No cabe duda de que la octava generación de consolas va a ser recordada como la generación en la que se produjo el auge definitivo de los juegos de mundo abierto, aunque, no obstante, el camino hasta aquí ha sido pavimentado por multitud de valientes que se atrevieron a experimentar, tratando de sortear las limitaciones técnicas de cada época con grandes dosis de creatividad. Al mismo tiempo, afortunadamente, el rol japones ha conseguido liberarse de los estigmas que lo han perseguido durante años, aquellos que durante años han hecho que sea maltratado por considerarse un genero arcaico e incapaz de romper con la tradición del pasado para adaptarse a tiempos modernos. Con este panorama no sorprende que Square Enix, dentro de su política de remakear o remasterizar muchas de sus obras mas clásicas, haya decidido relanzar Romancing SaGa 3, un titulo hasta ahora inédito en Occidente.

Lo que tenemos entre manos es una cuidadísima remasterización de uno de los JRPG mas rompedores del catalogo de Super Nintendo, un juego cuya propuesta nos permite explorar y sumergirnos su mundo a nuestro antojo, ya sea para resolver cualquiera de las decenas de misiones secundarias que se pondrán a nuestra disposición o para perder horas y horas reclutando personajes, para liderar a nuestro propio ejercito en el campo de batalla o incluso para hacer nuestros pinitos como empresarios, por comentar solo algunas de las posibilidades. La libertad que se nos otorga, y la enorme cantidad de contenido opcional que la acompaña, serian elementos a destacar incluso si se tratase de un videojuego que viese la luz hoy en día, por lo que resulta difícil evitar una mueca de asombro al recordar que Romancing SaGa 3 fue publicado en 1995. Sin embargo, a pesar de tratarse de una obra conceptualmente muy vigente y adelantada a su tiempo, los años no han pasado en balde y puede resultar muy difícil no tirar la toalla ante una experiencia deliberadamente críptica.

Nuestra aventura comienza con una vieja profecía que habla de una catástrofe periódica que asola el mundo: cada 300 años se produce un eclipse que supone la muerte prematura de todo ser viviente que haya nacido durante ese año. Sin embargo, en el pasado hubo un niño que consiguió vencer a su destino y alcanzó un poder formidable con el que pudo liberar a los cuatro Siniestros y someter al mundo, hasta que súbitamente se desvaneció. Posteriormente, 300 años después, otra niña sobrevivió al desastre, pero en esta ocasión utilizó su poder para derrotar a los cuatro Siniestros y confinarlos de nuevo en el Abismo. Ahora han pasado 20 años tras el ultimo eclipse y la humanidad contiene el aliento ante la perspectiva de que otro niño haya sobrevivido, cuestionandose sobre su naturaleza bondadosa o malvada.

Tras esta narración deberemos seleccionar uno de los ocho personajes principales del juego, cuatro chicos y cuatro chicas. A grandes rasgos la historia general es similar y hay multitud de lineas argumentales entrecruzadas y de eventos principales compartidos, aunque cada uno tiene, de forma similar a Octopath Traveller, su historia personal y sus propias motivaciones, con lo que nuestra elección condicionara de forma determinante nuestra partida y nos obligara a rejugar Romancing SaGa 3 desde un principio si queremos obtener una visión completa de su historia y de su mundo. La narrativa esta muy dispersa y fragmentada, pero no solo como consecuencia del numeroso plantel de personajes, también debido a que las indicaciones sobre nuestro objetivo son siempre muy escasas y en numerosas ocasiones acabaremos vagando sin un rumbo definido y sin saber cual es el siguiente paso necesario para avanzar.

La opacidad de Romancing SaGa 3 no se limita a la progresión en la historia principal o la ausencia de pistas para finalizar sus misiones secundarias, también hay una considerable barrera de entrada provocada por una ingente cantidad de mecánicas secundarias pobremente explicadas —y eso cuando se explican— y por unas batallas con una dificultad endiablada. Así mismo, un sistema de combate que asemeja muy tradicional también sirve como escondite de una mecánica de desarrollo de personajes que resulta fuertemente experimental. Tras finalizar algunas batallas, depende del azar en cuales, se nos recompensara con incrementos en algunos de nuestros atributos o con el aprendizaje de nuevas habilidades en función de aquellas que hayamos utilizado mas o de la inclinación natural del personaje hacia un estilo u otro de lucha.

En esta versión remasterizada no ha apostado por la localización a nuestro idioma, pero, pese a ello, la opción de un modo nueva partida + que resulta ideal para sucesivas partidas, una nueva mazmorra y diversas mejoras QoL, junto a un apartado técnico remozado en alta resolución que hace que destaque todavía más la belleza del diseño artístico original, la convierte en una gran opción para que los jugadores mas expertos pongan a prueba su pericia y su paciencia, descubriendo por el camino un clásico del genero que se adelantó a su tiempo.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Koch Media