Uno de los juegos de mi vida es Suikoden 2. Lo jugué por primera vez en el verano de 2001 y su recuerdo me evoca de forma inmediata a las vacaciones en la aldea de mis abuelos, las tardes en el rio, las fiestas nocturnas, los partidos de futbol con los amigos y toda la ilusión y ganas de comerse el mundo que puede uno tener cuando comienza la adolescencia.
Pero Suikoden 2 no es solo un bonito recuerdo edulcorado por la nostalgia, era también un juego de una calidad sobresaliente que estaba repleto de contenido y que contaba una de las mejores historias que he tenido el placer de disfrutar a los mandos. Una historia de guerra que estaba repleta de heroísmo y de épica, pero también de traición y miseria, pues Suikoden 2, a diferencia de otros muchos juegos, no se andaba con rodeos y no se cortaba a la hora de mostrar la guerra como una gran tragedia colectiva causada por atávicos sentimientos nacionalistas o por la codicia de unos dirigentes para los que su pueblo es una mera herramienta para expandir su poder.
Llevo casi 25 años buscando de forma desesperada un «nuevo Suikoden 2», sobre todo después de que el tristemente recién fallecido Yoshitaka Murayama tuviera que abandonar la saga al dejar Konami al finalizar el desarrollo de la tercera entrega de Suikoden. En estas más de dos décadas he jugado y completado infinidad de juegos, pero ninguno consiguió volver a traerme las mismas sensaciones que experimenté con Suikoden 2.
Por fortuna se abrió una ventana a la esperanza cuando en 2020 se anunció este Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes de la mano de Rabbit & Bear Studios, un nuevo equipo de desarrollo formado por Yoshitaka Murayama y otros veteranos de la saga Konami que prometían conseguir crear por fin un heredero espiritual de Suikoden. El lanzamiento de Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes por fin está muy próximo y, antes de su desembarco inicial en las tiendas, hemos tenido ocasión de probar una beta de aproximadamente cinco horas de duración, gracias a la cual hemos podido hacernos una buena idea de lo que nos espera en la versión final.
Cualquiera que haya jugado a algún Suikoden se sentirá inmediatamente como en casa al arrancar Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes. A nivel visual obviamente se utiliza un motor moderno que permite todo tipo de virguerías técnicas que eran impensables en el año 2000, pero se ha hecho un esfuerzo importante por mantener en todo momento la misma estética y estilo de los primeros dos Suikoden. Tenemos, por tanto un juego basado en el uso de la cámara fija en un plano picado y en el empleo de sprites 2D para representar a los personajes, con un apartado artístico fabuloso que consigue representar a la perfección una ambientación que se sitúa a medio camino entre lo medieval y lo fantástico, todo desde la particular óptica del diseño japones.
Pero Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes no se queda solamente en el homenaje estético, también su apartado jugable y su tono narrativo son totalmente reminiscentes de los vistos en Suikoden. Regresan los 108 héroes a reclutar, teniendo en esta ocasión un número incluso superior, siendo algunos de ellos obligatorios como parte de los eventos de la historia y otros opcionales. Por lo que hemos podido experimentar en la beta parece que el juego seguirá siendo igual de opaco con los requisitos para poder reclutar a algunos de estos personajes opcionales, sin que en ningún momento se nos lleve de la mano o se nos indique de forma expresa cuales son los pasos necesarios para poder conseguirlo. Podemos encontrarnos personajes cuyo proceso de reclutamiento suponga abrir largas cadenas de misiones en las que debemos guiarnos por las pocas pistas que nos ofrezcan los dialogos.
También regresan los combates aleatorios por turnos en los que podemos manejar a un equipo de seis personajes. Estos combates son muy clásicos, de nuevo cualquiera que haya jugado a Suikoden 2 se sentirá como en casa, y como escasas novedades podemos indicar que en esta ocasión podremos ver en la parte superior de la pantalla el orden de turnos en cada ronda, lo cual nos permitirá planificar mejor nuestra estrategia. Nos ha gustado mucho comprobar que el juego tiene una tasa de combates tirando a baja, lo cual permite que el ritmo de exploración no se resienta y al mismo tiempo dificulta hacer uso la vieja estrategia de encadenar combates para subir niveles hasta convertirnos en guerreros imparables.
Y es que en la beta de Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes hemos podido comprobar que los combates contra los jefes finales buscan obligarnos a jugar con cabeza, planeando nuestros movimientos y sabiendo hacer uso de la otra gran novedad del combate: los Trucos. Los Trucos son acciones especiales que en ocasiones concretas nos permiten hacer uso del entorno para, por ejemplo, utilizar nuestro turno para refugiar a nuestros personajes de los ataques especiales de nuestros enemigos. En la beta, como ya decimos, es vital saber como y cuando utilizar estos Trucos para poder superar los combates contra los jefes finales.
Eso si, las cinco horas que hemos pasado con la beta han resultado ser insuficientes para evaluar correctamente la calidad de la historia. Existe una buena dosis de politiqueo e intriga y todos los eventos que hemos visto nos han parecido interesantes, por lo que estamos completamente enganchados deseando saber como va a continuar todo, pero el ritmo es lento y todas estas horas se han sentido como un largo prologo hacia lo que todavía está por venir. Por el momento las bases narrativas son muy prometedoras, pero queda comprobar que estas promesas se cumplan.
En definitiva, estamos ansiosos por poder tener en nuestras manos la versión final. Estas cinco horas frente a Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes nos han dado todo lo que esperábamos y más, situándose de forma automática como nuestro juego más esperado. Solo queda esperar al 23 de abril para comprobar si nuestras ilusiones se han hecho realidad, pero no hemos visto ni un solo indicio en la beta que nos haga pensar que no va a ser así. Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes puede convertirse por merito propio en uno de los grandes juegos de este 2024.