La época de Halloween -o, como se dice en mi pueblo, la noche de brujas- siempre ha sido una de las épocas predilectas de las editoras para lanzar títulos de terror. Y este año no ha sido distinto. Multitud de juegos que intentarán que lo pasemos mal dentro del juego. Que el corazón se nos acelere y nos cueste atrevernos a cruzar esa puerta que nos sirve para pasar de nivel. Juegos como Amnesia: Rebirth, Visage, o, en el caso que nos ocupa, Clea, que tras su paso por PC ahora promete aterrorizarnos en nuestras Nintendo Switch.

Primero, un poco de contexto: Sekai Project son un conjunto de traductores que, desde hace años, se dedica a traducir y publicar novelas visuales desde China o Japón para que podamos disfrutarlas en Occidente. Es muy probable que quien sea aficionado a ese mundillo haya escuchado hablar de ellos. Son los encargados de traernos a Steam juegos como la saga Nekopara o Clannad.

El año pasado crearon una nueva rama, Sekai Games, en la que pretenden traer juegos primeramente peceros a consola. Uno de los primeros juegos que nos ofrece es este Clea, desarrollado por InvertMouse, y lanzado en verano del año pasado en Steam.

Clea Whitlock vive en la mansión de sus padres, junto a estos, la sirvienta, y su hermano menor. En el día de su cumpleaños, al que sus padres no pueden asistir por estar demasiado ocupados, se escucha un ruido extraño. A la sirvienta, encargada de los niños por la ausencia de los progenitores, le tocará ir a investigar, obviamente tras ordenar a los pequeños que no se muevan de donde están. Y obviamente, estos no le harán caso. Aquí empieza la aventura de Clea y su hermano menor, que tendrán que escapar de la mansión donde conviven con todo tipo de experimentos terroríficos, y, con un poco de suerte, encontrar a la sirvienta y los padres por el camino. Por el camino una historia interesante que, sin ser el máximo exponente del género, nos mantendrá interesados por ver como avanza.

El juego se desarrollará a lo largo de los 6 niveles que ofrece la mansión Whitlock donde cada uno de ellos será más macabro que el anterior. Y es que pronto descubriremos que los señores de la casa no son precisamente unos santos. Estos niveles serán pequeños escenarios en 2D que iremos recorriendo horizontalmente, pudiendo entrar a las distintas habitaciones de cada uno. Siempre que tengamos la llave correspondiente, claro, en el caso de que las puertas estén cerradas.

Porque Clea bebe directamente de clásicos del género como los Resident Evil o Silent Hill, con la evidente distancia de calidad. Y pronto estaremos recogiendo piezas y combinándolas para obtener la llave que nos permita llegar al siguiente nivel. Pero no solo nos encontraremos las piezas por el suelo, sino que el juego tiene distintos puzles, no excesivamente difíciles pero alguno rocambolesco, que deberemos resolver para poder continuar la aventura.

Muy asiduos son ya las criaturas invencibles que nos persiguen sin cesar en los juegos de terror. Se ha vuelto algo normal, un recurso incluso anticuado en algunos juegos. Un enemigo cuyo ataque implica la muerte instantánea, haciéndote perder tiempo de juego y, por tanto, añadiendo tensión a la partida. En Clea estos son los Señores del Caos, y encontrarnos con ellos será extremadamente arriesgado.

InvertMouse nos promete con este juego una experiencia de terror sin jumpscares. Y esto es verdad a medias. Porque parte del terror en Clea reside en no dejarnos ver claramente lo que tenemos delante, una forma algo tramposa en mi opinión. Sí es posible ver, apretando un botón, una «casilla» adelante y otra atrás, para prevenir la venida de enemigos, pero mientras estemos mirando no podremos movernos. También podremos echar un vistazo por las cerraduras de las puertas antes de cambiar de habitación, para comprobar si hay enemigos al otro lado de la puerta.

Es verdad que tenemos medios para evitar los jumpscares, pero no los evitan completamente. Porque en el momento en que nos confiemos y cambiemos de puerta sin mirar, puede que nos encontremos de repente con un Señor del Caos. Susto. O que estemos mirando la casilla hacia delante y no nos demos cuenta de que acaba de abrir la puerta inmediatamente delante nuestra. Susto otra vez. O lo más retorcido -y pasa-, que miremos por la cerradura de la puerta, no veamos nada, y que dé la casualidad que estaba entrando a nuestra habitación por ese mismo lugar. Existen los jumpscares, y los experimentaremos.

Los Señores del Caos no cesarán en su intento de encontrarnos. Y lo intentarán. Porque son capaces de recorrerse todo el nivel, entrando y saliendo de habitaciones, sea persiguiéndonos tras habernos visto, o en cualquier momento de su patrulla. Para ello nuestra mejor baza es escondernos en los millones de armarios que tiene la mansión. Deben de ser muy presumidos los Whitlock, ya que los pasillos están bastante llenos de armarios que podremos utilizar para desaparecer de la vista de nuestros enemigos. Literalmente, porque si bien son capaces de perseguirnos a otra habitación, entrar en un armario significa desaparecer para ellos, aunque lo hagamos justo delante de un enemigo.

No tendremos forma de saber el paradero de los Señores del Caos, pero en este punto toca destacar el nivel conseguido por InvertMouse en cuanto al sonido 3D se refiere. Los escucharemos más cerca, más lejos, abriendo y cerrando puertas, o atenuados si se encuentran en otra habitación. Esto nos ayudará a calcular, de forma aproximada, el paradero de los enemigos, de forma que podamos movernos de forma más o menos segura por los distintos escenarios. Hay que tener en cuenta que no solo tendremos a los Señores del Caos rondando, sino que habrá otros pequeños enemigos a los que sí nos podremos enfrentar siguiendo ciertas estrategias. Por ejemplo, las arañas nos atacarán si les damos la espalda, pero saldrán corriendo si las miramos.

Por desgracia, veremos esta imagen muy a menudo

El concepto del juego, per se, no es malo. El problema es que muchas veces genera más frustración que terror, y es que muchas veces los Señores del Caos actuarán como un semáforo: si están, nos escondemos hasta que se vayan, ya que a veces no habrá manera de deshacernos de ellos de forma activa. Otras veces sí, ya que responderán a ciertos ruidos que podemos generar, como tirar de la cadena del baño.

Por otro lado, a esa sensación de terror/frustración ayuda el sistema de guardado. De nuevo, bebiendo de los clásicos, el guardado está limitado. Necesitaremos cerillas, sin ellas no nos será posible guardar la partida. Y el número de cerillas está extremadamente limitado, lo que implica que tengamos que pensarnos si guardar o no cuando veamos un punto de guardado, o que nos toque repetir tramos enteros si morimos. Para quien no quiera sentir esa frustración en el juego, está disponible la posibilidad de tener guardados ilimitados en la dificultad más sencilla.

En conclusión, Clea es un buen juego, que nos generará momentos de susto a veces, frustración otras. Hay que tener en cuenta que su duración no es especialmente alta, unas dos horas, aunque ofrece ciertos elementos que permiten la rejugabilidad, como desafíos en cada nivel -que no nos vean ni una vez, completarlo en un tiempo determinado… ese tipo de cosas-. Si te apetece una aventura de terror estilo anime, échale un tiento.

 


Estas impresiones se han realizado con una copia cedida por PR Hound