Admito que no sabía absolutamente nada de la existencia del grupo musical The Superweaks hasta que jugué a este juego, aunque también es cierto que a mí me sacáis del mainstream y me pierdo completamente. Esta banda indie, en colaboración con la desarrolladora Team Lazerbeam, son los responsables de Teenage Blob, un videojuego un tanto especial que aúna lo mejor de ambos entretenimientos.

¿Y por qué le doy tanta importancia al grupo encargado de ponerle banda sonora al juego? pues porque no estamos ante un juego al uso, sino más bien ante una especie de «videoclip masivo interactivo» de esos tan de moda actualmente. Tendremos 6 canciones inéditas de la banda compuestas especialmente para este juego, que irán sonando mientras jugamos a una especie de minijuegos para amenizar la escucha, lo que hace que me cueste analizar este producto como un videojuego en sí, pero vamos a intentarlo de todas formas.

Aunque no lo creáis, tendremos un hilo conductor de la historia a pesar de su formato. El concierto de The Superweaks está próximo y nuestro amorfo protagonista, como fan incondicional que es, necesita dinero para comprar las entradas y unas botas bien molonas para darlo todo en la pista. Nuestra misión será la de pluriemplearnos en distintos trabajos que nos van a reportar ciertos ingresos para poder cumplir nuestro objetivo final.

Como es de suponer, dichos trabajos son los que van a conformar el planteamiento de los minijuegos, aunque no todos serán minijuegos como tal, a veces serán simples experiencias interactivas sin reto ni objetivo alguno. Contaremos con seis minijuegos, uno por cada tema del grupo que se incluye, los cuales paso a describir uno por uno:

  • New Year: Este es el minijuego inicial y diría que el menos interactivo de todos. Nuestra tarea será la de sacar al protagonista de la cama y hablar con nuestra unidad parental – ya entenderéis esto-, para lo cual tendremos que elegir las respuestas que queramos para responder a sus preguntas.
  • Paperperson: Aquí tendremos que coger nuestra bicicleta y atravesar una calle para repartir periódicos en las casas que nos indiquen mientras esquivamos el mobiliario urbano. Como habréis adivinado, este minijuego es un homenaje al clásico Paperboy.
  • Tony Dork: Nos ponemos un disfraz de rana, pillamos un skate y tendremos que salir a la calle a hacer piruetas para impresionar al público y chocarle la mano a la gente. La jugabilidad se inspira mucho en juegos como California Games o el más reciente OlliOlli.

  • Guitar Zero: El nombre es bien explicativo, pues es una parodia de juegos como Guitar Hero o Dance Dance Revolution. Tendremos que pillar nuestra guitarra e ir pulsando las flechas que van apareciendo en pantalla en el momento exacto para aumentar nuestra puntuación. Diría que es el minijuego más divertido del recopilatorio.
  • Ghoststeps: Ya tenemos la vestimenta adecuada y hemos conseguido entrar en el concierto, ahora nos toca colocarnos en las primeras filas. Con cada dirección del joystick controlando cada una de las extremidades, tendremos que ir agarrándonos a cosas -y personas- para movernos entre la gente. Es bastante divertido y original.
  • The deepest blue: Tras finalizar el concierto, llegamos a nuestra casa y caemos rendidos en la cama con un sueño totalmente profundo en el que nos sumergimos en las profundidades del océano. Este minijuego es puramente contemplativo y tendremos que mover a nuestro personaje por el agua mientras avanzan los créditos.

Una vez explicados los minijuegos, es importante recalcar que jugarlos todos tan solo nos va a llevar unos 30 minutos, una cifra que se nos puede hacer muy corta incluso para un indie de muy bajo presupuesto, pero de esto ya avisan en su ficha de Steam así que no engañan a nadie. Además, el precio de venta de 6’60€ tampoco ayuda a resolver nuestras dudas sobre si comprarlo o no. Sin embargo, no se nos hará tan doloroso si tenemos en cuenta que no solo estamos comprando un juego, sino también un nuevo album del grupo con 6 temas nuevos que lo cierto es que bien lo merecen.

Resumiendo, es difícil calificar Teenage Blob como un videojuego, sino más bien como un musical interactivo muy satisfactorio. Es de entender la reticencia de la gente a comprarlo teniendo en cuenta su duración y su precio, pero puedo asegurar que no nos va a defraudar y nos va a dejar con una gran sonrisa si nos gusta el indie rock. Yo por mi parte, me subo al carro de The Superweaks y ya me he hecho fan de la banda.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Future Friend Games