Juegos de gestión tenemos a capazos hoy en día. Siendo un sector en auge en una industria donde lo nicho cada vez es menos nicho, muchos desarrolladores quieren mostrar sus creaciones al mundo y, obviamente, enganchar cuota de mercado. A veces con más acierto, y a veces, obviamente, con menos. Pero entre tantos juegos parecidos -gestión de poblados, gestión de naves espaciales, gestión de colonos…- a veces, no muchas, te encuentras con una propuesta que llama tu atención, ya no solo por su calidad, si no también por su inventiva y originalidad. Esos juegos que hacen que te explote la cabeza y te hagan preguntarte como alguien ha sido capaz de juntar dos ideas tan, a priori, alejadas entre ellas. Y esta es una de esas veces. Os presentamos Dice Legacy, con el estudio italiano DESTINYbit ofreciéndonos gestionar un poblado lleno de colonos, como tantas y tantas veces. Pero esta vez, los colonos estarán representados por… dados.
En Dice Legacy llegaremos con nuestro velero a tierras inhóspitas. Rápidamente construiremos un puerto y un mesón para pasar el rato, porque lo primero es lo primero. Y esto marcará el inicio del juego, donde contaremos con 3 campesinos para realizar las labores de construir, cazar o talar árboles. Pero con una particularidad: estos campesinos van a estar representados por 3 dados, y dependeremos de la cara que nos haya salido en cada uno de ellos. Por ejemplo, si nos ha salido una cara de recolección, podremos meter ese dado dentro de los huecos de recolección que tenemos en el mapa. Si nos ha salido una de construcción, lo mismo, si tenemos algún edificio a medias. Y si no nos sale ninguna cara que nos apañe, nos fastidiamos y volvemos a tirar los dados.
Porque sí, como es de esperar, y como en cualquier juego de dados, en este título el llamado RNG -por sus siglas en inglés Random Number Generator– es alto. Si no tenemos dados disponibles para nuestros huecos -por ejemplo, al principio del juego tenemos una cara de ataque que no nos va a servir de nada hasta más adelante-, tendremos que volver a tirar. Tenemos tiradas ilimitadas, o incluso bloqueando dados que no nos interese volver a tirar, por lo que podremos jugar con ellos para minimizar la aleatoriedad… hasta cierto punto. Ya que los dados tienen una durabilidad, entendiendo esta durabilidad como puntos de vida, que desciende cada vez que los utilizamos o los lanzamos. Y para aumentar su durabilidad tendrán que pasar por el mesón, donde utilizaremos comida para ayudarlos a descansar. Si la durabilidad de un dado llega a 0, muere.
Y con esa base, el núcleo de juego de Dice Legacy está explicado. A partir de aquí tendremos que utilizar los dados de campesino para realizar distintas tareas: recolectar, cazar, labrar tierras o construir. Pronto podremos construir escuelas, donde podremos convertir un dado de campesino en un dado de ciudadano, con algunas caras comunes y otras distintas y con los que podremos, por ejemplo, investigar tecnologías. O podremos convertir los dados de campesino en dados de soldado, que podrán defendernos de los ataques enemigos. Poco a poco iremos definiendo la estrategia y esa aleatoriedad antes comentada bajará un pelín, ya que podremos tener dados enfocados a unas cosas u otras. Aunque nunca dejará de estar ahí, y es algo que es necesario que sepan los obsesos de controlarlo todo en un juego de estrategia.
Luego llegará el paso al invierno, donde tendremos que enfrentarnos al clima. Y es que, a lo largo del invierno, los dados tendrán una posibilidad -variable a lo largo del paso de la estación- de congelación, lo que hará que ese dado no lo podamos utilizar hasta que se descongele el verano siguiente. Otro guiño al RNG, pero de nuevo un RNG que podemos relajar, ya que si tenemos un generador de calor, podemos poner a los trabajadores en las casillas cercanas, eliminando ese posible estado congelado. Aunque bueno, el calor generado durará unos 2 minutos y reiniciar el generador costará cierto número de unidades de madera.
A lo largo de que vayamos explorando el mapa, nos iremos encontrando campamentos -algunos más hostiles, con otros podremos comerciar- y ruinas o asentamientos antiguos que podremos explorar. Normalmente, esto tiene cierta posibilidad de fallo que puede herir a nuestro dado, u, obviamente, de éxito, donde normalmente obtendremos recursos u otros descubrimientos interesantes que podréis ir viendo. Como siempre en estos casos, la elección sobre si vale la pena arriesgarnos en una ruina de dificultad Moderada será nuestra. Y como todo en Dice Legacy, si no tienes un dado de exploración en ese momento, pues no vas a poder explorar. Al menos hasta la siguiente tirada.
De la misma manera podremos investigar nuevas tecnologías que, como en todo juego de este tipo, nos permitirán crear nuevas estructuras, forjar dados o aumentar el rendimiento de nuestras acciones. Para ello necesitaremos dados de estudiosos que se dedicarán, si ha salido la cara correspondiente, a investigar en el laboratorio. Tendremos 4 ramas principales de investigación, y cada una nos dará diversos beneficios.
Además, en cada cambio de estación, podremos elegir una de entre tres políticas de asentamiento que, de forma aleatoria, nos irán ofreciendo nuestros ciudadanos -de nuevo, otro guiño a la aleatoriedad que podremos minimizar con según qué condiciones-. Estas políticas normalmente darán beneficios concretos a una clase social, lo que puede hacer que los ciudadanos de este estrato sean más felices, pero puede hacer que los demás estratos se sientan abandonados. Y no nos interesa tener descontentos a militares, por ejemplo, que puedan empezar a organizar revueltas o quemar edificios.
Por suerte, podremos olvidarnos de ese tipo de problemas si elegimos la dificultad más baja. Porque, pensando en todo tipo de usuarios, Dice Legacy nos permite elegir un modo de dificultad entre un alto número de ellos, pudiendo convertir cada partida en unas horas de relax, o en un infierno donde constantemente seremos atacados por la facción rival y donde mantener el equilibrio de fuerzas entre nuestros distintos estratos sociales nos costará sudor y lágrimas. A esto nos ayudará la ascensión de dados, algo totalmente necesario en las dificultades más altas. La ascensión es un sistema mediante el cual podremos importar dados concretos de una partida a otra, pudiendo empezar una nueva con dados más poderosos.
En definitiva, Dice Legacy es un juego que abraza la aleatoriedad sin miramientos. Podemos aplacarla, podemos minimizarla, pero va a estar ahí siempre. Pero vamos, como puede estarlo en cualquier juego de mazos, por ejemplo. El hecho de limitarte las posibilidades en cada tirada a las acciones que hayan aparecido en esta es un movimiento arriesgado y valiente que se ve de vez en cuando en los juegos de mesa, pero no en los videojuegos de este tipo donde lo que se intenta es que el usuario, si sabe lo que se hace, tenga siempre el control. Una decisión que, a estas alturas, aún no sé si esto es una genialidad o una estupidez. Pero benditas estupideces que nos permiten seguir jugando a juegos innovadores en la industria.
Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Koch Media