El otro día leí un artículo sobre un nuevo juego de temática espacial que me hizo darle una oportunidad, un tal Between the stars. La verdad es que no me llamó la atención por el juego en sí, sino porque lo definían como «el nuevo Faster Than Light» y claro, eso son palabras mayores y debía descubrir si dicho artículo estaba en lo cierto o no.
Indagando un poco sobre Between the stars descubro que se trata de un juego español, concretamente creado por el estudio barcelonés Isolated Games y que saldrá en PC. Se trata de un juego de naves roguelike con elementos procedurales en el que tenemos que recorrer la galaxia aceptando contratos y combatiendo contra piratas espaciales, nada realmente innovador pero bien realizado puede llegar a ser algo muy bueno. Hay en marcha un kickstarter para financiar el juego, el cual ya lleva recaudado más de la mitad de los 30.000€ que piden y para celebrarlo lanzaron una demo pública tanto en descarga directa como en Steam, que fue la que decidí probar.
La demo abarca todo el prólogo del futuro juego, que a su vez sirve para enseñar las mecánicas del mismo. Comenzamos escogiendo el sexo del capitán al que encarnamos y directamente aparecemos a la deriva en medio del espacio, nuestra nave acaba de salir de una situación complicada y nos toca hacerle un chequeo en forma de tutorial de los controles. El manejo de la nave es pesado y complicado, realista, nada de naves que se controlan como si fuesen aviones a reacción como suelen hacer otros juegos.
No tardamos mucho en enfrascarnos en nuestra primera batalla interestelar y descubrir las posibilidades del combate. En cierto sentido tiene toques de MMORPG, ya que aparte de disparar directamente podemos equipar habilidades activas asignadas a las teclas numéricas, como por ejemplo misiles nucleares o pulsos electromagnéticos, que podemos utilizar una y otra vez cuando acabe su tiempo de regeneración. Es posible además escanear las naves enemigas en busca de su punto débil para poder acabar con ellas más fácilmente.
Salimos -casi- airosos de nuestra lucha y ponemos rumbo a la estación espacial. Allí podemos gestionar todos los aspectos del juego como mejorar y comprar equipamiento, aceptar contratos, ofrecerles un funeral a nuestros soldados caídos, etc… Todo esto se hace mediante una sencilla interfaz, en ningún momento es posible salir de la nave y caminar por ahí, toda la historia y las decisiones que tomemos se desarrollan íntegramente vía texto -en castellano- y voces en inglés, con alguna que otra cinemática puntual.
Dentro de su modestia, el apartado gráfico es espectacular para un juego de este tipo. El sistema de iluminación está muy trabajado, con reflejos según la posición del sol y sombras dinámicas que nos deja estampas realmente bellas. Las físicas también están a la altura, mostrando una ausencia de gravedad muy lograda y detalles muy chulos como que los asteroides se desplacen a causa del retroceso de nuestros disparos. También puedo dar fe del sistema procedural, en las dos partidas que he jugado a la demo he aparecido en entornos totalmente diferentes.
Una vez completadas las misiones principales del prólogo podemos viajar a otro sistema solar o permanecer en el que estamos para seguir explorando, en el cual encontramos un par de objetivos que nos conducen uno a una batalla y otro al rescate de unos científicos contagiados por un virus. El nivel de nuestra tripulación es importante a la hora de tomar las decisiones, ya que van a determinar el resultado de la misión y de muchos de los aspectos del juego.
Decidimos dar el salto a un nuevo sistema solar y vemos una cinemática: un tal Nartos que se presenta como el líder de «los hijos del sol» –un grupo de renegados al margen de la ley- se cansa de estar siempre bajo las órdenes de la república interestelar y decide abrir fuego contra la estación espacial. Comienza entonces una megabatalla cósmica digna de las mejores pelis de Star Wars, la sensación de peligro real y fuego cruzado es maravillosa. Tras un buen rato de batalla, con nuestro último aliento realizamos un ataque suicida y caemos en combate llevándonos con nosotros a todos los enemigos. Fin de la demo.
¿Es este «el nuevo Faster Than Light» que dicen algunos? eso depende de cada uno, personalmente creo que en ningún momento intenta serlo sino que busca su propio estilo y son demasiado diferentes. Lo que sí sé es que es un juego muy bueno y adictivo, sencillo a la hora de jugar pero muy profundo en sus mecánicas y a mí personalmente me ha dejado con muchas ganas de más. Si las cosas van bien y consiguen financiarse, a principios de 2019 podremos disfrutar de esta maravilla.