En los últimos años los juegos de From Software han creado escuela, y con la franquicia Dark Souls como abanderada -aunque Demon’s Souls, Bloodborne, Sekiro: Shadows Die Twice, y Elden Ring comparten las mismas o similares premisas- se ha creado un subgénero que conocemos como soulslike y del que bajo su amparo han aparecido títulos como Lords of the Fallen, Mortal Shell, o el reciente Thymesia, por poner algunos ejemplos de producciones que si bien no han contado con los mismos medios que la compañía que preside Hidetaka Miyazaki, si comparten ciertas características jugables que los engloba bajo esta denominación.
Hoy tenemos entre manos la nueva obra de Nacon y del estudio francés Spiders -medianamente populares por títulos como Bound by Flame, The Technomancer y sobre todo por GreedFall– que sin abandonar el género donde el estudio se siente cómodo, el RPG de acción, en esta ocasión han apostado por aproximarse mucho más al subgénero soulslike implementando sus carácteristicas más reconocidas. Steelrising es el título de esta obra donde tendremos que sumergirnos en un pasado fantástico y distópico encuadrado en un periodo histórico sin igual, la Revolución Francesa.
Así pues, la aventura tendrá lugar en la Francia de 1789, donde el pueblo ha comenzado a alzarse contra el rey Luis XVI y la aristocracia, aunque aquí viene la gran diferencia, el rey ha conseguido aplacar brutalmente la sublevación gracias a su ejército de autómatas que siguen sembrando el caos y llenando las calles de París de cadáveres de los revolucionarios. La reina María Antonieta, que aguarda nuevos acontecimientos a las afueras de París -bajo la vigilancia de los autómatas del rey-, decide tomar cartas en el asunto e intentar parar la barbarie causada por el monarca, para ello mandará al único autómata que no está bajo el control del rey y cuya misión es proteger a la reina, Aegis.
Hay que reconocer que la propuesta es muy interesante y tomaremos el control de Aegis en su misión de detener la devastación que el rey está causando. Nada más comenzar el juego podremos elegir la apariencia de Aegis entre unas pocas opciones, no es que sea gran cosa pero al menos podremos cambiarle la apariencia por alguna que más nos guste. El siguiente paso será elegir la clase como en todo buen soulslike -guardaespaldas, soldado, bailarina, y alquimista-, aunque es cierto que las diferencias entre ellas tampoco están tan acentuadas, lo que hará que durante la aventura y con la mejora de stats, la clase se acabará diluyendo. Al menos cada clase tiene un arma inicial diferente -aunque luego nos podremos hacer con todas las armas durante la aventura-.
Una vez introducidos a la historia del juego, veremos que Aegis se controla como cualquier soulslike, con ataque flojo y fuerte en los gatillos, un ataque especial en función del arma y con un botón para las esquivas. Si estamos familiarizados con el género al momento nos habremos hecho con el manejo de la autómata. Aunque hay que mencionar un detalle, y es que como tal, Aegis no se mueve como lo haría una persona, sino como lo haría un autómata con cierto balanceo. Pero no hay que asustarse, el control es fiable y enseguida nos habremos acostumbrado a como Aegis se desplaza, además de ofrecer una mayor inmersión al jugador.
Otros elementos típicos de los soulslike están ahí: las vestales -el equivalente a las hogueras- donde además de que se guarde nuestro avance, podremos subir de nivel, equiparnos módulos, mejorar armas o mejorar la bureta, y también nos dan acceso a una tienda. Tenemos la propia bureta de aceite -los frascos de estus- para recuperar vida. También tenemos la esencia de las ánimas -las almas- que nos sirven de moneda de cambio para poder subir de nivel y mejorar una de las seis posibilidades -potencia, agilidad, alquimia elemental, durabilidad, vigor, e ingeniería-, y las armas junto a otros materiales. Y como no, si caemos en una pelea perderemos nuestras esencias de ánima que podremos recuperar si volvemos al lugar de nuestra muerte, otro sello característico de los soulslike.
Como no podría ser de otra manera, el combate es exigente, y el avance nos obligará a estar pendiente de todo lo que pasa a nuestro alrededor, ya que de cualquier lugar puede aparecer un autómata que complique la situación. También tiene gran importancia la barra de resistencia, que al agotarse -representada por un sobrecalentamiento-, tendremos la opción de recuperar la resistencia al instante a cambio de sufrir un poco de daño, o esperar a que la resistencia se recupere poco a poco. Los escenarios son intrincados, aunque el avance tiende a ser un poco lineal y sabremos casi siempre como avanzar, aunque hay cierto margen para explorar y conseguir nuevos ítems. Tendremos misiones secundarias donde Aegis tendrá que ayudar a personajes históricos como La Fayette, Mirabeau, Lavoisier, Marat, o Robespierre.
Hasta ahora la verdad es que tenemos un soulslike bastante sólido y divertido -también conservador- que adapta perfectamente los elementos característicos del género y además está dotado de una historia muy atractiva en un periodo temporal muy interesante, pero lo que hace que Steelrising no llegue al nivel de los mejores es algo de lo que precisamente no es culpable, sus valores de producción. Artísticamente es destacable, pero técnicamente es evidente que han faltado medios y un pulido mayor de todo el apartado gráfico -más algún bug jugable-. Graficamente es correcto, y el apartado artístico ayuda bastante, pero podría dar más de sí. El apartado sonoro no destaca demasiado tampoco, con temas que acompañan bien al desarrollo del juego y algún tema más reseñable.
Steelrising es un soulslike de manual, que implementa cada característica del género de forma acertada y sin tomar grandes riesgos. Su historia y desarrollo son uno de sus mayores atractivos, y su apartado gráfico se ve mermado por unos valores de producción medios que sin ser para nada malos, tenían potencial gracias a un apartado artístico top. Además y de cara al usuario no familiarizado con el género, existe la posibilidad de modificar ciertos elementos de la partida que reduzcan su dificultad al principio del juego, toda una gran adición para el jugador que quiera adentrarse en este tipo de juegos. Y por seguro que los jugadores que disfruten de los juegos del estilo de Dark Souls, van a disfrutar acompañando a Aegis en la Revolución Francesa.
Este análisis ha sido realizado en PlayStation 5 mediante una copia cedida por Nacon España