremos melodías ambientales de corte medieval que dará gusto escuchar, y un extra inesperado, pues también tenemos a nuestra disposición la banda sonora de la versión de Nintendo NES, que podremos elegir en el menú de juego y sustituir por la nueva versión orquestada, una opción para nostálgicos de los 8 bits. Los sonidos FX cumplen su función adecuadamente, no destacan pero se hacen notar de una forma correcta.

También hay que añadir que si decidimos jugar con la consola en modo portátil, el juego será enteramente manejable con la pantalla táctil, un añadido lógico pues el juego ha sido lanzado también en dispositivos móviles táctiles.

 

 

El fan de Shadowgate puede estar de enhorabuena por el trabajo realizado, con cuidado y respeto, pero sin conformarse con repetir la fórmula tal cual era en el 87, sino con añadidos que van a satisfacer a todo aquel que quiera rememorar este clásico. El problema viene con el nuevo público, porque a pesar de todos los esfuerzos en que el juego sea lo más amigable posible, sigue siendo un hueso duro de roer y un hijo de otra época que puede espantar al más valiente. Una mecánica de ensayo y error llevada casi hasta el extremo que puede no ser apta para cualquier paladar.

Sin embargo hay que aceptar que el trabajo realizado por Zojoi es loable y una puesta al día muy acertada para los que aun disfruten con este género de aventuras gráficas en primera persona. Y ojalá veamos algún día nuevos remakes de la segunda y tercera parte, y por qué no, una cuarta parte, totalmente actualizada y con una jugabilidad marca de la casa pero traída a nuestros días, mientras tanto sólo nos queda adentrarnos otra vez en el castillo viviente, veremos si salimos vivos esta vez.

 

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Big Games Machine