Mucho se ha innovado en el género de los juegos online, los hay literalmente sobre cualquier cosa, pero seguro que muy pocas veces habéis jugado a alguno en el que tomamos el control de niños. Esa es la idea de The Blackout Club, el multijugador online desarrollado por el estudio Question que ya se encuentra en acceso anticipado en Steam, llegando a Playstation 4 y Xbox One a lo largo de 2019.

The Blackout club nos lleva al pueblo de Redacre, Virginia, donde una misteriosa entidad maligna está captando a todos los adultos de la región y transformándolos en seres poseídos que se dedican a raptar a los que aún no son como ellos. Por alguna extraña razón los niños -entre los que nos encontramos nosotros- son inmunes al lavado de cerebro, por lo que deciden formar una especie de resistencia para resolver el misterio y recuperar a sus familiares.

Como se puede ver, tanto el argumento como la jugabilidad beben mucho de la popular serie Stranger Things, que parte de una premisa muy similar. En este juego, debemos hacer frente a elementos sobrenaturales y misterios al tiempo que nos ocultamos de los adultos poseídos, que intentarán secuestrarnos en cuanto tengan la más mínima ocasión, todo ello en un entorno de vecindario normal y corriente.

Nada más iniciar el juego nos tocará crearnos a nuestro personaje. La variedad de opciones no es demasiado amplia, pero a medida que vayamos jugando iremos desbloqueando accesorios y rasgos físicos que podremos cambiar en cualquier momento. Una vez hecho esto, podemos jugar el prólogo que sirve a modo de tutorial o empezar directamente con el modo online. Decidimos jugar al prologo para hacernos una idea general del juego.

En este prologo controlamos a uno de los niños, el cual despierta en su casa sin rastro alguno de sus padres y decide salir a buscar respuestas. Aquí ya podemos empezar a ver las mecánicas que van a guiar al juego, nuestra casa ha sido invadida por extraños y debemos evitar que nos capturen mientras buscamos pistas en nuestro propio hogar. Para ello contamos con el móvil como única herramienta, el cual nos sirve como linterna para ver en la oscuridad y para escanear objetos.

El sigilo es una parte muy importante del juego, la que más sin ninguna duda. Contamos con un indicador de visibilidad que nos dice en qué momento estamos totalmente ocultos y un indicador del ruido que hacemos al caminar. La mayoría de enemigos son ciegos y se guían por el sonido, así que es muy importante ir con cuidado para no llamar su atención, eso implica el caminar por determinados tipos de suelo para mejorar nuestras posibilidades de supervivencia-las alfombras y el césped son los menos ruidosos- o no utilizar objetos ruidosos.

En el caso de que nos descubran no está todo perdido: podremos zafarnos de ellos pulsando un botón -a costa de perder salud, por lo que hay un límite de veces que se puede hacer- o abordarlos por detrás para dejarlos temporalmente inhabilitados. Si todo eso falla y nos capturan definitivamente, vemos una animación en la que nos arrastran por el suelo hacia su guarida, en esos casos aún seremos capaces de librarnos si durante el trayecto encontramos objetos que agarrar y lanzarles para hacer que nos suelten.

Otro de los enemigos más temidos es el conocido como The shape, un ente sobrenatural invisible a la vista que si nos atrapa no hay opción posible y perdemos automáticamente la partida. Para que esto no sea tan injusto, contamos con otra mecánica: pulsando un botón podremos cerrar los ojos, lo cual nos permite ver la silueta de dicho monstruo y saber dónde se encuentra. A su vez, esta opción también nos sirve para ver una línea dibujada en el suelo que nos indica donde debemos ir a continuación en caso de que nos perdamos.

Una vez superado el prólogo, aparecemos en un viejo vagón de tren que nos sirve como base de operaciones. Desde aquí podemos acceder al resto de opciones del juego como seleccionar escenario, modificar nuestro aspecto y varias cosas más. Las misiones las podemos jugar solos o con más gente, como siempre pasa en juegos online nos podemos encontrar a usuarios tóxicos que directamente te banean nada más entrar, aunque vamos a quedarnos con lo bueno y decir que en general me he encontrado una comunidad abierta y muy colaborativa que están encantados de jugar en grupo.

A pesar de que no cuenta con una comunidad de jugadores muy amplia, generalmente no tendremos problemas en encontrar partidas abiertas aunque no demasiadas, normalmente siempre suele haber 2 o 3 sesiones a las que podemos acceder. Sin embargo, en una extraña decisión de diseño, si le damos a la opción de jugar solos ya no será posible unirnos a partidas externas posteriormente, obligándonos a salir del juego para que la opción aparezca por defecto si queremos volver a jugar en compañía.

Ya metidos en el ajo, el juego cuenta actualmente con dos escenarios seleccionables -que en realidad es el mismo pero comenzando desde puntos diferentes- con varias misiones cada uno. Estas misiones se seleccionan aleatoriamente y se crean de forma procedural, por lo que los objetos a conseguir y lugares que investigar siempre van a ir variando en cada partida, en un intento de aportar algo de variedad a algo que podría cansar rápidamente.

El apartado gráfico es muy bueno, el motor Unreal Engine luce estupendamente y le da al juego una atmósfera de oscuridad que le sienta muy bien. El estilo artístico escogido y el diseño de enemigos, no sabemos si intencionado o no, recuerda mucho al de la saga Bioshock -franquicia en la que ya trabajaron algunos de los empleados de esta desarrolladora- y la verdad es que casa bastante con el estilo y el planteamiento del juego.

Las partidas logran captar muy bien la atmósfera de indefensión y vulnerabilidad de nuestro personaje, caminaremos constantemente en tensión con el miedo de ser descubiertos y atrapados. Todo esto se acentúa gracias a las innumerables trampas que encontraremos por el camino, como por ejemplo drones de vigilancia y sensores que comienzan a pitar si entramos en su radio de acción, lo que nos va a dificultar aún más nuestra tarea.

Una de las situaciones que me ha parecido más injustas se da en el subsuelo, especialmente cuando hay más de un enemigo alrededor. Es una serie de pasadizos estrechos plagados de trampas y enemigos en los que es fácil ser descubiertos, por lo que saldremos corriendo o utilizaremos algún objeto para librarnos, lo cual a su vez provoca aún más ruido que atrae a todavía más enemigos hasta que al final acabamos irremediablemente atrapados. Por lo tanto y reduciéndolo un poco al absurdo, ser descubiertos en el subsuelo implica prácticamente perder la partida a menos que ocurra algún milagro, cosa que puede cabrear especialmente cuando ya llevamos 15-20 minutos de partida.

Una vez superada la misión -o no-, recibiremos puntos de experiencia con los que podremos subir de nivel. La subida de nivel sirve para ir desbloqueando cosas como nuevos escenarios, objetos y modos de juego, pero especialmente puntos de habilidad. Una vez en nuestra base, podremos utilizar los puntos conseguidos para desbloquear nuevas habilidades que nos ayuden en nuestra tarea, como por ejemplo mejorar nuestra resistencia y salud, más capacidad de inventario o incluso nuestro propio dron de vigilancia. Podremos seleccionar una habilidad principal y cuatro subhabilidades, contando con un abanico de posibilidades bastante amplio.

The Blackout Club cuenta con una buena base y una idea original, siendo un juego que atrapa tanto en su atmósfera como en su jugabilidad. El contenido del acceso anticipado es bastante generoso y a pesar de contar con una variedad de escenarios y misiones escaso, no deja de ser divertido en cada partida. Esperamos que en el futuro añadan mucho más contenido y una base de jugadores extensa para convertirse en un juego muy a tener en cuenta.

 


Este artículo ha sido realizado mediante una copia cedida por Evolve PR