A la hora de crear un videojuego, cualquier cosa puede servir de inspiración, los creadores suelen fijarse en sus gustos personales e imprimirlos en su obra, unas veces con mejor resultado que otras. Muchas veces esas inspiraciones parecen extrañas juntas, pero luego funcionan mejor de lo esperado, y ese es el caso de Bloodroots del estudio de Montreal Paper Cult, que ha tenido la genial idea de coger a Hotline Miami, Samurai Jack y Jackie Chan y meterlos en una coctelera.

Y con estas pistas es sencillo pensar que la base de Bloodroots será como un Hotline Miami, eso lo podemos ver fácilmente viendo sus niveles de vista isométrica, su propuesta de tú contra todos, y la muerte de un solo golpe. Como también vemos evidente que la inspiración del apartado artístico del juego y del diseño de sus personajes es Samurai Jack, la serie de animación de Cartoon Network. Pero entonces, ¿qué pinta Jackie Chan en el juego? Como el mismo estudio ha explicado en diversas entrevistas, ellos querían que nuestro protagonista, el Sr. Wolf, atacase a sus enemigos con cualquier cosa que tuviera a mano, como hace Jackie Chan en sus películas, y la verdad que añadir esto al cóctel le ha sentado al juego de maravilla.

La historia, que ha contado en su concepción con la participación de Nick Suttner, escritor también de Guacamelee 2 y de Celeste, es tomada bastante en serio a pesar de la locura y desenfado que desprende el juego, y aunque no deja de ser hilarante, sigue siendo una historia de brutal venganza. Como Mr. Wolf veremos como nuestro pueblo, Tarrytown es reducido a cenizas por los Blood Beasts, una banda encabezada por Mr. Black Wolf , y cuando intentamos intervenir, somos atacados brutalmente y dado por muerto. Despertamos tiempo después y en nuestro corazón sólo hay hueco para la venganza y en nuestra cabeza una pregunta, ¿por qué?

Con esta historia de venganza en el loco Weird West, como los chicos de Paper Cult han denominado al Salvaje Oeste donde se desarrolla la acción, da comienzo la caza de los cuatro miembros de la banda Blood Beats y sus soldados que protegerán el camino hasta ellos. Estos soldados, a los que deberemos de matar de cualquier forma posible, están colocados en determinados puntos a los que deberemos llegar con solvencia de poder solventar la situación, pues un sólo golpe acabará con nosotros. La acción es muy dinámica, pues para acabar con los enemigos, podremos usar nuestros puños, o como haría Jackie Chan, usar cualquier cosa a nuestro alcance, y eso incluye armas, tablas de madera, escaleras, zanahorias, pescados, barriles, fuego, jarrones, trozos de enemigos, etc. Cualquier cosa que podamos coger, será un arma en potencia, y cada una ataca de una forma determinada y tendrá unos usos determinados.

Conocer y probar cada posible arma, además de arrancarnos una sonrisa, nos ayudará a encarar la primera gran diferencia con Hotline Miami, avanzar encadenando combos. Esto será posible al hecho de que el juego es tan rápido y dinámico que en el momento que estemos matando a un enemigo, tendremos un instante para matar al siguiente, ya sea con el mismo arma o cogiendo otro objeto inmediatamente para usarlo contra otro enemigo. Si lo hacemos bien, encadenaremos muertes, que además de ser espectacular, subirá la puntuación del nivel, que será la que aparezca en los leaderboards al final de cada nivel. Tanto dinamismo hace que cuando muramos, lo cual será muy frecuente, no nos pese nada volver a repetir la sección intentanado hacerlo mejor, o intentando nuevas cosas, otras armas, otros caminos, o diversas opciones, ya que a pesar de haber formas óptimas de afrontar los enfrentamientos, hay bastante libertad a la hora de hacerlo. De todas formas si nos atascamos y queremos tirar la toalla, podremos activar la invencibilidad a modo de ayuda, a cambio de que se desactiven los leaderboards para ese nivel.

Y esto no es todo, porque entre niveles, en nuestro campamento, además de profundizar en la historia del juego, podremos repetir los niveles concluidos para mejorar la puntuación o para recoger unas estatuillas de lobo coleccionables si nos hemos dejado alguna, y además podremos hacerlo usando sombreros que recibiremos al ir completando objetivos, y que activan ayudas específicas, pero sólo en los niveles finalizados, así podremos ser Mr. Dog, Mr. Fish, o Mr. Bear por ejemplo. Esto garantiza la rejugabilidad del título, que es bastante divertido y frenético ya de por sí.

Como hemos dicho, Bloodroots coge su apartado artístico directamente de Samurai Jack, lo que es evidente a simple vista. Esto lo mismo no agrada a todo el mundo por igual, pero encaja con el tono desenfadado y divertido del juego, y con el gore desplegado, que no es poco. Técnicamente el juego no sufre de problemas de rendimiento acentuados, aunque la cámara a veces nos la juega alejándose demasiado de nosotros, lo que dificultad el control de la acción. Los temas musicales suenan como melodías típicas de las películas del género Western, pero con un toque electrónico que le sienta genial al juego.

Es evidente que la propuesta de Paper Cult no es totalmente original, pero han sabido usar elementos que funcionan muy bien juntos, y en especial la base jugable, muy inspirada en Hotline Miami, ha encontrado una evolución lógica añadiendo los frenéticos combos de muerte a toda velocidad que hará que nos desplacemos a toda velocidad por los escenarios dejando un reguero de cadáveres de nuestros enemigos hechos pedazos, ya sea por un hacha, o por un salmón. Gamberro y caótico, pero un caos que podemos controlar, y una jugabilidad directa y frenética son su tarjeta de presentación, cada muerte del enemiga nos proporcionará una sonrisa, y cada muerte nuestra será justa, y aprenderemos de ella. Cualquiera que haya disfrutado con las entregas de Hotline Miami debería probar Bloodroots, no se decepcionarán.

 


Esta impresiones han sido realizadas mediante una copia cedida por Dead Good Media