Es algo ya sabido, pero no sobra empezar este texto hablando de como los videojuegos han madurado, rescatado y/o profundizado en mecánicas más añejas, la originalidad de los indies, bla bla bla… volviendo a hablar aquí de conceptos locos como que la bola del Pong! odie su vida y se pire a vivir aventuras, como propuso qomp y su secuela, que supongo por eso las palas de ese juego protagonizaron… ¡Un RPG! Ahí está ese futuro metroidvania de un Pac-Man algo menos simpático de lo que acostumbramos. O que uno de los items más míticos del mundo del videojuego, venido de una saga de velocidad y plataformas… protagonice su propio juego de velocidad y plataformas. Pasen, pasen, vamos a hablar con calma y alegría de Aureole: Wings of Hope.
El que claramente es uno de los juegos más originales de la temporada, quizás de todo lo que veamos durante todo este año incluso, viene de hábiles manitas españolas. Tras el nombre de Team Stargazers, hay dos personas, Samuel García y Gerardo Borges. Trabajando uno desde Madrid y el otro desde Vigo, han dado forma durante más de dos años a este juego de plataformas vertiginosas con un trasfondo tan original. Y ya publica la también española JanduSoft, chocando verlo listado en Xbox One también, pero no en PlayStation 4 dentro de los sistemas disponibles inicialmente.
Vale, vamos ya con la historia. Que con la excelente imaginería visual que el juego presenta ya queda claro que va de algo celestial. Estamos en el cielo, somos los devotos seguidores de la mano izquiera. Que somos zurdos, vamos. Y la cosa es que los zurdos han estado tomando decisiones que han afectado al bienestar general, para mal. Los diálogos iniciales ya están llenos de cachondeo y sal gruesa.
El caso es que como han eliminado el servicio militar, y descuidando las fronteras, pues pasa lo que tenía que pasar. El Lord Demonio Lazel viene a liarla porque le han puesto la alfombra roja con las políticas zudas. Intentan defenderse pero no vale un carajo. Alguien lanza una aureola, que Lazel espachurra vilmente. Se monta un gran pifostio, el Cielo es arrasado, dos ángeles caen a la Tierra, y aquí ya comienza Aureole: Wings of Hope.
La angelical, valga la redundancia, y algo inhabil Ramila se une al pobre ángel hecho polvo dentro de la aureola que Lazel ha machacado, el machacado Rileth. Que además, y ya lo adelanto, será el que haga casi todo el curro del juego, a trancas y barrancas, porque ya decimos que el muchacho está hecho mistos, solo le queda una triste alita hecha jirones.
Bien, pues hay que volver a subir al Cielo, ¿vale? Tenemos que volver con la Mano Izquierda, y parece que por el camino ver como atajar la amenaza de Lazel. Pues el camino son seis escenarios principales, con un área abierta que conecta todas las fases, debiendo completar solo unas cuantas para pasar al siguiente escenario, y teniendo bastante opcional que hacer, con más de cuarenta niveles y otras pruebas desbloqueables.
Pues manejando a Rileth en su forma aureoanillar, con el impulso inicial de Ramilia, afrontamos un desafiante juego que sus cachondos responsables definen como una mezcla de Sonic y Celeste, así como… ‘el Sonic bueno’. Bien, bien, bien…
Tras tanto rollo, el caso es que vamos a manejar a un anillo doradito, que no lo será siempre y marcará ese cambio nuestras capacidades. Es fácil de explicar, tras el impulso inicial, cuando ya podemos manejar directamente al redondeado Rileth, el control es sumamente sencillísimo. Con el gatillo derecho paramos la acción, sea en el suelo o en el aire, elegimos la dirección donde salir impulsados, nuestro color cambia a plateado, y si volvemos a hacer otro impulso de nuevo, pasamos a bronce, donde ya no podremos impulsarnos más hasta tocar el suelo. Importante, podemos mantener el gatillo pulsado sin que nos metan prisa, pudiendo así calcular mejor la dirección a donde impulsarnos.
Cuando tocamos el suelo volvemos a nuestro estado dorado, es decir, con la capacidad de hacer dos impulsos en el aire. El gatillo izquierdo nos permite pegar un super-impulso si estamos en el suelo, en la dirección donde estemos mirando, y más importante, realizar una caída ‘a plomo’ si estamos en el aire. Lo dicen los creadores de Aureole: Wings of Hope, «un control fácil de entender y divertido de dominar», a lo que este sufrido redactor añade ‘y lleno de sangre, sudor y lágrimas de masterizar en sus retorcidos niveles’.
Las fases se basan en gran medida en ir a toda pastilla de izquierda a derecha, con espacio para la verticalidad, y algo muy a tener en cuenta, hay límite de tiempo para completarlas con éxito. Según el tiempo alcanzado recibiremos clasificación oro, plata o bronce. Podemos terminar la fase pase el tiempo que pase… o al menos yo no he encontrado un límite donde te echen de las mismas. Pero lo que menciono, si no lo hacemos en el tiempo límite pare el bronce, tendremos que repetirla de nuevo para que la piedra de no sé qué cuente y podamos usarla para abrir el siguiente escenario.
Sobra decir que Aureole: Wings of Hope va a ser el sueño húmedo de speedruners y amantes de los plataformas de precisión desafiantes, dejando también espacio al jugador manco afortunadamente. El hecho de que no necesitemos completar todos los niveles de un escenario ni tener que encontrar nada especial para avanzar en la historia deja claro que aquí cabe todo el mundo… aunque quienes fuimos dotados con manos de agua podremos pasarlo bastante apurados en muchas ocasiones.
Por originalidad, planteamiento y frenetismo al planificar y reaccionar, me ha venido continuamente con una sonrisa mi adorado Unirally a la cabeza, aunque aquí no tendremos un rival directo, más allá del crono y algunas cosas especiales. Pero su aparentemente simple arte 2D trabajado enormemente, esas músicas que nos empujan, nos empujan, y no nos dejarán de empujar, junto precisamente a todas las maneras en las que combinaremos nuestras sencillas acciones, en décimas de segundo, bien podría haber habido aquí un monociclo angelical… que de eso iba la historia de aquel clásico algo olvidado de los papás de Grand Theft Auto.
Vale, tenía que llegar algún ‘pero’, y este cogedlo con pinzas. Y es que la curva de dificultad, aprendizaje y avance no parece tan afinada como debería. Hay momentos en el tercer escenario que bien pueden ser más difíciles y desesperantes que niveles del quinto o sexto. Situaciones especiales como los momentos de scroll continuo donde no podemos parar hacen que vayamos a ciegas, o con muy poco margen de anticipación, que el ensayo-error aparezcan más de lo deseable, frente a sentir algo que, por muy difícil que sea, gestionamos 100% por nuestra cuenta. Pero lo que digo, puede haber sentimientos de manco ante esto.
También, Aureole: Wings of Hope se basa en gran medida en añadir nuevos elementos, superficies, retoques de las sencillas reglas, siendo tan divertido ver nuevos añadidos, como no siempre sentir que los manejamos completamente. Una referencia a los Sonics es cuando perdemos el control del erizo azul, que aquí pasará en muchas ocasiones cuando nos movemos entre ‘petacos’. Esto es muchas veces intencionado porque hay no solo atajos y bifurcaciones, sino hasta secretos a encontrar. Pues manejar todo esto puede ser otro aliciente y desafío, como algo que se puede escapar de nuestras manos.
Pero el juego merece, y mucho.
Terminaría diciendo que Aureole: Wings of Hope es todavía más que todo este bloque de hormigón que ya por fin estáis terminando de leer. Es lo que tienen muchos de estos juegos aparentemente sencillos, que cuando les echas horas y horas, ves los engranajes más pequeños que los principales más fáciles de comprender. Solo puntualizar que la duración básica sería de unas 6-8 horas, aunque no es raro alargarla explorando y probando cosas opcionales. Pero quienes quieran encontrarlo todo, y sobre todo, abrir esos enigmáticos bloques ciclopideos de factura divina, van a multiplicar fácil por dos esa duración.
Y como no, el rejugar y rejugar, el superar tiempos de forma enferma. Ver que, aún con algún lunar personal, la progresión funciona muy bien y tras un nivel avanzado donde hemos sufrido, seremos maestros en él horas después. Por ahora no vemos anunciado ninguna faceta online para luchar por tiempos, pero igualmente la gente se sabrá picar y presumir por la red sin lugar a dudas.