Hace ya un par de años que os hablé del recopilatorio de The Great Ace Attorney con el que Capcom nos deleitaba a los fans de la saga de videojuegos estrella donde emular a Saul Goodman o a Harvey Specter. Ahora, o más concretamente el mes que viene, nos llega el siguiente recopilatorio, Apollo Justice: Ace Attorney Trilogy, que recoge las tres entregas tradicionales pendientes de portear, Apollo Justice, Dual Destinies, y Spirit of Justice, así como todo el contenido descargable y algún extra interesante. Nos ponemos manos a la obra, y vamos a ir abriendo boca.

Qué se puede decir de estos juegos que no se haya dicho ya. La saga Ace Attorney siempre ha demostrado una maestría envidiable a la hora de aunar las virtudes de los juegos de puzles y las novelas visuales. Tanto por su escritura amena como por la satisfactoria resolución de todos sus casos, la saga es una absoluta roca en el género, y esta trilogía no es menos. Quizá la parte menos popular de la saga, en parte por diversos problemas de distribución por nuestras tierras con la quinta y sexta entregas -que nos llegaron en inglés y sólo digitales en una época en la que el mercado digital era testimonial, para un sistema donde ese mercado se ha mostrado poco fiable-, y en parte por alguna decisión bastante atrevida, no dejan de ser obras absolutamente sobresalientes en todos sus aspectos.

Apollo Justice es nuestra introducción en estos tres juegos, donde por primera vez, Phoenix Wright toma otra posición y encarnamos a un nuevo abogado defensor, Apollo, que da título al propio juego y a la trilogía. Apollo viene a ser en la saga la voz de la inexperiencia pero también la de unos valores férreos. Heredero de Phoenix en más aspectos de los que nos imaginamos, Shu Takumi nos trae otro personaje icónico a la serie más que capaz de llevar las riendas.

Phoenix pasa a estar en segundo plano, pero no nos abandona.

En este juego, como viene siendo habitual con las entregas de esta saga, se introduce una mecánica nueva. En esta ocasión, al interrogar a los testigos, en ocasiones Apollo tendrá una sensación extraña y empezará a fijarse en las manías del testigo, para así descubrir cuando miente. Como si de una partida de póquer se tratara, Apollo identificará gestos, miradas, movimientos que en momentos clave delaten donde termina la verdad y empieza la fantasía. Una vez más, sin entrar en desvelar resoluciones, las conclusiones de cada caso serán siempre una maravilla.

Los diseños siguen siendo fantásticos.

De las siguientes entregas os hablaré ya en el análisis propiamente dicho, pero de lo que sí quiero hablaros algo más es del modo museo. La saga Ace Attorney destaca frente a otras similares en todo el apartado del diseño visual. Concretamente, el diseño de personajes es absolutamente excelso. Tanto personajes terrenales como los monstruos de feria más exageradamente extravagantes, Capcom consigue diseñar una serie de personajes con identidades claras que se quedarán en nuestras retinas y nuestras memorias durante bastante tiempo, y es por eso que un modo museo tan completo como este es un regalo. Con bocetos de personajes, escenas, objetos… es de esas adiciones que igual en otras sagas son más irrelevantes, pero aquí ayudan a ver el cariño con el que se diseñaron estos juegos.

En definitiva, como con cada lanzamiento de esta saga, estoy encantado de tenerla de vuelta, y a falta de las entregas de Miles Edgeworth, por fin entera en sistemas modernos y quizá abierta a posibles continuaciones. En enero volvemos a hablar de ella.

 


Este artículo ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por PLAION