Es increíble como varios meses después de ser dada por muerta, aún siguen llegando a cuentagotas algunos juegos para Playstation Vita, aunque sean únicamente en formato digital y de menor presupuesto. Ahora le llega el turno a Super Wiloo Demake, un modesto y simplista plataformas de la desarrolladora LightUP y Ratalaika Games que por supuesto sale también a la venta en el resto de plataformas.

Nuestro protagonista Wiloo, junto con su amiga Agatha, consigue presenciar un día una invasión alienígena. Todo transcurriría de forma normal si no fuese porque los extraterrestres secuestran a su perro y claro, una ofensa así no puede quedar impune. Le toca a Wiloo enfrentarse a los extraterrestres a través de varios niveles para rescatar a su querida mascota y salvar al mundo de la invasión.

Super Wiloo Demake es un juego de plataformas bastante simplón que parece inspirarse en Super Mario Bros 3 -notese la similitud del nombre Wiloo, pronunciado Wailo, con el nombre de Mario-, al menos conceptualmente y salvando muchísimo las distancias, ya que no puede competir contra el gigante de Nintendo de ninguna de las maneras.  Como su propio nombre indica, estamos ante un demake: una versión con gráficos «empeorados» de otro juego, concretamente del juego Wiloo que salió a la venta en 2017 y es prácticamente igual en todos los aspectos excepto en el apartado visual como es evidente.

A través de un mapeado similar -nuevamente- al de Super Mario Bros 3 accederemos a los diferentes niveles que componen el juego. Nuestra misión será la de ir avanzando a través de niveles 2D consistentes en ir del punto A al punto B, contando con 5 mundos temáticos donde no faltarán luchas contra jefes finales y niveles bonus. En estos niveles tendremos que enfrentarnos a los alienígenas, unos seres con forma cuadrada a los que basta saltar sobre sus cabezas para hacerles caer. Por desgracia contaremos con tan solo tres tipos de enemigos que se irán repitiendo a lo largo del juego y a todos se les vence de la misma manera, por lo que no contaremos con una gran variedad y la repetitividad no tardará en hacer mella.

La simplicidad de la que hace gala es a su vez su mejor virtud y su peor defecto -desgraciadamente tirando más hacia el defecto-. En ese sentido se trata de un juego muy honesto que no engaña: en el primer nivel ya te muestran literalmente todas las mecánicas que van a aparecer a lo largo del juego. No esperes sorpresas ni nada nuevo, como una declaración de intenciones que dice «esto es lo que te espera y no hay más, tú decides si quieres darle una oportunidad».

Porque es totalmente cierto, los 50 niveles que componen Super Wiloo Demake son todos iguales pero cambiando el diseño de los obstáculos. En ningún momento sentimos que el juego escala en dificultad y se mantiene en todo momento en la misma línea que los niveles iniciales. Tanto si juegas al nivel 3 como al 44 te resultará igual de difícil -o de fácil- superarlo. Quizás en el último mundo es cuando empieza a aparecer cierto pico de dificultad, pero es una dificultad que llega muy tarde y mal, una dificultad que debería haber aparecido desde el segundo mundo e ir subiendo progresivamente. Mención especial a los jefes finales, a los que todos se derrotan de la misma manera y con una rutina de ataques que no da problemas en ningún momento.

Para facilitar aún más las cosas, contaremos con una serie de disfraces que iremos encontrando con los niveles: el de armadillo con el que podremos rodar, el de rana que nos permitirá mejorar el manejo bajo el agua, el de abeja nos permite volar durante un tiempo y finalmente el de unicornio, que nos permite lanzar proyectiles a distancia. Estos disfraces no sirven para otra cosa más que para hacer aún más fácil el juego, pues excepto muy raras ocasiones que se pueden contar con los dedos de una mano, conseguiremos todos los objetos y superaremos los obstáculos con nuestro aspecto normal.

No faltarán los habituales coleccionables. En cada fase habrá que conseguir tres medallas especiales que se ocultan a lo largo de todo el nivel. Por desgracia no nos supondrán reto ninguno, apareciendo prácticamente a simple vista y generalmente las conseguiremos en la primera pasada. Además de eso, podremos ir recogiendo monedas al más puro estilo Super Mario. ¿Y para que sirven estas monedas? Para absolutamente nada. Ni nos darán vidas extra -entre otras cosas porque contaremos con vidas infinitas- ni sirven para gastarlas en cualquier tipo de tienda o similar. Simplemente están ahí de relleno con la única función de ver como aumenta el marcador en nuestra pantalla cuando las cogemos, por lo que se podría decir que es absurdo molestarse en cogerlas.

Visualmente ya os podéis imaginar el resultado, un pixel art colorido y agradable pero que no va mucho más allá ni en diseños ni en animaciones. Incluso los niveles son bastante parecidos a pesar de tener temáticas diferentes. Respecto al sonido, tendremos melodías muy campestres pero que a la larga acaban haciéndose monótonas y pesadas, no son pegadizas y están ahí puramente para crear ambiente. Los textos, eso sí, estarán en español y con total ausencia de voces, pero tampoco le hacen falta.

Resumiendo, Super Wiloo Demake es un plataformas muy básico que gustará a los que quieren complicarse lo menos posible. Su simpático aspecto visual y su jugabilidad acaban atrapando, pero por desgracia su baja dificultad y su repetitivad terminan aburriendo. Tratándose de algo que podría haber dado para mucho más, al final queda limitado a un juego para iniciar en el mundo de los videojuegos a los más pequeños de la casa. Lo mejor  es sin duda su precio, pues por tan solo 5 euros de nada tendremos unas pocas horas de diversión.


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Ratalaika Games