¿Quién le iba a decir a este pequeño estudio español, que empezaron con toda la humildad del mundo, que terminarían colaborando con una de las mayores leyendas de la historia del videojuego? Pues eso es lo que les ha pasado a los sevillanos The Game Kitchen, que en la última actualización de su obra maestra Blasphemous han tenido una colaboración muy especial, y no se me ocurre mejor momento que ahora, con el día de Andalucía bastante reciente, para analizar Strife and Ruin, el nuevo DLC de este juego de acción ambientado en la semana santa hispalense.

Pero hagamos primero un poco de repaso histórico al recorrido que ha logrado Blasphemous hasta el momento: todo comenzó con un proyecto de Kickstarter bastante prometedor que alcanzó una financiación muy buena, casi multiplicando por 7 la cantidad que pedían. Cuando el proyecto final se lanzó al mercado tras dos años de desarrollo, se convirtió en un auténtico éxito no solo en España, sino incluso a nivel mundial. Y no es para menos, ya que estamos ante un título que atesora calidad y amor en cada uno de sus píxeles, literalmente.

En agosto del pasado año se lanzó la que sería su primera actualización considerable de manera totalmente gratuita, al que llegaron a considerar como DLC por todo lo que añadía al juego base y llevando por nombre The Stir of Dawn. Entre algunas de estas novedades encontramos el esperado «Nuevo juego +», que nos permitía comenzar el juego de nuevo pero con un aumento de dificultad importante y manteniendo algunos de los objetos que ya conseguimos. En este modo encontrábamos además una ampliación del modo historia con nuevas zonas, bosses y objetos. Pero sin duda la novedad más destacable fue la del doblaje al castellano, contando con actores de voz muy conocidos de la talla de Claudio Serrano, Jordi Boixaderas o el mítico Alfonso Vallés entre otros para darle voz a estos personajes tan peculiares, incluso algunos contaban con acento andaluz -andaluz de verdad, no fingido como suele ocurrir- que personalmente me dejó maravillado, todos hacen una labor excelente y soberbia llegando a dejar en ridículo a producciones de mayor presupuesto -¿alguien ha nombrado Control?-.

Y la última gran actualización ha sido lanzada hace tan solo un par de semanas, nuevamente denominada como DLC y nuevamente sin tener que pasar por caja, lo cual agradecemos bastante. Strife and Ruin se llama la actualización en cuestión, y su mayor atractivo es sin duda una colaboración con Koji Igarashi, principal impulsor del género metroidvania junto a Nintendo -de ahí su nombre-, quien ha prestado su licencia más reciente para hacer un curioso crossover para la ocasión.

Strife and Ruin nos presenta a Miriam, la protagonista de la saga Bloodstained -doblada por primera vez al castellano con la voz de Laura Monedero-, quien ha llegado por accidente al mundo de Cvstodia a través de un portal mágico que termina roto en pedazos. El penitente tiene un encuentro con la poderosa hechicera y ésta le pide ayuda para localizar los trozos de cristal para recomponer el portal y poder regresar a su mundo original. El penitente tendrá que localizar estos restos, viéndose obligado a superar una serie de retos para ello.

Para conseguir estos cristales tendremos que superar una serie de desafíos en forma de carrera de obstáculos. Al entrar en cada una de estas pruebas, se iniciará una cuenta atrás en la que tendremos que llegar hasta el final del circuito antes de que el crono llegue a cero. Estas pruebas nos pondrán al límite, pues tendremos que utilizar toda nuestra experiencia y dominar nuestras habilidades para llegar a la meta, incluso teniendo que usar aquellas habilidades que no acostumbramos a utilizar -o sí- como el combo en el aire.

A pesar de esto hay algunos problemas que nos impiden disfrutar del todo de esta nueva experiencia, en primer lugar nos encontramos que algunas de las animaciones no funcionan del todo bien, especialmente a la hora de engancharnos en escaleras -problema que también ocurre en el juego normal- para lo que tendremos que estar perfectamente alineados con el centro de las mismas, no vale pulsar el botón estando un poco a la izquierda o a la derecha, lo que nos va a provocar algunas muertes injustas. El otro problema es que las pruebas ya están scriptadas de antemano para pasártelas en el tiempo justo que el estudio haya decidido, en más de una ocasión he probado a intentar atajar por otros caminos para ahorrar tiempo, solo para encontrarme con que algunas plataformas móviles e interruptores no empiezan a funcionar hasta que el reloj llega a un tiempo determinado, por lo tanto intentar salirse del camino marcado es totalmente inútil. Por añadirle otra pega, más a titulo personal que otra cosa, es que el numero de circuitos es un poco escaso, ofreciendo tan solo 5 pruebas en total, aunque entiendo que es una decisión debida en parte al poco espacio libre que queda ya en el mapeado -pues estas pruebas se encuentran ocultas en habitaciones secretas tras paredes falsas-

Pero estas pruebas no son el único añadido de este DLC, otro de los grandes alicientes es el modo «Sagrados pesares», que no es otra cosa que un boss rush que nos propone luchar consecutivamente contra todos los jefes del juego. Tendremos 5 circuitos o secciones en las que enfrentarnos a estos jefes por tandas, de manera que hasta que no acabemos uno no se desbloqueará el siguiente con otros jefes diferentes. Estos circuitos a su vez cuentan con dos dificultades, la normal y la de Nuevo juego +, y dependiendo de nuestra actuación y del número de items utilizados en la batalla nos puntuarán con una determinada clasificación. Este modo no es nada fácil y supondrá un verdadero reto, por lo que más nos vale practicar mucho.

Finalmente y a modo de extra más que nada, encontraremos un minijuego llamado Alcazar of Grief, que nos permitirá jugar a una versión con estética retro del juego. Aquí los modelados son puramente al estilo NES con música chiptune, similar a lo que ya se hizo también en Bloodstained: Curse of the moon. Para acceder a este minjuego tendremos que localizar la sala secreta y pagar 2500 lágrimas por partida, lo que nos dará la posibilidad de jugar a este nivel especial en el que tendremos tan solo una vida para terminarlo. Toda una auténtica curiosidad como regalo a todos aquellos que se preguntaban cómo se vería Blasphemous con otro tipo de estilo visual.

Si valoramos Blasphemous en su conjunto, que es lo que se debería hacer, le otorgaría la más alta de las notas, pero analizando únicamente Strife and Ruin como DLC teniendo en cuenta lo que incluye y al precio que sale -es decir, gratis- nos deja un muy buen sabor de boca y unas impresiones muy notables. Es bastante completo y duradero como para ofrecernos unas cuantas horas más de juego. Esperemos que The Game Kitchen nos siga deleitando con más contenido de esta maravilla, aunque teniendo en cuenta todo lo que se ha añadido desde su salida veo complicado que puedan volver a superarse.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Team17