Me encanta el heavy metal y sus distintos subgéneros. También me encantan los videojuegos. Cuando alguien se anima a mezclar estas dos cosas, no me queda más remedio que darle una oportunidad. Hoy me encuentro ante el port que la gente del estudio francés Headbang Club ha realizado de Double Kick Heroes para Nintendo Switch. Un gran arcade rítmico ambientado en un apocalipsis zombi, que además también ha visto la luz en Xbox One.

La segunda parte de la década de los 2000 vio como el rock y el heavy metal volvían a la palestra gracias al mundo del videojuego de la mano de dos sagas: Guitar Hero y Rock Band. Las habitaciones de adolescentes -y no tan adolescentes- se llenaron primero de guitarras de plástico y más tarde del resto de instrumentos para conseguir emular a una estrella del rock.

Desafortunadamente el boom no duró mucho, en gran parte debido a la sobresaturación de entregas que Activision y Harmonix -sobre todo los primeros- lanzaron al mercado en apenas 5 años. Al final aquello quedó en una moda pasajera, aunque de vez en cuando alguien se la juega y apuesta por este tipo de juegos.

Así llegamos al año 2015, cuando una demo que Headbang Club parieron durante la Ludum Dare de ese año fue el germen de lo que ahora es Double Kick Heroes. De ahí pasaron a Steam mediante Early Access hasta que la versión definitiva del juego vio la luz 3 años después.

En Double Kick Heroes encarnaremos a una banda de heavy metal que se ve atrapada por sorpresa en el apocalipsis zombi después de tirarse varios meses encerrados en el local de ensayo para sacar el disco de heavy metal definitivo. El juego nos propone un arcade rítmico en el que mediante diferentes combinaciones de botones debemos seguir el ritmo de la batería de una extensa lista de temas de puro heavy metal.

A bordo de un Cadillac -que para la ocasión ha quedado rebautizado como Gundillac- montaremos equipo para defendernos de las hordas de zombis que nos persiguen. La forma de evitar morir en la huida es tocar siguiendo el ritmo de la batería uno de los 38 temas originales compuestos por elmobo. Tal vez os suene por ser el compositor de la banda sonora del juego de culto Nightmare Creatures. Además hay otros 12 temas de otros compositores y bandas, algunos tan importantes como Remembrance de Gojira o Sit Stay Roll Over de Jinjer.

Para seguir el ritmo, en la parte inferior de la pantalla iremos viendo pasar, de derecha a izquierda, las notas que deberemos tocar siguiendo. Si lo hacemos en el momento correcto,  se activará una de las dos armas que hay a cada lado de la parte trasera del Gundillac. A medida que vayamos avanzando por cada nivel, más y más zombis acudirán a perseguirnos, y será en este momento cuando se harán necesarios los combos. Si no cometemos fallos pasaremos a tener armas cada vez más poderosas y los enemigos caerán más fácilmente.Lo que a priori puede parecer sencillo, ya se encarga el juego de irlo complicando con otras dos pistas -la caja y el plato de la batería- más que harán que nuestros compañeros del resto de la banda nos echen un merecido y necesario cable. Una de ellas sirve para lanzar granadas y, la otra, para activar un disparo de francotirador.

No faltan tampoco a la cita los jefes finales, enemigos con mucha vida que nos pondrán las cosas más difíciles si cabe. Es en estos jefes donde además se agrega una nueva mecánica para cambiar de lado de la carretera y así poder esquivar al jefe de turno. Estamos ante un juego que no es sencillo, aunque tiene un selector de dificultad con 5 niveles distintos para intentar hacerlo más asequible. También cabe destacar que el margen de error para acertar en cada nota es relativamente grande, por lo que no hace falta ser un Eloy Casagrande de la vida para sobrevivir al apocalipsis.

Tenemos dos modos de juego fundamentales. Si queremos conocer la historia -que la verdad es que no es que sea para tirar cohetes- contamos con un modo del mismo nombre en el que iremos recorriendo un mapa con diferentes paradas mientras huimos de los zombis. El juego en este modo se encuentra plagado de referencias y cameos de diversos músicos del género aunque no de forma directa. Pululan por ahí Alissa White Gluz de Arch Enemy, Marilyn Manson o el mismísimo James Hetfield de Metallica, con nombres inventados para la ocasión.

Además el juego es capaz de reirse de sí mismo y de algunos de los clichés más típicos del género, como el hecho de que cada canción pertenezca a un subgénero de nombre cada vez más largo del anterior, o la actitud descerebrada de los miembros de la banda. Algunas de estas cosas sin duda serán pasadas por alto por aquellos jugadores a los que este estilo de música no sea santo de su devoción, aunque por la naturaleza del mismo pocos jugadores que no sean fans del género acabarán probándolo.

Si la historia nos importa un pimiento, también se encuentra disponible el modo Arcade para pasar a la acción directamente. Si las canciones de los modos Arcade e Historia se os quedan cortas, el modo Infierno da acceso a los 12 temas adicionales que os comentaba antes. Aquí la dificultad, sobre todo si jugáis con los botones de los mandos, es endiablada. Hay un cuarto modo de juego llamado Camino de furia, una suerte de modo supervivencia con puntuaciones online que permite desbloquear mejoras para el Gundillac.

El juego presenta una estética pixel art que demuestra que detrás ha habido un trabajo enorme, muy de aspecto ochentero. Pero sin duda el apartado fuerte del juego es claramente la banda sonora. Elmobo se ha marcado unas composiciones plagadas de homenajes a las bandas más conocidas del género y de una calidad altísima. Homenajes a bandas tan conocidas como Rammstein o Iron Maiden.

Como añadido exclusivo de la versión de Switch encontraremos que para la ocasión se han incluido controles por movimiento utilizando los joycon de Nintendo Switch. Para ello deberemos extraerlos para utilizarlos como si de baquetas se tratasen. Un añadido bastante interesante, ya que igual para algunos tirar solamente de botones pueda llegar a ser complicado.

Por el camino, la versión de consolas ha perdido el editor de niveles que sí tiene la versión para PC, y que permitía utilizar cualquier canción que tengamos en nuestros compatibles en formato mp3 y fabricar un nivel personalizado. Una lástima por la cantidad de horas extra que siempre aportan este tipo de alternativas. Como nota final, el juego cuenta con traducción al castellano. No es que la necesite -las mecánicas quedan perfectamente explicadas en los tutoriales del juego- pero siempre es un detalle de agradecer.

A modo de conclusión, Double Kick Heroes ha sido una grata sorpresa para mi. Un apartado gráfico y artístico muy bien planteado, pero sobre todo una banda sonora hasta la bandera de composiciones originales que bien podrían pasar por temas de bandas reales de heavy metal de primera línea. Si os apasiona el heavy y los videojuegos, se trata de una apuesta segura.

 


Este análisis se ha realizado con un código cedido por PR Hound