Los jugadores más veteranos seguramente recordarán The 7th Guest, el título que, junto con Myst, fue el heraldo de una nueva época marcada por la llegada de la tecnología CD-ROM al mundo de los videojuegos. The 7th Guest fue un juego de puzles que se hizo muy reconocible por aprovecharse de la mayor capacidad de almacenamiento que permitía el CD-ROM para ofrecernos la inserción de actores reales en entornos digitales mediante vídeos a pantalla completa.

Se trata, como podéis imaginar, de una experiencia que ha envejecido un tanto mal después de los treinta años que han transcurrido desde su publicación, puesto que la tecnología empleada, que tan novedosa resultaba a comienzos de los años 90, se ha quedado francamente desfasada y, visto hoy, el resultado que ofrecía puede resultar incluso un tanto casposo.

Por suerte, Vertigo Games ha conseguido recuperar la licencia de la saga para traernos una nueva entrega. Como no podía ser de otra forma al tratarse de un clásico que estuvo entre los pioneros a la hora de aprovechar una tecnología revolucionaria, los desarrolladores han decidido aprovecharse de otra tecnología también revolucionaria para devolver The 7th Guest a la vida: la realidad virtual.

En The 7th Guest VR, encarnamos a un personaje que, por razones que inicialmente desconocemos, viaja a la mansión de Henry Stauf para revivir las acciones de varias personas desaparecidas. Henry Stauf era un juguetero con un misterioso pasado al que, al parecer, le encantaba invitar a su mansión a hombres y mujeres de la alta sociedad que habían caído en desgracia, con la promesa de un premio que solucionase sus desdichas siempre y cuando fuesen capaces de resolver los enigmas situados en las distintas habitaciones. Nuestra tarea consiste en descifrar los recuerdos de estas personas, resolver los enigmas planteados por Stauf y, por último, desentrañar las trágicas verdades que esconde la mansión.

La historia se mantiene casi intacta en este remake y se ha apostado por el mismo estilo de presentar actores reales dentro de los entornos digitales, pero, como es lógico, no se han podido reaprovechar las escenas de video y las actuaciones del juego original, por lo que todo ha tenido que regrabarse con otros actores y se ha perdido un poco del encanto tan particular de las actuaciones originales. Los actores que representan a los PNJ parecen sobreactuar un poco, pero el resultado es, a pesar de la ligera tosquedad de la técnica de fotogrametría, fascinante. Encaja a la perfección con el tono fantasmagórico y por momentos onírico del juego.

En general, The 7th Guest luce muy bien y la combinación de un entorno detallado con los actores reales hace que deambular por la mansión resulte muy agradable, a pesar del tétrico ambiente subyacente. Para poder movernos tenemos las clásicas opciones de movimiento libre o mediante teletransporte y hay numerosos ajustes de accesibilidad en el menú, de forma que cada uno pueda adaptar la experiencia de realidad virtual a la manera en que le resulte más cómoda.

La jugabilidad, como en el titulo original, continua centrándose en la resolución de puzles. Los puzles son nuevos, aunque algunos están basados en conceptos y situaciones del titulo original, y se han diseñado pensando en aprovechar las posibilidades de la realidad virtual, aunque en ocasiones la interacción con los objetos importantes no resulta todo lo precisa que debería de ser. A pesar de que el juego se basa esencialmente en mover y tocar objetos, nuestras manos virtuales tienden a resultar un tanto imprecisas y esto hace que a veces sea un poco complicado solucionar los puzles. Puede llegar a ser muy frustrante tener la solución de un puzle en nuestra cabeza y acabar necesitando varios minutos para lograr materializarla debido a las imprecisiones del control, aunque estas situaciones, por suerte, resultan bastante ocasionales.

Los puzles están bien pensados y siempre son justos y lógicos. The 7th Guest también tiene un sistema de pistas y permite llegar incluso a la resolución automática de puzles canjeando monedas coleccionables que podemos encontrar en el escenario. Este sistema de pistas resulta un tanto intrusivo y personalmente recomendaría no utilizar las monedas, ya que todos los puzles se pueden resolver sin demasiado problema con algunos minutos de reflexión y, para evitar caminatas innecesarias, prácticamente en todas las estancias se nos proporcionan las herramientas necesarias para la resolución de los puzles situados en dicha habitación, aunque es una buena idea para evitar posibles frustraciones.

The 7th Guest VR es, en conclusión, uno de los mejores juegos de puzles que se han lanzado en realidad virtual. Vertigo Games ha hecho un trabajo magnifico insuflando nueva vida al clásico. Han conseguido un juego excelente y que, sin duda, gustará a todos los amantes de los juegos de puzles y a los enamorados de las atmósferas tétricas.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por PLAION