Es fácil que Silt llame la atención en el enorme torbellino de lanzamientos que vivimos actualmente, y eso es un aliciente, pero puede convertirse en un handicap. Porque precisamente en esa vorágine de videojuegos independientes o de equipos pequeños, el uso de inspiraciones de juegos que han dejado huella puede hacer que aquellos que siguen su estela parecen posibles imitadores sin tanto que ofrecer como esos hitos en los que se miran. Y está claro que Spiral Circus Games ha mirado a los ojos de LIMBO, aquella aventura en blanco y negro de Playdead que ya cuenta con doce años, y que tantos juegos han usado de inspiración. Sin embargo, sería un error pensar así, porque esta aventura submarina ofrece elementos diferenciadores que la hacen destacar. Y por eso es importante hacerlo para que pueda llegar a la gente y recibir su merecida oportunidad.

Publicado por Fireshine Games -que ya me dieron otra agradable sorpresa hace poco con el también excelente Imp of the Sun-, la forma rápida y sencilla de definir a Silt es como un «LIMBO submarino», que realmente es como lo está presentando todo el mundo. Y como digo, sería un error quedarnos con esto sin profundizar un poco más en lo que podemos encontrar en esta interesante aventura.

En el único texto que vamos a leer en todo el juego nada más comenzar, nos dicen que debemos conseguir los ojos de los ‘Goliats’ para despertar a la Gran Máquina. Es ya un clásico el usar argumentos crípticos que el jugador debe interpretar a su manera. Y esas dos directrices serán las que nos lleven durante el juego.

Nuestro protagonista es un buzo anónimo que en un escenario parece que submarino, totalmente rodeado de agua, debe abrirse paso en cada ‘capítulo’, derrotar a una criatura al final de cada uno de ellos, y restaurar una gargantuesta maquinaria. Nos asaltará como preguntas el ‘donde’, ‘quien’, y ‘por qué’, que juzgaremos cada uno de nosotros si hemos encontrado respuestas a las mismas cuando lleguemos al final de nuestro viaje.

Empezamos encadenados, sin más información previa. Y así seguiríamos de no ser por la principal característica de nuestro personaje de cara a cumplir sus oscuros objetivos: la posesión de seres acuáticos. Manteniendo pulsado el botón, un hilo de luz sale de nosotros y lo dirigimos hacia aquellos seres susceptibles de nuestro control. Así, abandonando nuestro cuerpo, encarnamos a seres -peces en gran medida- con una habilidad propia, además de que por su naturaleza su forma de moverse también será diferente en algunos casos.

Poseyendo a esos inocentes pececitos que nos rodean podremos morder la cadena que nos mantenía sujeto al fondo, comenzando ya una aventura oscura, tenebrosa y fascinante.

La combinación entre ambientación, misterio y jugabilidad me parece muy lograda y satisfactoria. Visualmente me parece incluso encantador el muy trabajado diseño artístico… por extraño que parezca este calificativo en entornos tan tenebristas y hasta desoladores en algunos caso, pero con hueco para la sorpresa y la fascinación.

Pero es que es a nivel sonoro donde la ambientación se hace tremendamente redonda. Me extraña que no haya un aviso recomendando el uso de auriculares como otros juegos hacen. Porque sea por el uso inteligentísimo de ese sonido, sea justamente por la ausencia del mismo, o recordando gracias a él que estamos bajo el agua, me parece fascinante.

Y jugablemente estamos ante un desarrollo que engancha, que te pide más y más avance. Las partes donde debemos movernos bajo el agua no suelen ser las favoritas de los jugadores, pero aquí esto ayuda aún más a destacarlo a nivel jugable, rematando con el enfrentamiento contra los Goliats como sublimación del movimiento submarino y el uso de la posesión. Aquí es donde pongo el gran talón de Aquiles al juego. He empezado hablando de las dos formas de ver a Silt, y es ese diseño inteligente de puzles y situaciones lo que hace que nos quedemos con ganas de más, mucho más.

En este tipo de aventuras suele ser más erróneo prolongarlas con relleno que el tener una experiencia breve y controlada. Pero es que Silt funciona muy bien en lo que propone. Y esa brevedad -tiene una duración de unas tres horas, y no hay nada más al margen de la historia, salvo rescatar a otros buceadores encadenados- pasa factura porque me deja la sensación de que aquí se podría haber sacado más manteca. Salvando las distancias, recuerdo con cariño y ese mismo pesar a Out of Line, que también presentaba mecánicas y puzles interesantes, con un diseño artístico primoroso, y que también se hace breve por esto mismo.

Pero Silt es lo que es, una aventura que me ha dejado un excelente sabor de boca. Y quería recompensarlo con un numerito a la altura, esperando como con tantos equipos independientes que esto sea un pináculo para saltar a más altura en sus siguientes propuestas. Así que espero con ilusión lo que Spiral Circus Games nos traiga en el futuro.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Jesús Fabre