Si hablamos de Pac-Man, estamos hablando de posiblemente la figura más famosa del mundo de los videojuegos -con permiso de Super Mario-. En sus más de cuarenta años de historia ha tocado varios géneros como el arcade, aventura gráfica, carreras de karts e incluso los plataformas. Hace unos años analizamos PAC-MAN WORLD Re-PAC, el remake de la primera entrega de la subsaga creada por Namco en PlayStation, y ahora le toca el turno a su secuela, PAC-MAN WORLD 2 Re-PAC.
En esta secuela, Inky, Pinky, Blinky y Clyde, los conocidos fantasmas del juego original, entran en la aldea de Pac-Man por la noche y roban los frutos dorados del árbol sagrado, liberando así a una entidad maligna que estaba aprisionada en sus raíces. Viendo el desastre que se ha causado, le toca a Pac-Man recuperar los frutos dorados, enfrentarse a un poderoso enemigo y devolver la aldea a su estado original. Aunque la historia no es lo más importante en un juego de este tipo, en esta ocasión han querido darle cierta profundidad tanto con escenas cinemáticas como con diálogos.
Esta secuela, lanzada originalmente en PlayStation 2, GameCube y Xbox, continúa la estela collectathon del primer título. El principal cambio es que, mientras el primer juego era 2.5D de avance casi enteramente lateral, en esta nueva entrega tenemos un estilo jugable puramente 3D de cámara libre. No es el único cambio al respecto, también hay otros de igual importancia que iremos desgranando más adelante.
Al comenzar el juego y tras el video introductorio, apareceremos directamente en nuestra aldea, la cual actuará como hub central y desde allí podremos acceder a los niveles propiamente dichos. Esta aldea no está aquí de mero adorno, en ella podremos realizar varias actividades cómo hablar con los NPC, explora sus alrededores, jugar a minijuegos e incluso personalizarla con estatuas que iremos desbloqueando. Las diferentes secciones de la aldea se irán desbloqueando poco a poco a medida que vayamos completando niveles.
Respecto al juego en sí, contamos con seis mundos jugables, cada uno de ellos con tres niveles más un jefe final. En su vertiente collectathon, nuestro objetivo será llegar al final de cada nivel recogiendo por el camino toda la fruta y coleccionables que encontremos a nuestro paso. Algo que sinceramente no es fácil, ya que en más de una ocasión me he encontrado con que me había dejado algunos coleccionables atrás a pesar de estar seguro de haber mirado absolutamente cada rincón del nivel, por lo que más vale fijarnos bien a cada paso.
Nuestro redondeado protagonista no estará desarmado, cuenta con varios movimientos que le ayudarán en esta tarea como el salto, rebotar en el suelo, ataque de patada o lanzamiento de pac-bolas para acabar con los enemigos y llegar a los lugares más inaccesibles. Lo cierto es que ya desde el primer nivel nos ofrecen prácticamente todo el arsenal de movimientos del personaje, por lo que al final hay poco margen de novedades a lo largo del juego, sintiéndose más bien repetitivo la mayoría de tiempo.
Lo cierto es que jugablemente es un título que no entraña demasiada dificultad, tanto los combates contra enemigos como el avance por cada nivel resultan muy fáciles y es bastante complicado morir salvo por problemas en el control, especialmente a la hora de hacer rebotes en el suelo, que al hacerlos sin querer podemos acabar cayendo al vacío. Los combates contra jefes sí que resultan algo más exigentes y duraderos, más por la rutina de ataque del jefe que por dificultad, a veces llega a dar pereza morir sin querer y tener que comenzar otra vez toda la pelea desde el principio.
Estamos ante un juego más bien corto, en unas 8 horas podremos estar viendo los títulos de crédito, aunque sabe compensarlo con una buena cantidad de contenido secundario que aumenta muchísimo su rejugabilidad. Entre este contenido se encuentra una serie de objetivos que tendremos que cumplir en cada nivel, el modo Contrarreloj que nos permitirá desbloquear trajes para nuestro personaje, una máquina de figuritas gacha y por último los niveles del modo laberinto, que son niveles bonus inspirados en la recreativa original y que se juegan de la misma manera. En total con todo, podemos estar hablando de entre 20 -25 horas de juego hasta completar el 100%, una cifra nada desdeñable para un juego de este tipo.
Termina de complementar el título un modo para dos jugadores cooperativo, en el que uno de los jugadores maneja el propio Pac-Man y el segundo jugador controla a un bot de ayuda que tendrá la función de ir recogiendo algunos de los objetos del escenario. Se hubiese preferido que ambos jugadores pudiesen tomar un rol activo en la partida, pero bueno, ya tenemos más que la mayoría de títulos de este género.
En cuanto al apartado gráfico, la verdad es que se nota la mejora respecto al juego original, ofreciendo texturas de mayor calidad, mejor iluminación y algunos diseños rehechos desde cero, aunque aún así los gráficos se mantienen en un plano más bien discreto que simplemente cumplen sin más. Por fortuna el rendimiento es muy bueno, manteniéndose en todo momento a 60 fps en máxima calidad y sin bajones. En el apartado sonoro se mantienen las mismas melodías que la entrega de 128 bits, que no destacan pero tampoco molestan, además de contar con doblaje en inglés y textos en castellano.
En definitiva, PAC-MAN WORLD 2 Re-PAC nos deja un remake bastante decente del juego de 2002. Se nota la intención y las ganas de Bandai Namco de ofrecer un auténtico lavado de cara que realmente aporte algo nuevo a los jugadores en lugar de hacer un simple aumento de resolución y cambio de texturas tan habituales en este tipo de remasterizaciones. Aun con sus defectos, que tampoco son tan graves, merece la pena apoyar este tipo de iniciativas y el trabajo bien hecho.