El próximo 24 de agosto nos llega ni más ni menos que la segunda parte de la ya veterana saga King’s Bounty. Tras unos cuantos spinoffs como «The Legend» -aunque este era más bien una especie de remake- o «Armored Princess», llega la esperada segunda parte, King’s Bounty II. El viernes pasado pudimos ver una presentación en privado con un integrante de 1C Entertainment, Iliya Svanidze, con el que pudimos hablar durante unos 45 minutos sobre esta nueva entrega de la franquicia.

King’s Bounty II se emplaza en el ficticio reino de Nostria, donde poco a poco van llegando cada vez más refugiados desde los otros reinos a causa de la Corrupción que se está extendiendo por el mundo y está destruyendo las tierras. Ya desde el principio vemos la inspiración clara con otros títulos de fantasía oscura como Dragon Age, empezando la demo en el interior de las murallas de una de la ciudades principales, con tonos apagados y foscos. Nuestro protagonista es Aivar, un caballero caído en desgracia, ex-mercenario y con una opinión cínica sobre el mundo que le rodea tras haber visto reyes levantarse y caer.

Y es que una de las novedades de este King’s Bounty es que esta vez no nos crearemos un personaje, sino que podremos elegir entre tres distintos con su propia personalidad y su propio trasfondo, que marcarán el rumbo de la aventura, teniendo la posibilidad de disfrutar de historias distintas si elegimos un personaje distinto, añadiendo valor rejugable al título. Aivar es uno de estos personajes, y será al que acompañemos en esta demostración.

Cuando empieza la demo propiamente dicha, vemos la segunda novedad importante: el movimiento es en tercera persona y con cámara trasera, muy al estilo de los ARPG de hoy en día. Recordemos que en los anteriores King’s Bounty controlábamos a nuestro protagonista desde una cámara isométrica y a base de clicks de ratón, como si de un Diablo o un Ultima se tratase. Esta vez, desde 1C Entertainment, han intentado adaptarse a los estándares actuales, e iremos recorriendo la ciudad a pie, viendo a los NPCs correr arriba y abajo con unos controles que parecen sentirse relativamente fluídos y totalmente adaptados al pad.

Pero esto es King’s Bounty, no un ARPG, y tras una vuelta por el castillo vemos un área rodeada de un aura amarilla con enemigos dentro, lo que nos hace pensar que estamos ante una arena de combate. Y en efecto, al entrar nos aparece la típica pantalla de administrar nuestras tropas, y empezamos el combate propiamente dicho.

Aquí vemos unas cuantas novedades más respecto a entregas anteriores. En los King’s Bounty los combates eran en mapas pequeños, en arenas instanciadas, y con territorio totalmente llano. Dichos combates, divididos en casillas hexagonales, eran totalmente por turnos al estilo XCOM o, referencia indispensable, al estilo Heroes of Might and Magic, juego que en su momento se inspiró en la primera entrega de esta generosidad del rey. En esta entrega siguen los turnos y las casillas hexagonales -por suerte-, pero el mapa pasa a ser 3D, con las bondades intrínsecas de este cambio de perspectiva.

Y es que, entre otros, podremos aprovecharnos de las alturas a la hora de utilizar nuestra posición para atacar al enemigo, o podremos escondernos de él gracias a la aplicación de las nuevas líneas de visión, que no existían en anteriores juegos. Porque antes, si bien podíamos tener obstáculos en el mapa que nos obligasen a dar algún rodeo, esto no era obstáculo -toma juego de palabras- para que los arqueros rivales nos acertasen con sus flechas, y viceversa. Ahora, estar cubierto por una columna significará justamente eso, estar cubierto por una columna.

Además, vemos que ahora el tipo de unidad importa a la hora de tener una cantidad de estas en una casilla. Nunca más 15 dragones apilados en una misma unidad y en una misma casilla. Esto hará que necesitemos más variación a la hora de reclutar tropas, ya que algunas tropas permitirán más cantidad de unidades por grupo que otras.

Tras la batalla en el castillo salimos a la ciudad y vemos un mapa enorme, lleno de cosas por hacer. Montamos a caballo y nos paseamos por diversos asentamientos. «Visualmente esta campiña, recorriendo estos asentamientos a caballo, me recuerdan enormemente a The Witcher 3«, le comento a Iliya. Éste se ríe y me dice que sí, The Witcher 3 es otro de los juegos en los que se han basado y que, de hecho, el actor de doblaje que da voz a Aivar es el mismo que dio voz a Geralt de Rivia en la versión inglesa de la saga de CD Projekt. No hemos escuchado aún el doblaje, ya que saltábamos las escenas de video para no destripar la historia, pero no dudo que será bueno.

Nos vamos encontrando enemigos por el mapa -con el aura dorada pertinente que marca el límite del campo de batalla-, luchando alguna batalla, omitiendo algunas otras, consola de trucos mediante, y me fijo en que esta vez los campos de batallas no son instanciados, sino que me da la impresión de que luchamos en la propía sección del mapa explorable en el que estamos. De nuevo me lo confirma Iliya cuando se lo pregunto. Sin duda otro gran avance respecto a entregas anteriores, ya que podremos ver la arena desde fuera de esta, pudiendo planificar la estrategia de antemano o decidir si nos interesa meternos en ese combate o no.

Sí serán instanciados los combates contra la Corrupción. Nos encontraremos partes del mapa dañados por esta, y tendremos que entrar en ellas para hacerlas desvanecer. Estos combates serán especialmente difíciles, y perder ocasionará perder todas nuestras unidades y dinero, por lo que habrá que pensarse muy bien cuando entrar y cuando no.

Pero no solo del combate vive King’s Bounty, y esta entrega promete ofrecernos un sistema de decisiones y consecuencias, donde no todo será blanco o negro, sino que habrán grises en cada una de las decisiones que tengamos que tomar. No he podido comprobar -y ya no me dio tiempo para preguntarlo- si el tono del juego en según qué tramos será igual de sarcástico que en entregas anteriores, cosa que personalmente no me importaría aunque en esta entrega hayan tirado más hacia la sobriedad.

Estas decisiones, o, en general, las respuestas que elijamos en cada conversación, nos irán acercando a uno o más de los 4 alineamientos que tiene el juego, aquí llamados ideales: Fuerza, Arte, Orden y Anarquía. Cada uno de estos ideales tiene su contrario, y alinearnos al máximo con la anarquía hará que los personajes alineados con el Orden prácticamente ni quieran hablarnos mientras que los anárquicos nos adorarán. Sobra decir que muchas veces el acercamiento hacia cada ideal no será explícito, y puede que a veces no nos demos cuenta de que estemos realizando acciones anárquicas. Otras veces, obviamente más bien la mayoría, sí sabremos que si decidimos atacar a ese ejército en vez de hablar con ellos, estaremos adoptando una postura de Fuerza.

Pero los ideales no contarán solo a nivel narrativo, ya que, muy al estilo KotOR, alinearnos con un ideal nos irá dando puntos de talento para ese ideal, que podremos ir cambiando por habilidades del personaje. De forma que alinearnos con la Fuerza nos ofrecerá unas habilidades que no podremos obtener si nos alineamos con los otros ideales.

En general, todo esto es lo que pude ver en los 45 minutos que estuve reunido con Iliya. Por desgracia, mi interlocutor tenía otras presentaciones que dar, y digo «por desgracia» porque realmente me quedé con ganas de ver más, de preguntar más, y, sobre todo, de jugar al juego. Porque King’s Bounty II tiene una pinta enorme. No veo la hora de echarle el guante. Por suerte, dentro de poco, en 33bits os podremos ofrecer un Probando en condiciones en el que podremos hablaros del juego de primera mano. Ganazas. De nuevo, recordemos que el juego saldrá a la venta el 24 de Agosto en PC, Nintendo Switch, PS4 y Xbox One. Y que más adelante tendremos parche para las consolas de nueva generación.