Justo al comienzo del veinticuatro de septiembre, aquí en España al menos, tras un Nintendo Direct con algunas interesantes sorpresas, vimos aparecer el tan largo tiempo rumoreado recopilatorio de los Castlevania de Game Boy Advance. Incluso se cumplieron otros datos como los añadidos de salvar/cargar estado, rebobinar partida, y hasta el casi inverosímil rumor de la inclusión en la recopilación del Dracula X/Vampire’s Kiss de Super Nintendo. Tras Castlevania Anniversary Collection, llega Castlevania Advance Collection como recopilatorio de excelentes juegos de la saga en 2D a un precio sabroso, pero con aspectos mejorables a la hora de reunir estos cuatro clásicos de esta gran saga.
Castlevania Circle of the Moon: en 2001 Nintendo lanza su Game Boy Advance, la esperada sucesora de su antológica Game Boy. Konami no podía dejar pasar la ocasión y lanzó un título que recuperaba la fórmula metroidvania, tras cuatro años de distancia con el gran Symphony of the Night. El resultado generó su debate: sprites pequeños, poco lucimiento gráfico, visibilidad limitada -el primer modelo de Game Boy Advance no tenía retroiluminación propia-, una historia que no sabíamos como encajar en el canon, si es que formaba parte de él…
Pero los años fueron dejando a este juego como lo que es, una joyita. Con un sistema de poderes basados en la obtención primero y combinación de dos ‘mazos’ de cartas, la fórmula de explorar el castillo de Dracula con estilo RPG se enriquecía enormemente, además de dar un juego desafiante que te hacía estar más atento que en otros títulos posteriores que usarían el estilo metroidvania. Mención especial para su banda sonora, con piezas soberbias como el tema de la batalla final contra Dracula.
Castlevania Harmony of Dissonance: si el juego anterior pudo dejar un sabor de boca agridulce, aquí venía un ‘Igavania’ en toda regla para intentar remediarlo justo al año siguiente. Este título estuvo planificado como una secuela directa de Symphony of the Night, pero luego se retocaron aspectos para encajar la historia en la cronología de los Belmont, explicando así que Juste Belmont tenga un ‘aura’ y su enorme parecido físico con Alucard.
Aquí ya tenemos un juego que demuestra que la Game Boy Advance era una máquina de 32-bits, con un músculo poderoso para gestionar juegos en 2D. Le queda bastante cerca en lo gráfico a su inspiración de la primera PlayStation, la gente quería más SotN y Koji Igarashi fue lo que les dio. Parecidos aparte, el juego es soberbio y paradójicamente contrario a Circle of the Moon, porque los gráficos son formidables pero la música flojea merced a los problemas de GBA de falta de hardware dedicado de sonido, con buenas composiciones que muchas veces suenan a 8-bits con más canales de audio.
Castlevania Aria of Sorrow: la portátil seguía vendiendo hardware y software en generosas cantidades, y no iba Konami a detenerse. Sorprende que, de nuevo, solo haya un año de distancia respecto del juego anterior, porque Aria of Sorrow es tremendamente rompedor y con un refrescante remodelado visual, jugable y hasta argumental. En la piel del estudiante de intercambio Soma Cruz, en el año 2035 nada menos, volvemos al castillo de Drácula de forma forma más desconcertante y extraña.
La remodelación gráfica esta vez sí venía acompañada de una banda sonora a la altura que sonaba a gloria de nuevo. Pero lo más interesante es su nuevo sistema de poderes, que hace que Soma deba recopilar almas de enemigos para conseguir poderes y cualidades especiales, de ataque, apoyo, habilidades para seguir progresando… La exploración y recopilación adquieren una nueva dimensión con este nuevo sistema, potenciando la parte metroidvania y RPG aún más.
Castlevania Dracula X/Vampire’s Kiss: la sorpresa del recopilatorio es ver a este juego de Super Nintendo de 1995. En su momento, también supuso una pequeña -o gran para algunos- decepción. Y, de nuevo, no había motivos para ello. La idea era trasladar el argumento del impresionante Rondo of Blood a un arcade de estilo más clásico que aquél grandísimo juego de PC-Engine CD, y la decepción vino de no parecerse más a él por un lado, y de separarse del estilo de Super Castlevania por el otro. Muy injusto porque el juego tiene mucha calidad y cualidades propias.
Con su estilo arcade de acción y plataformas, Richter Belmont no solo debe llegar y derrotar a Dracula, sino intentar rescatar a su amada Anette Renard y a su hermana María -la co-protagonista de Rondo of Blood, por cierto-, determinando la calidad del final según a cuantas de las damas hayamos rescatado. Esto hace que, en algunos momentos tengamos que tomar rutas diferentes, aunque no tan diferenciadas como en Castlevania III. Y encontrarlas era una cosa, rescatarlas ya otra… Un excelente juego donde muchos jugadores también agradecerán la opción de salvar/cargar estado y rebobinar la partida ante complicaciones y algunos puntos negros. Ah, ese combate final contra Dracula…
La calidad de los juegos es incuestionable, el precio tremendamente apetecible, y hay alguna ayuda opcional en los juegos de Game Boy Advance para ayudar a los jugadores con algún problemilla al avanzar, como decir cuantas reliquias quedan en una zona en Harmony of Dissonance, por ejemplo, que viene activada por defecto y hay que desactivar para jugar de la manera original. Pero el recopilatorio tiene también fallos claros. El más serio, lo mal restaurados y adaptados que están los juegos de cara a jugarse en televisores y monitores modernos. El escalado de los juegos es, o con marcos para rodear una pantalla recortada, o una imagen estirada que queda muy mal ya incluso en 1080p -las capturas de la entrada se han hecho a esa resolución en modo full-, no os digo ya a 1440p, y sobre todo a 4k en un televisor de muchas pulgadas. Encima, la versión de PC funciona en modo ventana solamente ¡Con bordes! Mucha dejadez que desluce cuatro grandes juegos.
Tampoco se comprende por qué teniendo las tres versiones de los juegos -japonesa, estadounidense y europea- el cambio de las mismas sea global para todas, frente a individual para cada juego. Es decir, si quieres jugar a Vampire’s Kiss -la versión europea de Dracula X– y tienes partidas guardadas, estados y configuración salvada de los otros juegos en las otras versiones, todo eso ya no está, haciendo que haya que cambiar la región de manera global para recuperar el progreso donde lo habíamos dejado en los otros títulos, y volver a ponerla de nuevo en europea al volver al juego de Richter en esta región.
El conjunto se completa con la usual galería de ilustraciones, mostrando bellos dibujos y también las carátulas de cajas y manuales de las tres versiones. Aunque el extra que más puede tocar la fibra es poder escuchar la banda sonora de los cuatro juegos y disfrutar de semejantes composiciones.
Castlevania Advance Collection es un recopilatorio muy interesante, con un precio suculento para el coleccionista de la saga, con cuatro juegos excelentes a descubrir y reivindicar, pero mejorable en la forma de recuperarlos. Una mancha clara, que no impide disfrutar de cuatro joyitas que son historia viva de Konami y el género metroidvania.
Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Peidro Comunicación