Nihon Falcom es una compañía japonesa que cuenta con algunas de las franquicias de ARPG y JRPG más longevas en el mercado del videojuego. Aunque Ys es posiblemente su serie más conocida en occidente, su franquicia más importante y que ha sufrido muchas ramificaciones al estilo de Shin Megami Tensei de Atlus es Dragon Slayer. Seguramente si no somos conocedores de la historia de la compañía, ese nombre no nos diga nada, pero sin embargo de esa línea principal salieron varias ramificaciones más conocidas donde se encuentran Xanadu, The Legend of Heroes o Sorcerian entre otras.
Y es precisamente en la sexta entrega de Dragon Slayers -Dragon Slayer: The Legend of Heroes de 1989- donde arranca la línea donde se ubica el título que nos ocupa. Esta línea de The Legend of Heroes se divide en diferentes series y The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III es la onceava entrega de la serie Trails, que continua el arco de Erebonia –Trails of Cold Steel I-IV-. Aunque el juego fue lanzado en Japón en 2017 para PlayStation 4 -2019 en occidente- y en 2020 recibió versiones para PC y Nintendo Switch, es ahora en 2024 cuando nos ha llegado la versión nativa para PlayStation 5.
Sabemos que Nihon Falcom no pone las cosas fáciles a la hora de entender el orden y las diversificaciones de sus franquicias, pero si queremos simplificarlo al extremo, podemos decir que Trails of Cold Steel III es la tercera de cuatro entregas que se pueden disfrutar por si solas en conjunto, aunque realmente pertenecen y están conectadas con otras series de la saga Trails. Con esa idea Trails of Cold Steel III continua un año y medio después con los eventos de la entrega anterior y repite protagonistas, Rean Schwarzer, y la nueva Clase VII de la Academia Militar Thors del de la que Rean era estudiante en entregas anteriores y ahora ya se ha graduado y es profesor.
A Rean y a su Clase VII -formada por caras conocidas de juegos anteriores y otras nuevas- les tocará lidiar con un panorama bastante preocupante, con el Imperio Ereborian -al que pertenecen- en pleno crecimiento, preparándose para un gran conflicto debido a las tensiones con la República de Calvard y otras naciones del continente, y con una expansión bastante agresiva anexionándose territorios como Crossbell y North Ambria. Todo ello tras haber pasado por una guerra civil con la nobleza -juego anterior- y con sociedades secretas, como Ouroboros, acechando con oscuras intenciones.
Como viene siendo habitual en la serie Trials, esta entrega también hace gala de una rica y cuidada narrativa llena de matices y con un trasfondo político, de intrigas y conspiraciones, que nos hace participes de la gestación de un conflicto mayor. Aunque estamos frente a un título que nos puede parecer denso y profundo -que lo es-, también tiene lugar para el humor característico de la franquicia. Nos espera mucha exploración, muchas actividades y misiones secundarias, encuentros con varios personajes de entregas anteriores y nuevas incorporaciones que hará que nuestra aventura no baje de las 80-100 horas.
El sistema de combate, la otra piedra angular de la saga, mantiene los combates por turnos de las entregas anteriores aunque los mejora con la adición de nuevas mecánicas como los Brave Orders y Break System, que permiten estrategias más profundas. Los Brave Orders consisten en ordenes especiales a todo el grupo de aumentar algún parámetro como ataque o defensa y que gasta puntos BT, el Break System consiste en una barra de Break que poseen los enemigos y que debemos reducir con ataques específicos para que el enemigo pierda un turno. Por supuesto vuelven las Arts -magias basadas en orbes de quarts- y Crafts -habilidades especiales únicas para cada personaje- y el Link System para ataques combinados.
Técnica y visualmente aunque estemos ante una entrega en principio diseñada en PlayStation 4 -que ha sido la base de la versión de PlayStation 5 de la que nos beneficiaremos en cuestión de resolución, calidad y rendimiento-, tenemos el hándicap típico de los juegos de Nihon Falcom, y es que se manejan con presupuestos bastante bajos que se traduce en un apartado visual un poco genérico, con escenarios algo desangelados, y detalles como las animaciones de otra época. En cuanto al sonido, el juego cuenta con una banda sonora a la altura, como toda la franquicia, compuesta por el brillante equipo de Nihon Falcom Sound Team jdk, creadores de las bandas sonoras de todos los títulos de Nihon Falcon y que nunca decepcionan.
The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel III es un juego tan bueno como mínimo como las entregas anteriores y es que parece que Nihon Falcom le tiene cogida la medida exacta a los JRPG, en especial a la narrativa de la serie Trials, obsequiándonos entrega tras entrega con títulos que pueden fácilmente encontrarse entre lo mejor del género y que si no llegan a un público mucho mayor es porque los juegos de Nihon Falcom cuando llegan -si es que llegan- lo hacen en completo inglés, y que técnica y visualmente se nota la falta de un presupuesto más generoso. Todos los amantes de los JRPG deberían tener esta franquicia en su agenda, y por supuesto jugar tanto esta entrega como las dos anteriores y la posterior, y si aún quedan ganas, probar otros arcos de la serie Trials, todos ellos igual de recomendables.