Con Aeon Drive se me han cruzado sensaciones contrapuestas. Por un lado, me hace sentir mayor, tal vez este no sea mi tipo de juego. Por el otro, me ha quitado años de encima, es uno de los juegos más adrenales que he jugado en mucho tiempo. Lo que parecía un Run & Gun rápido y bella factura 2D cuando me interesé por él, ha resultado en un juego rabioso, frenético y rompededos que me ha puesto bien a prueba como no lo hacía un título en tiempo.

2Awesome Studio se define en su Twitter como una mezcla de estudio noruego y español, pero la factura de Aeon Drive es casi toda patria, con David Jiménez y Alejandro Santiago como directores de un juego que va a sacar muchos cabreos y mayores satisfacciones. Y que además hace patria también a la hora de jugarse.

Jack es una guardiana estelar, vigilante del orden del universo y esas cosas. Ya había aparecido en otro juego de este equipo, pero Dimension Drive era un matamarcianos con similaridades a DoDonPachi y aquí pasamos a una explosiva mezcla de R&G, plataformas y speedrun competitivo -y cooperativo también-. Resulta que se ha montado un lío con unos núcleos temporales, y nos estrellamos en Neo Barcelona, que ha cambiado un poquito respecto a nuestros días.

Como orgulloso nacido en la ciudad condal, me gusta ver esas diez emblemáticas zonas reimaginadas, con diez niveles cada una, y nos vamos a tener que pasar las cien fases como puñeteras centellas. Resulta que el cisco temporal que da pie a la historia -que tampoco tiene ni necesita mucho recorrido- hace que tengamos un tiempo límite para completar cada nivel de treinta segundos. Pero podemos jugar con el tiempo. Pero vamos por partes.

El manejo como digo tira por el Run and Gun plataformero, botón de salto, deslizarse, golpe cuerpo a cuerpo, agarrarse a las paredes -recuerda lo suyo a un Megaman Zero-, impulso hacia abajo, y nuestra daga teleportadora. Aquí ya tenemos uno de los poderosos puntales del juego. La lanzamos en las ocho direcciones, y al volver a tocar el botón, nos desplazamos sin sufrir daños a donde se haya clavado. Servidor piensa en los kunai del padre de Naruto. Imprescindible para ir más rápido, superar obstáculos y como arma ofensiva a distancia ¡IMPORTANTE! Se recoge con LB/L1 si no queremos teleportarnos.

¡Minato-saaaaaaaaan!

Pues en cada nivel debemos recoger unas cápsulas temporales, y acumulando cuatro obtenemos una cápsula completa, pudiendo acumularse, y dándonos cinco segundos extras de tiempo cada vez que usamos una. Ah, pero resulta que el juego tiene un fuerte componente competitivo, quizás nos apetezca apurar y acumular más cápsulas de cara a mejorar nuestras marcas al llegar a la meta, y sobre todo, restregárselo a otros jugadores.

Cada nivel es un entorno abierto con multitud de rutas y formas de completarse. Sí, al principio solo pensaremos en llegar al final, y moriremos lo nuestro hasta que nos hagamos a los controles -no es fácil hacerse al kunai, especialmente en las diagonales-, pero solo ver como al terminar nuestro tiempo queda comparado con el de más gente, incluso jugando en modo singleplayer, te da un picorcito que solo se calma volviendo y volviendo para ser mejor, probar más rutas, arriesgarte más y jugar más con las versátiles habilidades de Jack ¿Y vamos a dejar sin coger la joya que cada nivel tiene? ¿Os lo perdonaríais? Yo alguna vez sí en aras de mis pobres nervios.

Plataformeo exigente bajo los límpidos cielos de Neo Barcelona.

Es importante comprender que el juego es esto, luchar, saltar, correr y machacar cronos, junto a obtener esa joya y hasta dinero del juego para desbloquear algún coleccionable. Porque Aeon Drive no ofrece un desarrollo más convencional para el aficionado habituado a este tipo de juegos. No hay mejoras para Jack, no vamos a conseguir un doble salto ni hacer el impulso en el aire, no vamos a comprar una daga mejor o una espada con nuevas propiedades. Lo que hay es lo que tenemos para esos cien frenéticos niveles. Un obstáculo imposible no lo será cuando lleves decenas de fases superadas, pero porque habremos mejorado y reaccionado en centésimas, cuando antes lo hacíamos en décimas al empezar a jugar.

2Awesome Studio se ha preocupado mucho por su criaturita, porque el juego ofrece juego cooperativo y competitivo a cuatro jugadores nada menos, local y online. Y si ya hay muchos momentos taquicárdicos jugando solo y sin buscar superar tiempos, hacerlo a cuatro, gestionando el avanza y el zoom-in y zoom-out me parece algo que mi corazón no podría llevar bien. Pero que es algo enorme a nivel de multijugador.

¡RÁPIDO, JACK, QUE NO LLEGAS, RAPIDOOOOO!

Los únicos ‘peros’ que le podría encontrar a Aeon Drive quizás entran más en lo subjetivo que en lo objetivo. Por ejemplo, no termino de hacerme a su control al 100%. Como he dicho, lanzar la daga en diagonal es complicado. Podemos jugar con el stick, claro, eso hará más fácil apuntar, pero más difícil manejar a Jack. Habrá muchas ocasiones donde nos salga el impulso hacia abajo cuando no queramos, perdiendo muchos valiosos intentos por ello, sobre todo con las diagonales hacia abajo, que son completamente vitales para dominar algunas rutas y machacar el crono.

El juego se basa en morir y morir, en probar y probar. Esto puede ser frustrante para según qué público. Pero con lo rápido de la acción y esos tiempos ajustados esos múltiples intentos suponen muy poco gasto de tiempo, aunque nos parecerá más por ese disparo de adrenalina en nuestra sangre. De hecho, para quien no tenga dos manos de madera como servidor, las diez áreas y los cinco núcleos se pueden obtener en unas dos horas, que no se sentirán cortas ¡Justo lo contrario! Para después mirarnos al espejo y preguntarnos sí vamos a volver a por las joyas que nos hayamos dejado, a intentar desbloquear más coleccionables, o simplemente, ver si ese puesto ciento y pico o mil y tantos con el que hemos terminado tal nivel nos parece lo bastante indigno como para volver una y otra vez a reivindicarnos ante miles de jugadores de todo el mundo.

Ha hecho falta un desastre intergaláctico para volver a entrar sin pagar al Parc Güell.

Pues solo me quedaría hablar del excelente apartado visual y esas 2D primorosas a golpe de sprites, y como la música con toque electrónico hace aún más frenético todo y haciendo en muchos casos que sigamos y sigamos sacando fases por ella. Lo que el sencillo argumento no nos impulsa, lo hace de sobras esos muy dinámicos y electrizantes temas musicales. Un broche perfecto a un juego cardíaco.

Haceros una pregunta ¿Sois de los que os gusta jugar contra el crono y superar tiempos e hitos? Si muchos decís que no pensando en un estilo de juego más tranquilo y tradicional, planteaos las cosas y dejad un ojo puesto en Aeon Drive, porque sabe convertir torpeza y frustración en habilidad y satisfacción de una manera impecable, y no podrás saberlo bien hasta que no lo pruebes al menos.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Jesús Fabre