La familia es lo primero y lo más importante. Seguro que habéis oído esta expresión más de un millar de veces, y Children of Morta vuelve a insistirnos en lo mismo. La familia es nuestro apoyo, un pilar inamovible, y sin ellos somos débiles y estamos expuestos. Pero por muchas ventajas que pueda tener la familia, siempre se crearán inconvenientes. El primero y principal es que la familia no se elige, y esto ocurre también en Children of Morta. No siempre están los que nos merecemos, pero si los que necesitamos.
Children of Morta es un hack‘n’slash roguelite con vista cenital inclinada con un pixel art muy trabajado. También tiene un componente cooperativo importante, aunque también se puede disfrutar en solitario. Como curiosidad, el título es un Kickstarter de principios de 2015, por lo que se ha hecho esperar bastante. Si hay algo en lo que el juego no innove, es su historia; la corrupción se ha despertado y tenemos que detenerla, ya que nuestra familia está destinada a hacerlo. ¿Y cuales es nuestra familia, os preguntaréis? Somos los Bergson, Guardianes de la Montaña Morta, obligados generación tras generación a enfrentarnos a los peligros que se levantan en esa montaña maldita.
Por eso mismo nuestros personajes son miembros de la familia, y muchas de sus habilidades están conectadas y afectan al resto de miembros. A continuación comentaré por encima los seis personajes, podéis pasar este párrafo si queréis que su aparición os sorprenda, puesto que es relevante para la historia. En primer lugar está el padre, John, que hace las veces de escudo de la familia y de pilar familiar. Su hija Linda es la arquera, rápida y mortal. Mark es un monje, que elige a sus contrincantes automáticamente al acercarse. Lucy es la maga de fuego del grupo, y su velocidad de ataque aumenta cuanto más tiempo seguido haga su ataque básico. Kevin es el hijo pequeño, y sus rápidas dagas junto a su invisibilidad hacen estragos entre los enemigos. Por último, Joey es el segundo tanque, el extraño pero no tanto, que usa un gran martillo para atacar en área. Además de estos hay unos pocos más miembros que no luchan, pero que son tan importantes como los que sí lo hacen.
La variedad de personajes es una de las dos razones que dotan de frescura al título. La otra es más sutil, pero también está atada a la idea de familia que el juego vende desde su comienzo. Como en todo buen roguelite -o roguelike-, la muerte solo es un paso más antes de volver a empezar; pero Children of Morta nos cuenta todos los tejemanejes de la familia entre partida y partida. La vida diaria de unas personas destinadas a guardar la montaña durante toda su existencia. Sus mejores momentos comiendo en familia o entrenando, pero también los malos, como cuando uno de los miembros se entera de la muerte de su mujer a la que hacía tiempo que no veía. Esta cotidianidad, en contraposición a la violencia y brutalidad del juego, es la que dota de momentos de calma e introspección al título. Por mucho que combatamos, por muy mal que nos vayan las cosas, la familia siempre estará ahí.
Aunque ya he hablado de los personajes, quiero hablar un poco más de la jugabilidad. Children of Morta es un juego rápido; a pesar de que dos de los personajes se usan para tanquear en gran medida, moverse es fundamental. Todos los personajes tiene al menos una forma de esquivar, y algunos tienen hasta tres. También influye el tiempo de invulnerabilidad tras cada golpe, que aunque existe es bastante reducido. El estatismo no es una opción. Por otra parte, hay ataques en área, golpes que aturden, invisibilidad y otra cantidad de efectos. Cada personaje tiene tres habilidades que irá desbloqueando eventualmente, además de otras habilidades activas de las que ya hablaré más adelante.
La mejora de los personajes es pausada, ya que el farmeo va aumentando poco a poco durante el juego. Solamente mejoramos a los personajes de dos formas; primero, con el dinero que conseguimos al matar enemigos y explorar lugares. Con el dinero mejoraremos pasivas que nos darán más daño, más vida, más oro durante el combate y muchas otras cosas, todas compartidas por todos los familiares. La segunda es la experiencia ganada combatiendo; esta experiencia la cambiamos por los poderes que he comentado antes, y por otras pasivas, siendo estas personales de cada personaje. El hecho de que el dinero mejore a la familia y no al personaje es importante y beneficioso; si no mejoramos mucho a uno de los personajes, no se quedará muy atrás, ya que su ataque y vida subirá de todas formas. Como digo, subir a los personajes es un trabajo lento, pero seguro.
Además de estas mejoras, durante las partidas tenemos otras ayudas que nos harán todo más fácil. Sin embargo, a veces te ves abrumado por la cantidad de cosas que puedes activar. Hay momentos en los que puedes llegar a tener cinco habilidades activas y se hace difícil usarlas todas correctamente en un combate donde tienes que moverte continuamente. Hay muchos conceptos; entre la rabia, la furia, las reliquias, mejoras de habilidad… Puede ser un poco lioso al comienzo, y hay que estar atento ya que el juego lo explica muy por encima. Suponen que el jugador irá absorbiendo los conceptos, pero para los poco pacientes puede llegar a ser un problema.
El título posee tres biomas completamente diferenciados, con varias zonas dentro de cada uno. Con lo bonito que es se agradece poder visitar distintas zonas. Cada uno de los biomas tiene su propio surtido de enemigos, variados y que atacan en grandes grupos. También hay un jefe por cada una de las zonas, con más de ocho en total. Antes de terminar con la jugabilidad y las opciones querría decir que hay algunos bugs, que aunque seguro que se ven corregidos con la salida oficial del juego, me han resultado realmente molestos.
La parte gráfica y musical son absolutamente extraordinarias. No hay duda de que han apostado por ello, ya que el pixel art es de una calidad inmejorable. Las animaciones, los movimientos de los personajes, los enemigos… todo es precioso. Solamente por el espectáculo visual que supone, Children of Morta merece la pena ser jugado. Las melodías son animadas, reconocibles y que encajan bien con los biomas en los que suenan. No hay nada que mejorar en estos aspectos, el título es de un claro y sonoro diez.
En resumen, Children of Morta es uno de los indies del año. Un juego divertido, variado, directo, profundo, entretenido y con una buena carga emocional. Por los veinte euros que cuesta es una apuesta segura. Y si tenéis a alguien con quien jugarlo no lo dudéis ni un segundo. A pesar de que no está exento de fallos, los puntos buenos ganan por amplia mayoría a los malos.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Evolve PR