Narcosis es un juego en primera persona que lejos de ser un survival o un juego de terror es más bien una aventura donde la soledad y los momentos de tensión serán lo que más predomine.

Si atendemos a lo que muestra el tráiler del juego de Honor Code, parece que estemos ante un Alien Isolation en las profundidades marinas, y eso puede hacer que las expectativas con respecto a Narcosis sean demasiado altas. He de reconocer que me esperaba más del juego, fruto de una idea equivocada. Es por eso que debemos saber qué es lo que propone Narcosis antes de aventurarnos en las profundidades. Estamos ante un juego donde lo que prima es la tensión y la soledad ya sea en escenarios exteriores o interiores. Lo primero que llama la atención es lo logrado que está el control del buzo, tanto la interfaz como lo movimientos se sienten pesados, robóticos, toscos por momentos. Puede que al principio choque la lentitud del personaje pero es tal y como debe ser.

El control pesado y tosco ayuda a esa inmersión en el ambiente de Narcosis donde nuestro principal enemigo es la escasez de oxígeno y el agobio que provoca el vernos apurados. A pesar de este control pesado, el hecho de contar con un propulsor no solo alivia el movimiento del personaje sino que añade una mecánica jugable que será imprescindible para sortear obstáculos.

El cuchillo y las bengalas para causar distracción serán nuestras armas

Narcosis nos invita a una experiencia de unas tres o cuatro horas avanzando por zonas más o menos lineales. El objetivo es llegar a la estación base para sobrevivir a los estragos que un seísmo ha provocado en las instalaciones de nuestra estación de investigación. Para sobrevivir en Narcosis tendremos básicamente que esquivar o acabar con enemigos y controlar el oxígeno del que disponemos mientras avanzamos abriendo nuevas rutas y resolviendo sencillos puzles.

La idea es realmente buena y hay algún momento de agobio bien logrado, pero en general es complicado morir ahogado si vas siguiendo el camino y no te da por dar un paseo por el fondo abisal. Es decir, el juego falla por momentos dándonos de forma demasiado frecuente recargas de oxígeno, restando así tensión al desarrollo. Por otro lado, acabar con los enemigos es relativamente sencillo y esquivarlos también, es más una cuestión de planificar y usar las bengalas de la forma más eficiente para distraerlos que de habilidad.

Los escenarios alternan el fondo marino con las estaciones de investigación

Pese a no lograr su objetivo completamente, Narcosis sí que consigue momentos de tensión y estrés gracias a un control bien implementado y su ambientación como mejor baza. Además se apoya en elementos sobrenaturales y del terror más clásico, recordando en ciertos momentos al The Abbys. Estos toques de paranoia y efectos sonoros en medio de la soledad del fondo abisal, son los que realmente hacen disfrutable a Narcosis. El apartado sonoro, bastante logrado, es pieza clave para meternos en la piel de un buzo solitario. Sin embargo, a medida que juegas no deja de perseguirte esa sensación de quiero y no puedo. Me he pasado todo el tiempo que dura el juego esperando que despegase en algún momento y me he quedado con las ganas. Es como si hubiese jugado el prólogo de una obra mucho más grande.

Si insertan la primera hora de Narcosis en un survival tipo Alien Isolation, estaríamos ante unos de los mejores prólogos jamás hechos. Pero Narcosis es un juego completo y a pesar de que las tres o cuatro horas que dura son amenas se queda a medio camino de muchas cosas. No es un juego malo para nada, de hecho es perfectamente disfrutable y como experiencia es notable, pero hay cierto regusto a potencial desaprovechado. Cumple con su propósito de entretener y crear cierta tensión y agobio, siendo un juego con el que se pasa un buen rato, pero se queda lejos de ofrecer una experiencia completa.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Evolve PR.