Momentos tan complicados como los actuales hacen que una experiencia tan encantadora y estimulante como la que ofrece A Short Hike sea aún más reivindicable y hasta necesaria si me apuráis. Disfrutar de un pequeño viaje, un paseo corto como reza el título, trufado calidez y simpatía. La magia de recorrer esos pasajes y lugares tranquilos y estimulantes que todos hemos vivido, sea en escapadas a entornos rodeados de naturaleza, o en otros lugares que nos han marcado y nos hacen sentir confortables al volver a ellos.
Nacido de una propuesta tremendamente personal de Adam Robinson-Yu, afincado en Toronto, y con el nombre comercial para sus trabajos «adamgryu», A Short Hike es un lanzamiento de Humble Originals que ha creado ondas desde su lanzamiento el año pasado. Ondas que se han extendido hasta el Independent Games Festival, que en su edición de este año 2020, ha premiado A Shot Hike en el galardón Seumas McNally y el de la audiencia.
Adam ha intercalado este desarrollo más sencillo y manejable con el trabajo que actualmente tiene entre manos, en forma de un RPG que él dice inspirado en Paper Mario con años de preparación detrás y veremos por delante. En los créditos de A Short Hike figuran su pareja Dawn Blair, Mark Sparling al mando de la gran banda sonora, y David Czarnowski ayudando a apoyar el fantástico apartado artístico del juego.
La necesaria historia del juego nos pone en el plumaje de Claire, un pajarillo antropomórfico que está pasando una breve temporada en el Parque Provincial de Hawk Peak, viviendo con su tía May, ranger del parque. Una mañana Claire necesita hacer una llamada importante con su móvil, pero no hay cobertura en el parque, y la forma de conseguir señal es llegar a la parte más alta de la isla donde se sitúa este entorno natural, el pico nevado que da nombre al parque. Así, comienza una pequeña aventura por toda la isla, interactuando con sus gentes, recorriendo bucólicos parajes, viviendo simpáticas situaciones, y buscando los medios para alcanzar la helada cumbre.
El juego es mucho más que mera contemplación, aunque su bello pixel-art y su música reactiva a algunas de nuestras acciones y recorridos invitan poderosamente a ello. Podemos escalar, saltar, volar, planear, nadar, pescar, correr… y hablar y colaborar con los diferentes personajes que pueblan la isla, con el objetivo primario de conseguir plumas doradas que aumenten nuestra stamina, ya que nuestra misión requiere de conseguir mejorar nuestras habilidades de vuelo y escalada gracias a ellas.
A través de pequeñas búsquedas, encargos y misiones iremos encontrando las preciadas plumas, consiguiendo mayor movilidad con ello, y mejor disfrute y recorrido de los parajes de este entorno natural tan apacible y cálido, incluso en los fríos parajes de Hawk Peak. Gran parte de nuestro viaje consiste en hablar y ayudar a los simpáticos animalillos que nos vamos a ir encontrando, inmersos en sus vidas y quehaceres, con tareas sencillas como buscar y entregar objetos, u otras que pueden requerir pensar e investigar más. No es necesario tener todas las plumas doradas para llegar a la cumbre, pero seguramente queramos conseguirlas por el mero placer de hacerlo.
No hay retos hercúleos en esta aventura, pero sí algunos que requieren de mayor investigación y reflexión, haciendo que sea sumamente fácil implicarse en ellos, superando sobradamente los requisitos para alcanzar nuestra meta global. Sus aparentes dos horas de experiencia, se alargarán más con esta idea, y como no, el querer volver en más ocasiones a este paraje tan acogedor y simpático en diferentes momentos de nuestra vida.
Una localidad llena de animales parlantes con sus vidas sin duda tiene que recordar a Animal Crossing, y con la saga de Nintendo sin duda comparte ese tono simpático y alegre. Adam Robinson-Yu cita como sus inspiraciones directas a The Haunted Island: A Frog Detective Game, Night in the Woods, o Minit como forma de crear una experiencia de corta duración y gran calado, o la tipología y estilo en los diálogos también. Luego ha ido volcando sus experiencias y sentimientos más personales, como la muy especial secuencia en la cumbre, de dudas y la ansiedad, mitigadas por sensaciones y emociones cálidas.
No creo que sea necesario alargar más la entrada, es lo que casa con el espíritu del juego. Y aunque en esta isla el dinero es otro factor de exploración y avance, el reducido precio de este tesorito debería hacer que cualquiera, le gusten los videojuegos de la manera que le gusten, le de una merecida oportunidad al juego, a vivir una experiencia tan accesible y reconfortante como especial y propia.