Pocos conocen -conocemos- la franquicia Crossfire aquí en Occidente. Sin embargo, cuando se estrenó la serie basada en esta, tuvo mil millones de de visualizaciones en un mes, que se dice pronto. Y es que, entre el público asiático, Crossfire es un fenómeno de masas. Un shooter coreano, F2P, que lleva 10 años entre nosotros y que nacía como la versión asiática de Counter Strike y que, últimamente, se está empezando a colar en los hogares occidentales. Hace poco recibíamos CrossfireX, la versión para Xbox Series del popular juego, con colaboración de Remedy, y ahora hemos podido probar Crossfire: Legion, el intento asiático de crear su propio Command & Conquer.
Si bien he llamado a este juego «el intento asiático de…», no es del todo correcto. Y es que, si bien la marca es coreana -los encargados de desarrollar el FPS son SmileGate, ahora en boca de todos con el reciente Lost Ark-, Crossfire: Legion está desarrollado en Vancouver, concretamente en los estudios de Blackbird Interactive, los mismos tras el futuro Homeworld 3. Ya hicieron un buen trabajo con Deserts of Kharak, y han sido capaces de captar a varios de los desarrolladores de los dos primeros, así que hay muchas expectativas puestas en ellos.
Lo primero que vemos al empezar una partida de Crossfire: Legion es que solo tenemos dos tipos de material: Materiales -valga la redundancia- y Fuel, o combustible. Cada edificio o cada unidad valdrá una combinación de estos dos materiales, siendo que, además, los nodos son fijos -son edificios ya construidos- y están marcados en el mapa.
Eso ya da una primera impresión de lo que se pretende en este título: nada de exploración -más allá de conocer donde están los enemigos-, y estrategia que ofrece acción directa. En nada que nos demos cuenta, ya estaremos masacrando unidades enemigas, o viceversa. Los mapas, relativamente pequeños, contribuyen a esto. No solo esto, sino que además, una vez pidamos la construcción de un edificio, este se construye solo, pudiendo utilizar al worker -la unidad constructora y recolectora- para otros menesteres. Crossfire: Legion intenta que tengas pocos tiempos muertos de partida.
Para ello, los -por ahora- pocos edificios existentes por facción -de las que hablaremos un poco más adelante-, podrán ser, y deberán ser, aumentados de nivel, hasta el nivel 3. Cada uno de estos niveles nos permitirá crear distintas unidades. Por ejemplo, si las barracas a nivel 1 nos permiten crear infantería ligera, a nivel 2 puede que nos permitan crear infantería pesada. Se ha decidido en varios casos, en vez de tener distintos edificios para unidades similares, discriminar las unidades que se pueden crear en base al nivel del edificio.
De hecho, estos niveles son bastante importantes, al punto de que cuando un bando enemigo sube de nivel su cuartel general, nos aparece una notificación al respecto para que nos demos prisa.
En Crossfire: Legion también podemos crear edificios en casi cualquier punto del mapa, lo que permite visualizar, de nuevo, la inclinación directa del juego. Y de hecho, será necesario, ya que las colas de creación son más bien escasas -hasta la creación 5 unidades podremos encolar en un mismo edificio- por lo que, si queremos optimizar los procesos de creación de unidades, tendremos que repetir edificios.
Las facciones existentes en betas anteriores eran dos:
La primera era Global Risk, una coalición de países que pretende defender cierto control sobre el crecimiento de la población en el planeta, intentando mantener relativamente a salvo los recursos de este. Su estilo de juego está basado en los números, pudiendo crear oleadas de unidades de forma rápida para así ganar por aplastamiento.
La segunda era New Horizons, una serie de corporaciones cuyo objetivo es generar el máximo beneficio posible, creando una población más eficiente y maximizando su tecnología. Esta facción creará sobre todo armas pesadas, lentas, pero de gran poder destructivo.
A ellas se le ha añadido, en esta demo que hemos probado, Black List, la tercera facción en discordia, siendo esta una compañía militar privada e independiente. Está facción se especializa en el hit ‘n run, con unidades rápidas que pueden golpear y correr.
Como podemos ver, Blackbird Interactive ha intentado crear tres facciones bastante diferenciadas y, a los mandos, podemos decir que se notan. Aún es pronto para decir si el balanceo entre ellas es correcto o se necesitan retoques, pero sí podemos decir que la jugabilidad varía entre una facción u otra.
Quizás lo que más se echa en falta es contenido, teniendo en cuenta, claro, que hablamos de una demo. Y es que el número de unidades distintas se antoja algo escaso, teniendo los barracones, por ejemplo, solo dos tipos de unidades disponibles. De la misma manera, también se quedan cortos las 5 unidades por edificios que se pueden encolar, de las que hemos hablado anteriormente.
Aún así, en los 3 mapas que ofrece esta demo, nos hemos divertido bastante. Es justo y necesario decir que Crossfire: Legion no aporta nada nuevo al género, ni va a revolucionarlo. Pero sí puede ser un juego interesante para los amantes de la estrategia en tiempo real. Y, con un enfoque tan directo, casi al estilo MOBA, diría, lo veo con fuerza en la comunidad competitiva y los eSports. Veremos qué tal se le da.
Recordad que podéis bajar la demo de Crossfire: Legion durante el Steam Next Fest aquí.
Este artículo ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Koch Media