Los peces atraen a la gente. Son variados, son bonitos de ver, y son relajantes. Nos gusta, en un lago o un estanque en la naturaleza, ver a los peces moverse por dentro del agua, tienen algo que, al menos a mí, siempre acaban haciéndonos pasar al menos unos minutos contemplándolos. De la misma manera, hay muchísima gente que disfruta teniendo peces en casa. Un acuario, más grande o más pequeño, no es algo tan raro de ver en nuestras moradas. ¿Y qué pasaría si pudiésemos diseñar un acuario a nuestro gusto, poniendo cualquier pez que se nos antoje? Pues eso debió pensar la gente de Sigur Studio, que nos trae Aquarium Designer. Y lo consigue… a medias.

Aquarium Designer va de decoración. Dentro de cada acuario tendremos distintos tipos de arena, distintas plantas o distintos elementos decorativos que podremos colocar para decorar el acuario a nuestro gusto. Plantas, rocas, tótems aztecas, cofres hundidos bajo el agua -como no-… hay diversas opciones que nos permitirán decorar el acuario -además permitiéndonos cambiar el tamaño de cada objeto a nuestro gusto- casi como queramos. Casi. Porque he de decir que el número de elementos a añadir no es especialmente pequeño, pero tampoco es especialmente grande, y en este sentido, la mayoría de los acuarios nos quedarán bastante parecidos. Quizás podrían haber añadido unas cuantas pilas más de objetos para el lanzamiento y quedaría un poco menos cojo. ¿Dónde está el típico buzo con la escafandra, por ejemplo?

En este sentido, además, la interfaz no ayuda mucho, porque muchas veces no sabemos exactamente en qué punto concreto de la pecera estamos poniendo el objeto si estamos mirando el acuario de frente, y si lo miramos desde arriba no tenemos completa noción del tamaño del propio elemento que estamos intentando meter. No ayuda tampoco que los cuadros de colisión son enormes, y resulta difícil colocar objetos muy juntos en ciertos casos. Esto último puede ser algo más difícil de arreglar -o no-, pero se puede decir que Aquarium Designer mejoraría mucho con un par de parches gratuitos de contenido en el futuro.

Como veis, no soy el tipo más creativo de la historia.

Aquarium Designer va de peces. De la misma manera, tenemos un número de tipos de peces que podemos meter en la pecera. De nuevo, este número no se me hace especialmente grande, aunque es algo que destaca menos que en la decoración, ya que tenemos distintos tipos que pueden añadir variedad al acuario. Estos peces, obviamente, tienen que estar en perfectas condiciones, y para ello podremos comprar un filtro de agua y un regulador de temperatura para adecuar el acuario a sus habitantes. ¡Ojo! Los peces tienen necesidades distintas y la temperatura o el PH del agua para un pez no es el mismo que para otro, por lo que lo ideal es que en un mismo acuario tengamos peces de necesidades similares, aunque sean de especies distintas.

Reconozco que una de las primeras cosas que intenté al empezar mi primer acuario -ya se sabe, en los juegos haces lo que no harías en la vida real- fue poner peces de especies que a priori podrían atacarse entre sí a ver qué pasaba. Y la respuesta es que no pasaba nada, o, más bien el juego no te dejaba ofreciendo un cartel de «Conflicto entre especies». No es mala solución, pero hubiera sido interesante una simulación de lo que pasaría si metiésemos una especie muy territorial con otra especie en el mismo acuario. «For educational purposes», ya se sabe.

El juego dispone de una campaña con una premisa interesante: somos un diseñador de acuarios -obviamente- más o menos amateur y nos encargarán diversas peceras que tendremos que decorar, normalmente añadiendo peces de tipos concretos, un número determinado de plantas o decoración. La premisa, como digo, es interesante, con algunas misiones más o menos bien pensadas -en la segunda misión, por ejemplo, tenemos como objetivo opcional hacer un acuario que calque el de un dibujo de un niño de 5 años-, pero, por desgracia, tras unas 2 horas más o menos veremos los títulos de crédito pasar. De nuevo, se nos hace corto y es algo que, en unos meses y con más contenido se podría paliar.

El segundo modo de juego de Aquarium Designer es el diseño libre. En él, podremos diseñar un acuario como queramos, de entre varios tipos y tamaños, y observar como se comportan los peces. Probablemente este sea el modo más llamativo si lo que nos gusta es decorar a nuestro gusto y poder tener un acuario virtual en nuestra habitación/despacho. De hecho, este modo tiene dos submodos más, el modo casual, donde podremos decorar a nuestro gusto sin preocuparnos, y el modo realista, en el que será necesario incluso acceder al acuario de vez en cuando porque si no, el agua se puede ensuciar y los peces pueden morir. Es una buena idea, sin duda.

Por último, el juego está traducido al castellano. Con una traducción no especialmente buena, eso sí, con unos cuantos false friends -cosas de traducir palabras sin contexto, imagino-, o con trozos directamente sin traducir. Aún así, se entiende casi perfectamente.

En general, Aquarium Designer es un buen juego que, probablemente, se quede en un mercado nicho, pero que puede conseguir que ese mercado le sea fiel a poco que vayan sacando poco a poco parches de contenido, ya que este se queda bastante escaso. Si queréis una pecera virtual, ya sabéis.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por PR Outreach