Cuando veo, y sobre todo, pruebo este prometedor Out of Line de Nerd Monkeys, pienso en como el mundillo independiente del videojuego se equipara a su hermano mayor más comercial y visible. Ahora muchas nuevas propuestas se inspiran o basan de forma más directa en otras anteriores independientes de cierto o notable éxito. No podemos esperar que los juegos más libres ofrezcan continuamente reinventar la rueda, y nadie con cabeza y conocimiento del medio debería hacerlo. Así pues ¿Por qué no «copiar», pero con clase y teniendo también una voz propia?

Publicado por Hatinh Interactive, el juego aparecerá en PlayStation 4, Nintendo Switch, Xbox One y PC. La magnitud del lanzamiento, frente a empezar por un solo sistema de primeras, ya denota que hay buena base y confianza en el proyecto. Poco tiempo de juego me ha dado este adelanto, y pondría la mano en el fuego que la fe en este juego es merecida.

Estamos ante un juego 2D de plataformas y puzles, con presencia narrativa y un desbordante apartado visual. La inspiración podríamos ponerla en LIMBO o INSIDE, de Playdead, en el subgénero de ‘hay que acabar con los malditos niños‘, que también recordaría a Little Nightmares y su reciente secuela. Pero aquí tengo que elogiar que ante lo que parece otra aventura de un chaval escapando de la opresión, se opte por un apartado visual primoroso, colorista y cálido, frente a lo oscuro y tétrico de esos otros juegos de los que parece tomar tanto.

Aquí nuestro protagonista, San, también debe huir de una espeluznante fábrica, donde otros niños iguales que él intentan escapar. Me deja la impresión que esa factoría de diseño tan megalítico, llena de niños clónicos bien podría ser el final y la sorpresa de otro juego más facilón en su forma de resolver las cosas. Y aquí es el comienzo de la aventura de San.

Se juega sencillo: 2D de avance lateral hacia la izquiera, algún pequeño secreto a descubrir y coleccionar, saltos y movimientos no muy ágiles pero de buena respuesta al pad/tecado y ratón, como corresponde a manejar a un chaval. Pero también hay un elemento diferenciador: la jabalina de San.

Es curioso como algún añadido aparentemente simple puede retocar mecánicas que ya la gente tiene totalmente interiorizadas. Como he dicho, aquí ni se viene a reinventar la rueda ni se pretende, solo se busca dejarla impecable y con sus propias marcas en los neumáticos. La jabalina se lanza en arco, manejando la trayectoria con el stick derecho o el ratón, y posibilita interactuar y resolver situaciones de formas interesantes.

Clavarla en una pared para acortar distancias en un salto, usarla para impulsarse y saltar más alto, alcanzar interruptores, atrancar engranajes, romper obstáculos, crear palancas y mecanismos… Del cada vez más habitual ‘juego con niño’ donde movemos bloques, saltamos y esquivamos peligros, la jabalina da un toque diferenciador. Y por lo que parece, también tiene su implicación en el argumento, empezando por los otros niños de la factoría, que también tienen las suyas.

Luego vemos situaciones jugables también conocidas como zonas de sigilo y otras de persecución. Aquí obviamente la jabalina será vital cuando toque, y como digo, retocando la forma de afrontar secciones que nos sonarán jugablemente.

Supongo que es este espíritu de desmarque y dejar una huella visible lo que ha hecho optar a Nerd Monkeys por una estética tan luminosa y visual, frente a la depresión y decadencia. Sus gráficos en tonos de acuarela me han parecido una preciosidad que también se traslada al movimiento en efectos y diferentes planos de acción. Este adelanto me ha dejado una grata impresión con las manos y los ojos, aunque el sonido también me parece bien trabajado y no dejado al azar.

Sin una fecha clara aún, la hora y poco que he jugado de Out of Line me ha sabido ganar. Sus puzles ¿Serán diversiones de reto moderado para no entorpecer la narración, o terminaremos encontrando desafíos interesantes y crecientes con las posibilidades que ofrece? Preferiría lo segundo, pero dado el cuidado que parece presentar el juego, aceptaría lo primero sin torcer mucho el gesto, aunque confío que sus responsables saquen un partido interesante a las cosas aquí presentes.

 


Este artículo se ha realizado en PC mediante una copia cedida por Homerun PR