El ‘menos es más’ es tanto una frase y concepto potente, como algo que cuesta ver materializado en el mundo real. A veces menos… pues es menos, no hay otra. Si al gazpacho le quitas el pan no va a estar tan rico, digan lo que digan los puristas. Y aunque en los videojuegos sí podríamos pensar en esta premisa, muchas veces sí tienes ese ‘más’ dentro de las tripas. Pero es que este interesante Shift 87 definitivamente es un ‘menos es más’ de manual.
En esta entrada daremos el merecido protagonismo a otro título que demuestra el momento tan dulce que los juegos de terror están teniendo gracias a tantos equipos a veces más independientes, a veces más imbricados ya en editoras potentes. Pixelsplit se me antoja algo de lo primero, mezclado con lo segundo.
Porque aunque solo han parado por nuestro portal con su excelente juego narrativo de terror REVEIL, tienen una trayectoria interesante, así como proyectos futuros. De hecho, es que este Sifht 87 se desarrolla paralelamente a aquel juego de recuerdos circenses que tanto me convenció hace meses, aún con sus cosas que no me gustan ver tan extendidas en muchos juegos en estos tiempos. Y también este nuevo Shift 87 viene publicado por Daedalic Entertainment. Podemos entender esta tan interesante como breve experiencia como algo unido a REVEIL como disfrutarlo y valorarlo por si mismo. En mi caso, probado el anterior juego y sacados varios de sus finales, recomendaría jugarlo antes que este, pero no pasará nada de gran consideración si solo jugamos aquí.
Y ya describir Shift 87 es sumamente sencillo -no por nada el tráiler del final de la entrada no dura ni un simple minuto-, tenemos que detectar anomalías en tres escenarios distintos. Recorreremos los tres en cada ‘run’… o turno, porque estamos trabajando, somos unos trabajadores donde la forma de irnos a casa cuanto antes es hacer bien nuestro trabajo, en recorridos/turnos breves, o más largos si no hacemos nuestro trabajo adecuadamente.
Cuando digo que el juego es sencillo, es que es sencillo casi hasta el extremo. Nos movemos en primera persona y podemos correr, agacharnos, hacer zoom para mirar mejor, y usar nuestro aparato de anomalías si creemos que estamos ante una.
Y es que lo que Shift 87 propone simple y llanamente, es mirar los escenarios. Y mantener pulsado nuestro extraño aparato identificador de anormalidades con ‘B/círculo’. El botón de zoom es nuestro grandísimo aliado para mirarlo todo al dedillo.
Algunas anomalías son muy evidentes, pero otras, requerirán que hayamos comprendido bien cada escenario. Aquí tengo que hacer un inciso. En estos años donde el fotorrealismo y los motores gráficos no han dejado de mejorar, estamos muy acostumbrado a recorrer todo tipo de escenarios detallados y trabajados al menos visualmente, pero a los que prestamos la atención justa. Con que se vean bien y de manera coherente, nos vale y sobra.
Los escenarios de Shift 87 son los habituales de cartón-piedra donde no podremos interactuar para nada con ellos. Y una parte del encanto del juego viene porque si queremos culminar algunos turnos, y sobre todo, descubrir las 66 anomalías que el juego propone para que lleguemos a… ‘algo’, vamos a tener que agudizar la observación. Pero sobre todo, vamos a tener que luchar contra nosotros mismos.
¿Estaban todos esos nombres y eran los mismos en el escenario inicial?¿El nombre del recepcionista era el mismo?¿Y lo que había en la mesa?¿Esos archivadores estaban en esa misma posición antes?¿Y los relojes?¿Que nombre es el de esta oficina? Os lo aseguro, vamos a ver cambios por todas partes que no lo serán en realidad.
Las reglas son sencillas… pero no tanto.Si no hacemos adecuadamente nuestro trabajo repetiremos los escenarios en bucle. El trabajo bien hecho, las anomalías reales informadas a través de nuestro cacharro, es lo que nos permite avanzar al siguiente escenario, repetirlo varias veces, y vuelta al nuevo escenario. Cumpliendo con todo, habremos terminado nuestro turno y nos iremos a nuestra casita.
Obviamente tendremos claro que este trabajo y escenarios no son muy normales. Que los escenarios sean visuales y no interactivos no quita para lo bien hechos que están. Y que además hay golpes de diseño muy trabajados, además de sorpresas no especialmente agradables.
Pero podríamos soportar… más o menos… la repetición y la paranoia, si no estuviera el magistral sonido haciendo no solo que dudemos hasta de nuestro nombre, sino que nos haga estremecernos ante simples zumbidos eléctricos, o una lluvia que golpea nuestros tímpanos.
Recomiendo muchísimo jugar Shift 87 con auriculares. Cosas como la lluvia repiqueteando contra los techos y chapas en el escenario de la gasolinera, literalmente te envuelven. Pero es que el sonido posicional tiene momentos muy bien logrados. Tendremos sustos, o ‘jumpscares’ que les llaman ahora, por supuesto bien potenciados con ese logradísimo apartado sonoro. Pero es que también el sonido será muy importante a la hora de realizar nuestro trabajo.
Me cuesta extenderme, tanto para decir más cosas buenas, como justamente ponerle esos ‘peros’ que hay presentes en Shift 87. No son solo simples spoilers por revelar mucho, es que el juego sabe usar su sencillez de una manera muy buenas. Muy pocas cartas en la mano, pero de gran valor. Y es algo que cada cual debe descubrir por si mismo.
Parte de esos ‘peros’ vendrían quizás por la brevedad del juego. Cada turno se puede pasar rápido, yo dejaba de jugar tras completarlos, veinte-treinta minutos, dependiendo de como se me complicase la cosa y me obsesionase con reportar cambios. Y el juego consiste en reportar las 66 anomalías que tiene, presentadas sin un orden claro, de manera procedural. Una vez completadas, veremos lo que parece un extraño final y los títulos de crédito. En algo más de dos horas habremos llegado allí… aunque a mi me ha costado tres. Ya lo he dicho, me he tenido que pelear conmigo mismo en algunas ocasiones, y me ha encantado.
El problema no es la brevedad en sí, a mi me ha parecido que el planteamiento está muy bien estudiado y ajustado a lo que quiere del jugador. Y como digo, quizás hablar de lo que yo me he encontrado tras terminar este trabajo es decir demasiado.
Intentaría acotarlo a que muchos jugadores van a soltar un «¿En serio?» cuando logren ver los títulos de crédito. Para mi el hacerlo ha valido bien porque… pero aún con eso se me antoja todo un poco escaso, ya digo, no en la duración, sino en el remate, el faltarme algo que redondee mejor una idea tan interesante como bien presentada.
En cualquier caso, Shift 87 me parece una experiencia que hay que probar. REVEIL me gustó lo mío y es claramente más complejo y completo que este. Y sin embargo los diferencio con dos puntitos porque Shift 87 ha logrado fascinarme, lamentablemente sin terminar de conquistarme por su cierre.