Ah, las anomalías ¿A quien no le tocan las narices las anomalías? No se trata de ser un anomalofóbico de esos que salen por la tele, que yo tengo amigos anomalistas, ¿eh? Pero…
Como introducción al análisis de un videojuego queda bastante estúpida, sin duda. Pero como introducción para Anomaly Agent, diría que perfecta. Otro juego que en el título te cuenta mucho. Un agente que se dedica a investigar y solucionar anomalías ¿De qué índole?¿Por qué?¿Y que hace una mano gigante persiguiéndonos por estaciones de metro? Pues esta entrada pretenda dar respuesta a todo eso.
Bueno la verdad es que no. Esto solo es un análisis de un juego tan divertido como rocambolesco ¡ALLÁ VAMOS!
Vale, pues Anomaly Agent es un excelente trabajo de Phew Phew Games. Confieso sin reparos que hasta hace unas días no conocía ni al uno y a los otros, simplemente este juego apareció en el horizonte y tenía que jugarlo inevitablemente. Lo que más destaco a priori de la realización de Anomaly Agent es que aparece en unos cuantos sistemas -el juego llegará a consolas PlayStation este mismo año- sin un publiser apadrinándolo, aunque sí hay equipos de apoyo en la creación del juego. Luego, que por volumen de gente y trabajo podemos hablar de un título AA, que el juego incluso está en español. Hay plantilla, y sobre todo, hay un curro visible a distintos niveles en diseño visual y de fases, jugabilidad y situaciones, y una música que me ha enamorado.
Pues el juego tiene un argumento, claro ¿Por qué no iba a tenerlo? Somos un agente de la agencia TDAY, encargada de resolver asuntos relacionados con las grandes causas globales… o eso imagino. Por lo que propone el juego vivimos en un mundo que combina todo tipo de cacharros tecnológicos, y nuestro trabajo parece relacionado con resolver problemas anómalos espacio-temporales relacionados con la tecnología. Debemos ser la pera en lo nuestro, porque el juego empieza con un ascenso de nuestro agente anómalo.
La verdad es que es un universo y desarrollo de la historia que me ha recordado poderosamente a las chifladuras que tantas veces propone Goichi Suda, o Suda51 para sus amigos y familiares. Y justamente la jugabilidad de Anomaly Agent también iría en esa dirección de cuidada locura que vemos en sus juegos.
El juego se plantea como una sucesión de mini-secciones 2D dentro de una sucesión de capítulos durante su desconcertante desarrollo. El núcleo jugable combina beat ‘em up lateral en un único plano a lo The Ninja Warriors Again de Natsume, con plataformas muy dinámicas.
En la parte brawler tendremos bondades modernas como el parry o la esquiva, aunque de una forma tremendamente ágil y buenas ventanas de acción. Esto va de zurrar y zurrar, no de ‘soulear’. Asimismo irán apareciendo más habilidades y mejoras, de hecho, en un número bastante elevado. El juego propone un sistema de recompensas y crecimiento que me recuerda mucho al casi continuo visto en Soda Crisis, aunque llevados de diferentes maneras en cada juego. Ataques especiales, mayor capacidad de aturdimiento, nuevos objetos ofensivos, mejoras de combate cuerpo a cuerpo o cuando utilizamos armas de fuego…
La parte referente a la habilidad plataformera como digo es muy dinámica y llena de movimiento, merced de empezar con un doble salto y usar la esquiva también en el aire, combinándose con una precisión de control y fluidez que nos serán vitales en momentos complicados pero siempre justos.
Le añadimos unas cucharaditas aventureras en forma de diálogos, elección de respuestas, y una narración y desarrollo a la altura de la locura de historia y trasfondo que se nos propone.
Este sistema de mini-secciones donde tan pronto estamos luchando dejándonos la piel, como saltando plataformas eléctricas y esquivando láseres, o escapando de cosas, como la mano gigante ya mencionada, pues me recuerda inevitablemente a esa joyita un poco tapada que fue El Shaddai: Ascension of the Metatron, relanzado hace unos años en PC, y parece que este año saldría en Nintendo Switch. En ambos títulos tenemos el beat ‘em up y las plataformas como base. Y de ahí se van proponiendo todo tipo de situaciones extrañas y disparatadas.
En Anomaly Agent tendremos un gameplay sólido y bien trazado, que siempre será lo más importante dentro de estas propuestas tan atípicas. Terminé el año con esa locura paranoide que fue Crossroad OS, y afronto la cuesta de enero con otra deliciosa majadería. En ambos casos, disfrutando de una jugabilidad bien hecha, adaptada a lo que cada cual quiere hacer.
Pues durante unas seis horas pasaremos unos ratos muy entretenidos, con un avance calculado que a muchos usuarios se les hará hasta fácil en el nivel normal de dificultad. Tras cada mini-fase se recargará nuestra vida, y dentro de las mismas, aún siendo todas ellas breves, hasta habrá algún checkpoint por si la roscamos.
De hecho, los jefes proponen combates muy chulos que nos piden afinar todo lo que llevamos aprendido y las mejoras que en ese momento hayamos conseguido, y hasta ahí hay checkpoints. El mismo enemigo final tiene un checkpoint a mitad del combate. Si os manejáis con los reflejos y el parry, quizás es mejor que comencéis el juego en el modo difícil, y desactivando el aviso de ataques de los enemigos. Yo no, he tirado por los modos por defecto, que además de manco soy una persona mayor.
Además cuando culminemos el juego con uno de sus finales, seguramente nos quedemos con cara de circunstancias. Pues ahí estaría el modo ‘Nuevo Juego +’, ya que no tenemos elección de capítulos para probar otras elecciones, aunque por numerosas que estas son durante el juego, hay muy pocas modificaciones generales en las mismas. Lo haremos con todas las mejoras acumuladas de la partida anterior, y podremos intentar conseguirlas todas las que nos falten también.
Anomaly Agent propone una aventura contenida y medida en su duración, rápida y fluida en sus numerosas secciones, y consigue siempre divertir aún reutilizando recursos y situaciones. En un futuro llegará el modo de juego adicional ‘Agente Rebelde’ ¿De qué irá? Pues tengo tanta información como la expuesta en el párrafo de Phew Phew Games, lo siento…
Me puedo enrollar más hablando de su trabajadísimo pixel-art, recalcar de nuevo como su música me ha tenido silbándola a la poca que he cogido todos sus estribillos, lo variado y firme de su gameplay y distintas secciones… Pero creo que la mejor carta de presentación es que os pongáis el tráiler que remata esta entrada, que fue lo que a mi me ganó. Y luego ya cada uno confiará más o menos en este humilde plumilla para confirmar que lo que ahí se ve, la música es la del juego encima, tiene las tablas suficientes para merecer la pena.