Si hablamos de Terminator hablamos de uno de los personajes más legendarios de la historia del cine. La franquicia creada por James Cameron en 1984 ha contado con varias secuelas -a cada cual peor, todo hay que decirlo- y como era inevitable, se publicaron varios videojuegos en consolas de 8 bits y arcade durante su máximo apogeo. Desde entonces el personaje parecía no volver a intentar suerte en el sector, eso hasta que el estudio Teyon rescató la franquicia para ofrecernos Terminator: Resistance, que ahora llega a la nueva generación de Xbox en una versión mejorada bajo el nombre de Terminator: Resistance Complete Edition.

Los que ya conocen la saga saben de sobra su argumento, pero no está de más recordarlo: En el futuro, el desarrollo de las inteligencias artificiales y su evolución hicieron que los robots cobrasen consciencia propia y vieran a la raza humana como una amenaza, comenzando así el exterminio de los humanos, lo que se conoció como «El día del juicio final». En Terminator: Resistance encarnamos a Jacob Rivers, un miembro de la resistencia contra las máquinas cuya misión es encontrar a su pelotón, para lo cual tendrá que hacer frente a las criaturas mecánicas y colaborar con otros miembros para su supervivencia.

Hablando sobre el juego en sí en lineas generales, en Terminator: Resistance encontramos un first person shooter con toques de RPG que nos lleva a enfrentarnos a las máquinas en el futuro postapocalíptico ya descrito por las películas. Nos encontramos con un mundo semiabierto con localizaciones explorables pero en cierta forma muy lineal, esto quiere decir que no tenemos un mapeado enorme y libre al estilo Fallout 3, sino más bien algo similar a The Last of Us 2 para hacernos una idea.

El esquema jugable siempre es el mismo: empezamos en nuestra base de operaciones en la que uno de nuestros compañeros nos ofrece una o varias misiones, nos trasladamos a otra localización donde hay que cumplir los objetivos requeridos y una vez allí volvemos a la base para repetir la jugada. A pesar de esta mecánica no se nos hará repetitivo, ya que cada nueva misión nos emplaza a una localización diferente pero nunca dejando de lado la ambientación catastrófica que caracteriza a la ambientación del título.

Dentro de cada zona semiabierta encontraremos varios emplazamientos que hacen las veces de lugar seguro -o no tanto- en los que encontraremos recursos y podremos guardar la partida. Estos recursos a su vez sirven para fabricar objetos tales como botiquines, ganzúas o munición para las diferentes armas que encontraremos. Aquí entra en juego también la parte RPG, pues al completar misiones y derrotar enemigos conseguiremos puntos de experiencia para ir subiendo de nivel y desbloquear nuevas perks en el árbol de habilidades correspondiente, entre los que se incluyen craftear más recursos, aumentar el daño de las armas o desbloquear nuevos sets de objetos.

En cuanto a los enemigos, como ya hemos dicho, las máquinas serán los principales rivales y encontraremos arañas robóticas, torretas, drones y como no, el temible T-800 que nos pondrá en más de un aprieto. El sigilo también forma parte fundamental de la jugabilidad, pues muchas veces será más viable evitar los enfrentamientos y pasar de largo a enfrentarnos a cuerpo pelado a los enemigos, esto también nos puede ayudar a la hora de hackear a ciertos enemigos para que nos echen una mano en combate y hacer las cosas más fáciles.

Pasando ya a esta edición en concreto, si lleva el título de Complete Edition es por algo y efectivamente, estamos ante una «edición GOTY» del juego que fue lanzado en 2019 para la pasada generación. Esta edición viene acompañado de ciertas mejoras como 60 fotogramas por segundo tanto en Series X como en S, resolución de 4K y 1080p en ambas consolas respectivamente y un selector de FOV.

A su vez, esta edición viene con un par de expansiones que ya estaban en PS5 y llegan ahora a Xbox: Linea Aniquilación nos permite controlar a Kyle Reese, protagonista de la primera película y nos ofrece una historia paralela a los hechos del juego. Por otra parte tenemos el Modo Infiltrador, el cual se trata de un DLC no canónico que nos ofrece la posibilidad de ponernos en la piel -o circuitos más bien- del propio T-800 y nos permitirá eliminar a los humanos bajo el punto de vista del bando enemigo.

Lo cierto es que Terminator: Resistance cumple de sobra con lo que se espera de un juego de esta franquicia, quizás no estamos ante un juegazo espectacular pero sabe captar perfectamente el espíritu de amenaza robótica y la sensación de indefensión cada vez que vemos un enemigo en la lejanía. Dentro de las posibilidades de la industria estamos ante uno de los mejores títulos basados en la famosa saga cinematográfica, con multitud de referencias y detalles que los fans de la saga de Cameron sabrán apreciar con gusto.