Eden Tomorrow, de los chicos de Soulpix, pequeña desarrolladora independiente afincada en Alemania, nos propone una experiencia virtual exclusiva para PSVR con un marcado carácter cinematográfico. Su intención, la de hacernos sentir dentro de una gran superproducción de Hollywood, cuenta con aciertos y aspectos mejorables. Continúa leyendo para descubrir cuales.

Eden Tomorrow nos pone a los mandos de dos personajes muy distintos pero complementarios. Por un lado encarnaremos a un humano que, tras un accidentado aterrizaje en un planeta distante, sufre de amnesia. Este manido comienzo nos servirá de excusa, como en tantas otras ocasiones, para mostrarnos un entorno extraño del que debemos ir aprendiendo sobre la marcha.

No tardará en presentarse nuestro acompañante, al que también controlaremos de forma alterna, no mediante órdenes sino en primera persona, llamado a si mismo “Newton”. Un dron provisto de inteligencia artificial que nos guiará de la mano en los primeros compases del juego a modo de tutorial jugable.

Una de los primeros aspectos que notaremos, y de forma negativa para muchos usuarios, es el idioma. Podremos escoger entre alemán e inglés, pero no castellano. Ni en audio ni en subtítulos porque, de hecho, el juego no cuenta con ellos. Con lo cual no solo será requisito indispensable que tengamos nociones del idioma de Shakespeare, sino que no tendremos el apoyo que, para muchos, son los subtítulos, aunque fuesen en el mismo idioma, y deberemos afinar el oído durante el desarrollo del propio juego.

Por fortuna, Eden Tomorrow avanza con pequeños objetivos que se nos van marcando, y que podremos consultar en cualquier momento pulsando el botón respectivo del DualShock 4. Y este es, tal vez, otro aspecto mejorable del juego. Nos encontramos con un control tradicional haciendo uso del mando de control de PlayStation 4 en lugar de aprovechar las superiores características para este tipo de juegos que nos otorgan los Move de Sony.

El comienzo de Eden Tomorrow nos sitúa dentro de una abertura en un planeta desconocido para nosotros en ese momento, atados a la baliza de aterrizaje que se ha visto gravemente dañada, y afrontando cara a cara a una criatura amenazadora. Nuestra primera labor es, pues, desatarnos y ponernos a salvo de tan funesto momento, encontrar un lugar seguro, conocer a Newton, y familiarizarnos con los controles encarnando a ambos.

Así nos abriremos paso por las entrañas de este planeta en lo que pronto se nos muestra como una aventura con su base en las grandes dosis de exploración y algunos puzles, la mayoría lógicos y bastante sencillos. A ello ayuda además que, entre los escasos controles que debemos dominar, nos encontramos un escáner y un radar que nos indican objetos reseñables en las inmediaciones, así que muchas veces tan solo debemos explorar cuidadosamente la zona haciendo uso de ambos botones para encontrar los objetos necesarios e interactuar con ellos de la forma adecuada en ese mismo momento, ya que no tenemos ningún inventario donde guardar objetos con lo que la dificultad de acumular dichos objetos, combinarlos, o saber en qué momento es necesario un objeto concreto, no existe. Siempre que busquemos y encontremos algo, es para usarlo en ese mismo momento.

Tampoco podremos guardar cuando queramos, ni tenemos varios puntos de guardado. El autoguardado hará su trabajo cuando los desarrolladores han estimado conveniente, ya que como podréis imaginar llegados a este punto, se trata de una aventura claramente lineal y también, consecuentemente, poco rejugable sin más motivo que no sea volver a revivir la misma experiencia de nuevo.

Eden Tomorrow muestra desde el comienzo su intención de ser una experiencia cinematográfica, no engaña con ello. Si necesitas un tipo de juego más abierto, rejugable, o que suponga un reto, decididamente este no es tu título. El juego supedita todo lo demás a contar una historia, contándonosla a través del propio desarrollo del mismo y del descubrimiento de objetos como grabaciones o fotografías que podremos consultar a posteriori y nos ayudarán a sumergirnos en esta experiencia cercana a estar dentro de una película de ciencia ficción.

Y lo consigue. La sensación de estar dentro de una superproducción de Hollywood es todo lo satisfactoria que le podemos exigir a un pequeño estudio independiente. Pero, durante las aproximadamente 7 horas que puede durarnos el juego como mucho, dependiendo, como no, de la tranquilidad con la que exploremos o lo raudo que seamos en ello, nos encontraremos momentos que pierden su épica por denotar lo encorsetado del momento para, simplemente, seguir avanzando en la historia, mostrando por ejemplo scrips muy limitados o IAs inexistentes, lo cual desvela el “cartón piedra” o, como sería más probable hoy en día, la “pantalla verde” tras la magia del cine.

A esto hay que sumarle otro escollo, y es el tema ya mencionado del idioma. En un videojuego con una intención peliculera tan acusada, que no tengamos ni unos simples subtítulos, aunque sean también en inglés, para apoyar el seguimiento de la trama, puede suponer un problema importante para algunos usuarios.

En cuanto al apartado técnico, aquí si que nos encontramos un aspecto cuidado que ayuda, sin lugar a dudas, a imprimir ese efecto “cine”. El aspecto visual es muy bueno, dentro de los límites que permite la potencia extra que requiere un juego para realidad virtual. Los escenarios, personajes y enemigos están bien diseñados y dan la sensación de estar ahí, en ese planeta remoto y poco amigable.

En cuanto al sonido, cumple perfectamente, y la banda sonora, si bien no pasará a la historia ni se nos quedará imprimada en la memoria, trabaja en los momentos necesarios para dar un punto de épica cuando es necesario, y lo hace adecuadamente.

En resumen, Eden Tomorrow nos propone un juego con marcado carácter cinematográfico, que supedita todo lo demás a la consecución de dicha experiencia, y lo consigue. Tiene aspectos mejorables, y otros en los que destaca, pero en líneas generales es una experiencia agradable que merece la pena afrontar.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Soulpix