Es inevitable que siendo hijos de nuestros padres, sintamos curiosidad por sus vidas cuando aún no lo eran. Para nosotros siempre han sido adultos, figuras enormes y hasta misteriosas a las que rendíamos homenaje con horribles dibujos o collages hechos con macarrones y purpurina, que se pegaban y desprendían en sus manos, siendo sus «que bien hecho está, hijo» el mejor premio que podíamos recibir. Pues me atrevo a decir que en toda la historia de la humanidad no hay un homenaje y aproximación a unos padres como el que tenemos aquí con Cosmic Top Secret. 

Este docu-juego-homenaje-cosa-vital ya apareció en PC y Smartphones hace tres años. Venido de Dinamarca por parte de Those Eyes como desarrolladores y Klassefilm como productores, ahora los polacos Nakana.io lo traen para consolas también. Pero vamos a poner el foco en Those Eyes, y más concretamente, en la directora de este pequeño estudio, Trine Laier.

«Hola, me llamo Trine Laier, but just call me L. That’s what everyone calls me».

Durante la guerra fría, los padres de L -así la llamarán durante el juego- colaboraron con el servicio de inteligencia danés. Por supuesto, su curiosidad creció y creció con la edad. Ahora, directora de un pequeño estudio dedicado a la animación y los videojuegos, crea una aventura donde profundizaremos en esos secretos, además de ser un monumento a su figura. Ah, sí, y el juego lo protagoniza ella mientras hace su… investigación.

Los puntos suspensivos son apropiados, no será tarea fácil exponeros como funciona todo. Tenemos seis fases en escenarios abiertos -el primero, más pequeño-, donde movernos, explorar, plataformeo, resolver puzles y situaciones… y todo responde a una cara de un cubo de rubick ficticio en cuyos cuadrados nos moveremos, mientras un mono recortado nos da consejos, indicaciones y vaciladas.

El mundo y personajes son puro papercraft, o cartoncraft supongo. La experiencia en animación del estudio se plasma en una originalísima puesta en escena de personales silueteados de celulosa, en escenarios recortados tras dibujar y pintar cajas de cartón. L se mueve hecho un burruño redondeado por el suelo, simplemente encantador.

En cada nivel exploramos algún tipo de situación en las vidas de los padres de L, recogiendo sobre todo abundante documentación y material audiovisual. Hay grabaciones y vídeos con entrevistas y secuencias con sus padres, fotos, calendarios o documentos. Y vamos activando situaciones… especiales… por decir algo… que culminan con un puzle final tras recopilar toda suerte de pistas y locuras.

Explorando la cara del cubo de Rubick de papá.

La impresión es surrealista, pero unas cuantas de esas situaciones bien miradas y ese apoyo de material recopilatorio, lo que hace es mostrarnos una mirada humana de hija a padres. A nuestro papi de cartón le falta una pierna. Raudos y veloces la buscamos en un campo donde papuchi nos ha traído para que arrojemos granadas y pasemos un rato entretenido con sus amigos. Y cuando le devolvemos la pierna, vemos un fragmento del corazón de Trine Laier.

La mirada ‘no sense’ se desvanece rápidamente ante estas situaciones reales. Da igual que le pongas ojos saltones a tu padre, que desfiles con tu madre y sus amigas fumadoras, que tengas que usar granadas para ver donde estás en el mapa, que tengas una fase ‘Star Fox‘… porque el homenaje y la fuerza emocional quedarán patentes ¿Y qué que haya que llenar los huecos en la parte del espionaje con alocadas invenciones? Hay una historia suspensiva que descubrir, aunque la verdadera historia sea la aproximación a estos padres y esos años de la guerra fría cuando eran jóvenes.

«Mamá y sus amigas eran lo más de lo más».

Tengo que decir que el juego me mueve, me deja inquietudes y nudos en la garganta. Contar de esta forma una historia de secretos, de algo más que espionaje danés, simplemente me fascina. Dentro de esos niveles abiertos hay también material adicional que recopilará más momentos e información pasada. Por haber…hay hasta anillos a lo Sonic para coger… Aunque me quedaría con los puzles y las formas de resolverlos en ese viaje por el cubo de Rubick.

¿Que sucede para que algo tan original y prometedor tenga ‘solo’ un notable? Pues que falla como videojuego en sí. El control de L, la exploración, las físicas, y sobre todo, el plataformeo, no están bien ajustados entre sí. Es mucho de golpe, sin duda, pero no hay esperpento más que en algunos momentos intencionados. Lo que pasa es que el juego es áspero e incómodo al mando, así como en la exploración y aprovechamiento de esos niveles abiertos.

No ayuda que el juego solo tenga doblaje danés, con subs a ese idioma, inglés e italiano, hay abundante texto y explicaciones. Pero tengo que reconocer que escuchar ese doblaje original solo hace las cosas más descacharrantes, y emocionales también. Doblar esas conversaciones y vídeos restaría autenticidad y alma a esos momentos.

La historia que emocionó a Spielberg.

Al menos jugar con pad ofrece ventajas que el control original de PC con ratón, o el de las pantallas táctiles de los teléfonos, no ofrecían. Aquí mover a L, la cámara, los saltos y las plataformas, arrojar granadas, o situaciones especiales como ese momento en las fuerzas aéreas danesas, son más cómodas y manejables. Pero el juego no llega, te atascas explorando, y conseguir los anillos en cada nivel puede ser muy tedioso, y hasta irritante en determinadas situaciones con saltos de por medio.

Servidor es de probar rarezas a pulmón libre, calzón quitao y sin botella de oxígeno. Y esta no tiene la redondez jugable de un PUSS! o esa otra joyita publicada por Nakana.io también, el simpar Infini. Pero también, que la parte jugable no es un simple testimonio para ver escenas y locura convertida en cartón, jugamos y los lazos son más fuertes.

«¿Estás bien, hija?¿Comes bien?¿Te hacemos un huevo frito? Si es que te estás quedando en los huesos».

Cada nivel durará como una hora o menos, el cero ya digo que es bastante corto, alargado si queremos explorar y sacarlo todo ¿Querremos hacerlo? Tal vez por completismo puro no tanto, pero para encontrar más informes, pistas y recuerdos sí lo hagamos. Si conectas con lo peculiar de esta propuesta, será el motor que te lleve a completarla. Por el camino no dejarás de sorprenderte, de reírte en muchas ocasiones, de poner caras raras, y seguramente, también de emocionarte.

Cosmic Top Secret es una de esas obras que me han dejado poso ¡Y qué narices! Que se juega decente, en peores restaurantes he comido. Y aquí he disfrutado del menú mientras los tenedores cantaban e intentaban hacerse mis amigos, y el solomillo de cartón me proponía descifrar un código a través de un ruso que daba voces en una colina.

El 21 de mayo estará disponible, no seáis impacientes, no queda nada, estad atentos a nuestro increíble gameplay chupicomentado.

 


Este análisis se ha realizado con una copia cedida para PlayStation 4 por Nakana.io