Tras comenzar su andadura con una gran producción que no acabó de funcionar –Remember Me– y alcanzar un éxito inesperado pero merecido –Life is Strange y su continuación-, el estudio parisino DontNod -hasta el año pasado Dontnod Entertainment- decidió enfocarse a títulos de corte más independiente y con un gran enfoque en la narrativa como Twin Mirror, Gerda: A Flame in Winter, o Harmony: The Fall of Reverie. Aunque ahora DontNod anda sumergido en el desarrollo de Banishers: Ghosts of New Eden -este título rompe un poco con la escala de las últimas producciones-, nos llega Jusant una obra que si se ajusta al enfoque del estudio, un título independiente que combina un elemento tan poco frecuente como la escalada con los puzles y con una narrativa ambiental que funciona a la perfección.

Jusant es el término francés para marea menguante o marea baja, y tiene mucho sentido con el título que tenemos entre manos porque precisamente el desarrollo del juego ocurrirá en un mundo fantástico donde el agua casi ha desaparecido e incluso se han secado los mares. Nuestro protagonista, un viajero desconocido que recorre un páramo casi desierto que algún día fue el lecho marino, llega a una imponente montaña, una suerte de torre natural que se eleva desde el suelo hasta una altura que somos incapaces de adivinar, y sin que nadie nos diga el por qué, nos pondremos a escalar.

Las mecánica de escalar nos parecerá en principio extraña aunque en cuanto empecemos a usarla, tendrá todo el sentido del mundo y será rápida y fluida, casi rítmica. Con cada gatillo controlaremos un brazo, manteniendolo pulsado agarraremos, y con un toque y el stick de dirección moveremos el brazo en la dirección marcada, siempre que dispongamos de puntos de apoyo o salientes de cualquier tipo. Todo esto lo haremos de forma continua y con ambos brazos -con los dos gatillos-, mientras con los botones podremos realizar acciones como dar saltos adicionales o clavar un pitón para asegurar la cuerda por si nos caemos, para no volver al punto donde iniciamos la escalada. También tendremos que tener en cuenta nuestra barra de resistencia que nos obligará a descansar si no queremos caernos y descolgarnos.

Iremos aprendiendo otras habilidades como saltar con impulso entre salientes, un salto doble lateral con apoyo en la pared, subir o bajar por la cuerda o las relacionadas con nuestro pequeño compañero que nos acompaña en nuestra espalda, un ser hecho de agua llamado Balasto que nos permitirá detectar el camino a seguir, o puntos de interés, además de usar un poder que hace reaccionar a la naturaleza durmiente haciéndola crecer de forma instantánea y abriendo nuevos caminos y posibilidades para avanzar. Aunque el avance comienza siendo lineal, conforme avancemos iremos encontrando diferentes caminos para escalar y llegar a un mismo punto, por lo que nosotros deberemos elegir cual queremos seguir.

Con todas estas mecánicas a nuestra disposición enseguida nos daremos cuenta de que esto no es solo un «juego de escalada» sino que el tener que ir abriéndonos camino con el uso de nuestras habilidades y las de Balasto nos ofrece una serie de puzles orgánicos de forma continuada y que el avance depende de la resolución de estos puzles y estos forman el eje del juego. El juego esta dividido en niveles, y estos representarán biomas muy variados que van desde asentamientos abandonados, torres, paredes y desfiladeros áridos, o zonas más verdes. La exploración aunque limitada será premiada con elementos que enriquecerán la narrativa de Jusant.

En cuanto a la historia, al comenzar no se nos dará detalle alguno aunque por el entorno iremos intuyendo lo que ha pasado. La montaña además alberga varios asentamientos que nos encontraremos abandonados. En estos asentamientos encontraremos cartas, notas y otros textos que nos ayudará a entender poco a poco lo que ha ido sucediendo con la gente que vivía ahí y por que todo esta ahora vacío. Esta narrativa casi ambiental nos empujará a seguir escalando para saber más, tanto lo que pasó como el destino de toda esa gente que es evidente que también decidió escalar a la cima, y por supuesto nuestro papel en esta historia.

Parte de la magia de Jusant es consecuencia de su arrebatador aspecto audiovisual. Visualmente no veremos efectos de post-procesado súper espectaculares, todo lo contrario, simpleza, lineas claras, plasticidad y una limpieza visual que resulta muy agradable de ver, con una elección de colores muy llamativa para los diferentes entornos que iremos visitando y un diseño que casi podría rozar el low poly y que también funciona artísticamente en ciertos títulos actuales. Jusant tiene un apartado artístico bello y su banda sonora acompaña a la perfección a la narrativa, sin temas rimbombantes y apenas haciéndose notar, pero siendo indispensable para que la magia funcione.

Es evidente que DontNod se mueve muy bien en este tipo de producciones, no les falta imaginación y la ejecución esta a la altura. Crear un juego de puzles donde la mecánica maestra sea la escalada y el motor conductor sea una narrativa ambiental es obra de unos locos o de unos genios, y nos inclinamos más por lo segundo. Jusant es un juego sobresaliente, pero no esta carente de algunos aspectos que según que usuario podrían resultar mejorables, como la variedad a la hora de resolver ciertas situaciones, que siempre será la misma, o la propuesta del juego en sí, que no es para todos los públicos, pero que en caso de dejarte atrapar por su magia, quedarás ampliamente satisfecho.