A más de una persona le sonará Hyper Light Drifter, uno de los juegos más populares y de los mayores éxitos de la historia de los juegos indie. En este juego, manejábamos a un espadachín a través de una vista aérea que debía enfrentarse a monstruos de todo tipo y recorrer un mundo inexplorado que ocultaba más de una sorpresa. Elden: Path of the Forgotten, el juego que nos ocupa hoy, se inspira bastante en este clásico y ya se encuentra a la venta en Steam desde hace unos días.
Elden: Path of the Forgotten nos propone la misma mecánica que el juego anteriormente mencionado, tanto en jugabilidad como en estética. Según Dilan J. Walker, fundador de Onerat Games y creador principal del juego, para su creación se inspiró en su época adolescente, cuando tuvo que abandonar su hogar para buscarse la vida por su cuenta y se enfrentaba a un nuevo y peligroso mundo al que nunca antes había tenido que enfrentarse por sí solo.
Esta historia personal se ve reflejada en el juego final, pues pronto veremos similitudes entre la vida de Dylan J.Walker y la del protagonista del juego. La historia comienza cuando la madre de Elden, nuestro protagonista, desaparece en mitad de la noche absorbida por un portal mágico. Nuestro héroe tendrá que salir al mundo exterior y enfrentarse a una importante cantidad de peligros para traerla de regreso.
Como comentamos anteriormente, Elden: Path of the Forgotten es un juego de acción y exploración de vista aérea en el que tendremos que recorrer una serie de escenarios al tiempo que vamos matando enemigos. Elden cuenta con una serie de armas con las que enfrentarse a los monstruos, así como una serie de hechizos que poder utilizar no solo en batalla, sino también para resolver algunas situaciones y puzles, aunque no habrá muchos de estos últimos -por no decir que solo habrá uno en todo el juego-.
Lo que más llama la atención de primeras además de su apartado visual, del que ya hablaremos más adelante, es su misteriosa y críptica trama. En todo el juego no habrá ni una sola línea de diálogo, ni hablada ni escrita -curiosamente en su ficha de Steam pone que el juego cuenta con voces y textos en varios idiomas, lo cual no he visto en ningún momento-. Sí habrá en cambio pequeñas frases en el idioma inventado del juego, las cuales evidentemente no tendremos manera de saber lo que significan aunque se pueden intuir ligeramente por el contexto de la acción. En su lugar, toda la información nos llega de manera visual por las situaciones representadas, así como contados dibujos que nos dejan caer lo que debemos hacer a continuación.
En ese sentido se nota mucho la intención de hacer que nos sintamos perdidos y desorientados. El mapeado es amplio, extenso y muy parecido entre sí, lo que hace que muchas veces tengamos que buscar puntos de referencia para saber si ya hemos pasado por ahí o todavía no, ya que tampoco contaremos con ninguna clase de mapa o brújula que nos dirija hacia un destino concreto. De todas formas no vamos a tener demasiados problemas con esto, ya que podemos ir siguiendo fácilmente el rastro de enemigos y objetos para intuir por donde podemos tirar.
El combate es otra de las bazas en las que se sujeta Elden: Path of the Forgotten, y de hecho no niega su clara influencia proveniente de Dark Souls. Contaremos con la característica barra de energía que se va agotando con cada golpe y el ataque de rodar/esquivar que no solo nos ayudará a evitar los golpes, también lo utilizaremos mucho para movernos por el mapeado, porque hay que admitir que el personaje se mueve muy lentamente y puede llegar a desesperarnos, especialmente cuando tenemos que hacer el mismo recorrido una y otra vez cuando nos matan.
He dicho antes que el combate se inspira en Dark Souls y así es, el problema es que lo hace de manera demasiado literal y poco efectiva. El autor se ha limitado a coger dicha fórmula y aplicarla tal cual sin tener en cuenta el tipo de cámara, escenario o disposición de los enemigos, lo que hace que al final nos veamos acorralados por muchos enemigos y sin posibilidad de escapar en multitud de ocasiones. Es importante destacar también los fallos en las colisiones y los impactos, pues muchas veces nuestros ataques no dañan al enemigo a pesar de ver de manera muy clara como nuestra arma le golpea, lo que nos puede costar la vida en más de una ocasión y volver a repetir todo el tramo desde el checkpoint con todos los enemigos resucitados nuevamente, al igual que ocurre con la saga de From Software.
Hay que admitir que el juego se puede hacer bastante difícil si no le pillamos el truco, en especial en los primeros compases en los que vamos a morir montones de veces al no saber cómo afrontar el reto que se nos pone por delante. La clave para sobrevivir en estos primeros tramos y en el resto del juego es saber alternar entre los distintos tipos de armas -estándar, pesada y de largo alcance- y utilizar cada una en el momento oportuno, al igual que acostumbrarnos a rodar constantemente para evitar los ataques enemigos. Si tenemos esto en cuenta, ya tenemos la mitad del trabajo hecho.
Gráficamente destaca por su bajo poligonaje pixelado, pero es bastante rico en animaciones y detalles gráficos, destacando el uso de los colores oscuros y la iluminación para representar el mundo sombrío que se nos pone por delante. En cuanto al sonido, no contaremos con banda sonora como tal, sin embargo hace un uso muy efectivo de los efectos de sonido como las pisadas o los ataques de armas, que destacan en medio de todo el silencio y suenan con mucha contundencia.
Elden: Path of the Forgotten es un proyecto muy personal y se nota mucho en todos sus apartados. Si bien es cierto que es un buen juego y merece ser jugado, también es verdad que puede saber a poco para lo que supone el género y para quienes buscan algo más exigente, pues en tan solo tres horas podremos terminar la historia y no cuenta con modos extra o nuevos añadidos. Solo esperamos que Onerat Games lance alguna actualización que solucione sus principales problemas para terminar de dejarlo pulido del todo.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Another Indie