Hay algo extrañamente satisfactorio que hace que una y otra vez juguemos juegos de simulación. Y es que administrar un parque temático, una granja o incluso manejar una tienda de empeños, tiende a satisfacer esa necesidad pequeña que siempre tenemos por el orden, control y la gestión. Aunque a veces hay simuladores que echan todo esto por la borda y con humor nos arrastran a un caos profundo como el juego del que os hablo  a continuación, Waterpark Simulator

Comenzaremos sin un duro, nuestro protagonista se ha dejado todo lo que tenía en darle una segunda vida a la vieja piscina del pueblo. A base de duro trabajo y un tutorial que se siente algo pobre, nos enseñará lo más básico para poder ir creando y mejorando nuestro parque de atracciones. Hago un pequeño inciso en que el tutorial se siente un poco pobre, porque tras terminarlo siempre seguimos recibiendo pequeñas píldoras de aprendizaje. Waterpark simulator toma con humor todo y es más que un par de piscinas y un puesto de bebidas: realizaremos mantenimiento, entregaremos panfletos, haremos la compra e incluso venderemos entradas. Al principio, al no tener muchos ahorros, no queda otra que apechugar y sentir el verdadero estrés laboral que es un trabajo.

Desde el principio, esa sensación de intentar hacer malabares para realizar mantenimiento, atender a los clientes y a su vez realizar la gestión de tu parque, en mi caso 33bitstopia puede ser abrumadora, por suerte Waterpark Simulator cuenta con un árbol de mejoras donde podremos conseguir puntos de investigación a medida que realizamos tareas mundanas. Esto nos permite delegar funciones, mejorar la durabilidad de las cosas e incluso adquirir nuevas y majestuosas atracciones u adornos para hacer todo más chic. Este es el punto en el que el juego evoluciona y pasamos de vivir para sobrevivir un día más a montar el parque de nuestros sueños y es que lo que empieza como un antro sin estrellas puede llegar incluso a convertirse en un parque 5 estrellas con nuestro mimo y tiempo. 

Aprovechando de un sistema ragdoll, el juego convierte incluso las tareas mundanas en comedia física. Los clientes de nuestro parque resbalan, tropiezan e incluso sienten miedo, nada es tan divertido como empujar a alguien indefenso en un trampolín y verlo volar. Quizá para mí, esta haya sido la parte más inesperada del juego. Y es que no esperaba esta extraña dualidad entre conseguir un buena gestión y estas payasadas que nos permiten sacarnos más de una carcajada. Pero aún hay más, mientras nosotros tratamos que todo vaya ‘bien’ en ocasiones aparecerán gamberros que nos pondrán pintadas, robarán a los clientes o tratarán de colarse en el parque. En tu mano está la de darles caza con todo tipo de armas desde un guante de boxeo a dispararles con una pistola de agua. 

Waterpark Simulator logra con acierto convertirnos en gestor, publicista, vendedor, limpiador, policía e incluso socorrista vamos, un todo en uno que lo hace único y diferente. Y a pesar de su notable contenido se nota que estamos ante un juego en formato Early Access, no exento de fallos. Puede resultar bastante cómico ver como un cliente se queda atrapado en la entrada del parque o cómo sale volando por las físicas de otros objetos, es más los empleados son un poco bobos, y en muchas ocasiones se quedan trabados. En muchas ocasiones pensé que para qué pagaba varios sueldos si al final me tocaba a mí hacerlo todo. Y esto no resulta del todo molesto hasta que tocamos datos guardados, en el momento que escribo este probando, os puedo decir que no ha sido ni una ni dos las veces que he tenido que empezar de cero, debido a que se había bugueado mi lista de tareas. No obstante el resultado de esta primera versión es muy notable y estoy seguro que con un poco de ajuste, el juego será excelente. Es más, se ha concretado ya su roadmap y el juego no solo incluirá mejoras del estado, sino que añadirá de todo, incluyendo un modo multijugador que puede hacerlo desternillante. 

En el apartado visual luce funcional en lugar de asombroso. Las atracciones son coloridas, los efectos de agua decentes y las animaciones de ragdoll hacen la mayor parte del trabajo cómico pesado. Los invitados tienen un aspecto intencionadamente ridículo, lo que se adapta perfectamente al tono del título. La estética no te sorprenderá, pero cumple su función.  El diseño de sonido sigue el mismo ejemplo. Escucharás salpicaduras constantes, golpes cómicamente exagerados y algún que otro grito de cliente. Todo refuerza el caos en el que prospera el juego.

En definitiva, puede que Waterpark Simulator no sea el simulador de parques de tus sueños, pero tiene todo lo necesario para ser un gran título de simulación. Como he dicho, y me enrollo más que una persiana, el título tiene fallos, algunos muy graves, pero estamos en una versión inicial llena de contenido, que puede llegar a entretenernos incluso más de 20 horas. Su duración y el futuro multijugador que incrementará la diversión al infinito creo que son dos elementos más que aceptables para pagar los 12 euros que vale ahora mismo, por lo que si eres fan de los juegos de parques de atracciones o simplemente quieres pasarlo bien un rato, te lo recomiendo de principio a fin.